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15+1 blogueros de viaje nos descubren su propia ciudad

15+1 blogueros de viaje nos descubren su propia ciudad

Hoy nos vamos de viaje… ¡por casa!
Muchas veces, hablando con familiares o amigos, nos hemos dado cuenta de que podemos describir con pelos y señales algún rincón casi inexplorado del sudeste asiático o del África central y que, sin embargo, no conocemos alguna ciudad o pueblo interesante que están a un par de horas en coche de donde vivimos. Reconocedlo…¡seguro que también os ha pasado!
De ahí surgió la idea de contactar con algunos de los mejores blogueros de viaje para que nos enseñaran, precisamente, eso, todos los secretos de sus respectivas localidades. Desde rutas senderistas en pueblos de interior, pasando por edificios y rincones emblemáticos hasta los más pequeños detalles de urbes mundialmente conocidas, ¿quién mejor que estos experimentados viajeros para contarnos lo que más les gusta de su propia ciudad?
Acompañadnos en esta ruta por 15 (+1) pueblos y ciudades, ¡seguro que surgen ideas para futuras escapadas!

Zaragoza. Sergio, de Nada incluido

Muchos ven Zaragoza como una ciudad de paso… hasta que pasan por ella.
Pese al cierzo y los climas extremos, bien sabía el emperador César Augusto que éste sería un buen lugar para asentar una ciudad romana.
Hoy, más de 2000 años después, la urbe todavía conserva restos de aquella época, aunque la influencia de otras culturas, como la árabe, también es más que evidente.
Bajo los cuidados del río Ebro, Zaragoza es una ciudad con atractivos turísticos suficientes para incluirla en cualquier ruta. Y no hablo sólo de la omnipresente Basílica de Nuestra Señora del Pilar; Zaragoza es también la Seo, la Aljafería, el teatro y el foro romano, el Puente de piedra, el canal imperial, la (ex) Expo, el Tubo… y todo lo que tú quieras que sea.
Así que no lo pienses más: nos vemos en Zaragoza.

Nada incluido

Barcelona. Irene, de De mayor quiero ser mochilera

Por todos es sabido que Barcelona es la ciudad del modernismo. En una visita a la ciudad no puede faltar pasear por sus calles y encontrarte con la Casa Batlló o La Pedrera, disfrutar del Parque Güell en un día soleado o sentarte delante de La Sagrada Familia y embobarte con todos sus detalles. Pero sabías que hay otros edificios modernistas mucho menos conocidos e igual de impresionantes? Aunque tengo una lista interminable, te recomiendo que no te pierdas dos de mis preferidos: la Casa Vicens y la Torre de Bellesguard. La Casa Vicens fue la primera obra de Gaudí y, aunque ha quedado escondida entre edificios, tiene una de las fachadas más coloridas y bonitas de la ciudad. Está abierta al público desde hace muy poquito, por lo que te recomiendo hacer una visita guiada. La Torre de Bellesguard, también obra de Gaudí, es el edificio con más historia del arquitecto y aunque su fachada no es tan colorida como la anterior, tiene unos detalles impresionantes. Además, está dentro de un recinto precioso y las horas allí te pasarán sin que te des cuenta!

De mayor quiero ser mochilera

Gavà (Barcelona). Tomás, de Viajero crónico

Puede que no hayas oído hablar nunca de Gavà, pero la localidad en la que vivo puede sorprenderte con una jornada natural y cultural de lo más completa.
Las Minas Prehistóricas de Gavà son posiblemente el lugar más conocido de la ciudad, con sus 6.000 años de antigüedad están consideradas como las minas en galería más antiguas de Europa y se dedicaban a la extracción de variscita, un valioso mineral para la elaboración de joyas que se exportaba desde aquí a todo el Mediterráneo occidental. Además, este conjunto arqueológico ha sido clave en el conocimiento del contexto socioeconómico del Neolítico en la Península Ibérica.
Una vez acabada la jornada bajo tierra, toca salir al exterior en busca de uno de los símbolos de la localidad, el Castillo de Eramprunyà, declarado Bien Cultural de Interés Nacional, se encuentra ubicado en la parte alta de las montañas que forman la zona protegida de Garraf y dispone de varias rutas para llegar hasta él. El castillo, del que hoy quedan algunos muros y está en restauración, fue propiedad de los Condes de Barcelona y representó un enclave estratégico relevante en la zona gracias a su gran ubicación, siendo el encargado de controlar todos los territorios cercanos. Hay visitas guiadas por voluntarios, gratuitas y muy recomendables cada segundo domingo de mes, aunque también es muy sencillo hacerlo por tu cuenta.
La ruta más corta y una de las más agradables es la que parte desde la pequeña Ermita de Brugués, que data del Siglo XI, pero esto quedará para después de comer porque aquí también encuentra el restaurante ‘La Ermita’, uno de los más populares de la zona por sus increíbles vistas y dónde puedes probar los platos más típicos de la gastronomía catalana. ¿Te atreves con la popular calçotada?
Vas a necesitas bajar esa comida así que, inicia la ruta hasta el castillo por la senda que parte a escasos metros del restaurante y que nada más empezar te deja una de las imágenes más icónicas de Gavà, la conocida como ‘Roca Foradada’, un arco de piedra natural que te traslada al oeste americano y que es el balcón perfecto para disfrutar de unas magníficas vistas sobre los bonitos paisajes de las montañas de Garraf, el delta del Llobregat y las playas de arena blanca como telón de fondo. Y si tienes suerte, en los días claros se puede ver la isla de Mallorca en el horizonte.

Viajero Crónico

La Encina (Alicante). Vanesa y Javi, de Buscando a Cochet

La Encina es nuestro lugar especial en el mundo. Es el pequeñísimo pueblito de nuestros padres y abuelos donde hemos pasado desde bien pequeños veranos y fines de semana.
Hace años fue un importante nudo ferroviario, pero hoy apenas llega a los 150 habitantes. ¿Sabías que se encuentra casi en una especie de triple frontera entre las provincias de Albacete, Alicante y Valencia? Pues así es.
A unos 20km podemos disfrutar de la vecina población de Almansa (Albacete) con un espectacular castillo medieval, y una gastronomía muy interesante. Por allí se hacen unos gazpachos manchegos de chuparse los dedos y, además, en Almansa se encuentra nuestro restaurante favorito del mundo mundial: Maralba. Si os gusta la cocina de autor aquí se puede disfrutar de un “dos estrellas Michelín” a un precio razonable.
En la parte alicantina debemos citar la población de Villena, de la que La Encina es pedanía hoy en día. También tiene un castillo muy cuidado y un museo bastante interesante que alberga el Tesoro de Villena. Pero lo que te vamos a recomendar de Villena son sus fiestas de Moros y Cristianos, que se celebran a partir de 4 de septiembre cada año y son de las más importantes de toda la comunidad.
Por último, en la parte Valenciana tenemos la Font de la Figuera, donde puedes disfrutar del enoturismo en dos de las mejores bodegas de Valencia. ¡Sí, amigos, en Valencia también tenemos buenos vinos!
Si sois amantes del mundo del ferrocarril y os dejáis caer por la zona, acercaos a ver la Plataforma giratoria de locomotoras de La Encina que es de las pocas que se mantienen en pie en toda España (Y si nos mandáis una foto, aunque sea con el cartel de entrada al pueblo, moriremos de ilusión).
Tip final: En el restaurante El Rocín, en la carretera de La Encina a Almansa, tienen unos menús con las tres B (Bueno Bonito y Barato) con especialidades a la brasa más que recomendables. Avisados estáis.

Buscando a Cochet

Granada. Patri, de La Cosmopolilla

Shakespeare escribió que “Todo viajero lleva a Granada en su corazón, aún sin haberla visitado”. La ciudad de la Alhambra tiene el poder de embrujar a cada visitante nada más poner un pie en su barrio viejo. ¿Acaso no es paseo de los Tristes, junto al río Darro, una de las calles más bonitas del mundo? Las vistas desde el Albaycín al palacio nazarí entre el rasgar de una guitarra, cármenes de agua y olor a azahar en primavera… Cuestas de pura Andalucía por las que perderse hasta encontrarse entre especias y té en sabores que recuerdan otra época, otro continente, aquí mucho más cerca: ecos de Marrakech.
Granada divertida y deliciosa al irse de tapas, costumbre de cada viernes. Difícil elegir entre los mejores bares de Granada.
Pero, si tengo que decidir, me quedo entre Trinidad y la calle Navas. Su cara más indie en los pubs de Pedro Antonio que suenan a los Planetas, Lori Meyers y otras bandas míticas que han hecho historia.
Pero no sólo la ciudad tiene encanto; a su espalda la sierra. Poco más abajo, el mar. Y es que, como decimos aquí ¡como Graná, no hay ná!

La Cosmopolilla

Sevilla. Domi, de Los viajes de Domi

Entre la Torre del Oro y el Puente de Triana se ubica uno de los paseos más bellos de Sevilla, el Muelle de la Sal, un rincón con un encanto especial que debe su nombre a que fue el lugar utilizado para las descargas de sal que llegaban a la ciudad provenientes de las salinas gaditanas.
Desde este hermoso “balcón a Triana” no solo podréis contemplar la popular Calle Betis, la cual se refleja en las tranquilas aguas del Guadalquivir, sino también la pequeña Capilla del Carmen o la parroquia de Santa Ana. Además desde 1992 en este bonito rincón de Sevilla se ubica el Monumento a la Tolerancia del escultor Eduardo Chillida.
Un agradable y bello paseo que os recomiendo sobre todo al atardecer, cuando el calor sevillano deja de apretar, y justo para deleitaros con el encendido del famoso Puente de Triana.

Los viajes de Domi

Madrid. Patri y Diego, de Vagamundos viajeros

No es la ciudad más bonita del mundo; ni siquiera de España. Tampoco es la más cómoda para vivir. Desde luego, no se respira el mejor aire. Y sin embargo, Madrid engancha.
Intentar resumir en unas líneas todo lo que ofrece esta ciudad es misión imposible. Su oferta de ocio es insuperable: cada semana hay más conciertos, teatros, espectáculos, mercados… de los que puedes abarcar. ¿Y bares? ¡A montones! Cada habitante madrileño puede recomendar un puñado solo sin salir de su barrio.
El Museo del Prado, el Thyssen, el Reina Sofía, el Museo Arqueológico, el de Ciencias Naturales, el Caixa Forum… ¿Cuántas vidas hacen falta para visitarlos todos y no perderse sus exposiciones temporales que van variando periódicamente?
Lo mismo respecto a sus construcciones más significativas: el Templo de Debod, el Palacio Real, la Catedral de la Almudena, la Iglesia de los Jerónimos, el Congreso de los Diputados, la Puerta del Sol, la Plaza de España, el Teatro Real, la Plaza Mayor….

¿Que quieres espacios verdes? Pásate por la Casa de Campo, por el Retiro, por el vallekano Cerro del Tío Pío o por Madrid Río mientras caminas junto al Manzanares.
Así pues, la pregunta de «qué hacer en Madrid» es muy difícil de responder… Ver atardecer en el Templo de Debod, terracear en la calle Argumosa, comer un cocido madrileño, subir a la terraza de alguna azotea céntrica con vistas, pasar por el Mercado de Motores en el Museo del Ferrocarril, recorrer el Madrid de los Austrias, disfrutar de un domingo de rastro en La Latina, ver una exposición en el Prado, sacar fotos al jardín vertical del Caixa Forum, descubrir ofertas de cultura alternativa en la Tabacalera, buscar murales y graffittis por Lavapiés, comer en mercados gourmet como el de San Miguel o de barrio como el de San Antón, sentirse como Pretty Woman de compras por la Milla de Oro, asistir a una obra en uno de los muchos teatros que hay… ¿Día intenso? Pues ya se sabe: de Madrid, al cielo.

Vagamundos viajeros

Segovia. Paula y Andrea, de Viajar y otras pasiones

¡Segovia lo tiene todo! Es bonita, llena de historia y se come de lujo. Además, es pequeñita, por lo que es una ciudad perfecta para pasar un fin de semana o, incluso, un día.
La ruta ideal empieza en el famosísimo acueducto romano, el mejor conservado del mundo. Desde allí hay que subir por la Calle Real y meterse a callejar un poquito por la judería, hasta llegar a la Plaza Mayor. Allí podrás visitar la impresionante catedral y la iglesia de San Miguel, donde Isabel la Católica fue coronada reina. Para terminar, baja hasta el Alcázar, una preciosa fortaleza que, dicen, inspiró a Walt Disney… ¡a ver qué te parece a ti!
Ninguna visita a Segovia está completa sin disfrutar de su gastronomía típica castellana. Los platos estrella son los judiones de La Granja, el cochinillo y el ponche segoviano.
Si tienes más tiempo para visitar Segovia, ¿qué tal una excursión a alguno de sus pueblos más bonitos? El más famoso es La Granja de San Ildefonso, con su palacio y jardines de estilo versallesco. Si prefieres lo medieval, el pueblo de Pedraza, con sus calles empedradas, te encantará. Por último, si lo tuyo es la naturaleza, tienes que ir a las Hoces del Duratón. En este cañón podrás hacer piragüismo, trekking ¡y muchas fotos!

Viajar y otras pasiones

Salamanca. Paloma, de Un blog de Palo

Salamanca es la ciudad más bonita de España, es verdad que mi criterio es muy subjetivo, ya que es mi ciudad y además me encanta. Salamanca es, desde el punto de vista cultural, una ciudad increíble. Si la visitas es imprescindible que pases por alguno de sus lugares más emblemáticos como son: la Plaza Mayor, La Catedral Nueva, La Catedral Vieja y los edificios históricos de la Universidad. Sin duda estos, junto con el convento de San Esteban, la Clerecía (Colegio de la compañía de Jesús) o el Palacio de las Conchas son los edificios que no te puedes perder y que aparecen en todas las guías de la ciudad. Sin embargo, Salamanca esconde multitud de tesoros que incluso para sus habitantes son bastante menos conocidos, recorrer los palacios e iglesias del siglo XVI como la Casa de las Muertes o el Colegio Fonseca, o conocer algunos edificios rehabilitados como el antiguo convento de San Antonio el Real que hoy es sede de la tienda de Zara, son algunos de los lugares más sorprendentes que te puedes encontrar en la ciudad. El atardecer en Salamanca es mágico ya que la piedra arenisca de Villamayor recoge los tonos rojizos del sol y se convierte en una auténtica ciudad dorada.
Pero en Salamanca no solo tenemos monumentos, la gastronomía es otra de las veleidades de nuestra tierra. Salamanca está sembrada de bares de pinchos es decir tapas y raciones donde comer muy bien, en pleno centro puedes encontrar el Bambú, con los tradicionales montaditos de lomo o pinchos morunos, el Cervantes con sus tortillas o Casa Paca. Comer o cenar de pinchos es una variante económica para el tapeo tradicional. Para mí es una tradición ir de pinchos en Salamanca y nunca faltan las jetas, ¿nunca has oído hablar de ellas? Morro de cerdo frito… Uhhhhhhmmm.
Psss psss no te vayas de Salamanca sin pasear por su puente Romano o visitar el Museo de la Casa Lis, un edificio modernista único con una colección de arte impresionante. Y si eres un romántico empedernido tienes que pasar por el Huerto de Calixto y Melibea, inspirado en la obra homonimia de Francisco de Rojas de la que dicen se ubica en la ciudad.

Un blog de Palo

Burgos. Ana y Arancha, de Vipavi

Nuestra pequeña gran ciudad, Burgos, es una ciudad llena de rincones con mucha historia. Una historia que comienza en una fortaleza llena de batallas, con personajes como el Cid, reyes y reinas… y que hoy se recuerdan gracias a varias representaciones históricas a lo largo y ancho de toda la provincia, una de las más destacadas es el fin de semana cidiano en Burgos capital.
Su casco histórico posee verdaderas joyas arquitectónicas y artísticas: Iglesias, palacios, monasterios, pero nada destaca como su catedral gótica, posiblemente una de las más bonitas del mundo.
Para recuperar fuerzas después de un agradable paseo por sus tranquilas calles es recomendable hacer una parada en cualquiera de los bares de la calle San Lorenzo, donde podrás maridar su rica y famosa morcilla con los espectaculares vinos de la tierra de Denominación de Origen Ribera del Duero.
La provincia posee muchos pueblos de una belleza abrumadora, pero cuatro, Frías, Caleruega, Covarruvias y Lerma, son los que están denominados como unos de los más bonitos de España, lugares que se hacen imprescindibles en una escapada a la provincia burgalesa.

Vipavi

Vigo. Maruxaina, de Maruxaina y su mochila

Digamos que Vigo no es una ciudad bonita, de fuerte carácter industrial y con las islas Cíes como visita obligada, sí conserva avenidas de preciosos edificios y parques que son un pulmón verde para escapar del tráfico.
Si tuvieseis sólo un día os recomendaría no perderos pasear por su Casco Vello, tomaros un café en alguna de sus terrazas y recorrer la zona del Naútico, por donde pasaba el antiguo tranvía. Subir hasta el monte de O Castro, donde pueden verse los restos del poblado castrexo que habitó en la ciudad y tener unas vistas impresionantes de la Ría de Vigo.
Conocer el parque de Castrelos y la Finca de la Marquesa es otro imprescindible. Jardines de estilo inglés y francés, la primera pista de tenis de Galicia y un museo en el Pazo con una importante pinacoteca de artistas gallegos son algunos de sus atractivos.
Terminar el día en la playa, viendo la puesta de sol con las Cíes al fondo es una forma perfecta para despedirnos de la ciudad.

Maruxaina y su mochila

Mondoñedo (Lugo). Jose, de El viaje me hizo a mí

Mondoñedo es un bonita ciudad, sí, ciudad, de la provincia de Lugo. Tiene mucha historia, de hecho fue capital de una de las 7 provincias en las que se dividía Galicia hasta 1833. Mi familia procede de allí y yo me he autoproclamado embajador porque creo que es un lugar precioso que por desgracia no conoce mucha gente.
Si quieres saber qué ver en Mondoñedo no hay mejor presentación que decir que es un lugar en el que en la actualidad viven poco más de 3000 personas pero que tiene una majestuosa catedral. Otros de los principales atractivos que podrás ver allí son a Cova do Rei Cintolo, la más profunda de Galicia, el cementerio viejo, el seminario, el castro de Zoñán o la Casa Museo de Álvaro Cunqueiro, recientemente inaugurada.
A 13 kilómetros se encuentra la famosa playa de Las Catedrales. Yo siempre recomiendo hacer noche en Mondoñedo y mirar las mareas para saber a qué hora está baja para ir a ver la playa.
Si vas por allí y quieres más información no dudes en contactar conmigo.

El viaje me hizo a mí

Gijón. Ángela y José, de Viajeros confesos

Gijón, ciudad costera del Norte de España. Dicen que hermana gemela de La Coruña y San Sebastián.
Gijón, salitre en el pelo y sabor a sal. Cuna de pescadores y balleneros que faenaban en el antiguo puerto del que apenas queda nada y que a los jovenes nos cuesta tanto imaginar.
Quizá por mis raíces marineras mi lugar preferido en Gijón no es un lugar, sino un momento: Al atardecer es obligatorio reunirse con amigos en la «Cuesta del Cholo», sentarte en el murín de piedra a ver caer el sol mientras te tomas una sidra con una tapa de calamares y te relajas viendo el mecer de los barcos en el viejo puerto y si tienes suerte escuchando historias de auténticos lobos de mar, pocos lugares en Gijón quedan genuinos como este.
La cuesta por la que los marineros regresaban a sus casas en el barrio de Cimadevilla, ¡otro de los imprescindibles!. Allí los fines de semana nos reunimos en la Plaza del Lavaderu para escanciar sidra en la calle y cenar en las terrazas.
Muy cerquita otro «must» la Plaza del Palacio de Revillagigedo, con Don Pelayo presidiendo, frente a él, un gran árbol de botellas de sidra que dejan pasar la luz de una manera especial y a sus espaldas el Ayuntamiento, la Antigua Pescadería, la Iglesia de San Pedro, Las Termas Romanas y la Playa de San Lorenzo. Una ruta para realizar en un día, pero de cita obligatoria en mi ciudad.

Viajeros confesos

Bilbao. Álex, de Mochila exprés

Hace ya dos décadas que se instaló en Bilbao el museo Guggenheim, auténtico catalizador de la transformación de la ciudad. En pocos años dejó atrás su pasado industrial y se convirtió en una ciudad moderna, cosmopolita y abierta al turismo. Los astilleros dejaron paso a edificios vanguardistas y zonas peatonales ajardinadas junto a la ría. Por ello el museo es el mejor punto de partida para empezar a descubrir la ciudad. Tras una obligada foto con Puppy, el enorme perro adornado con flores, continuaremos por la orilla de la ría, hogar de “Mama”, la gigantesca araña de Bourgeouis y un poco más adelante, el zubizuri, el puente de Calatrava. Así llegaremos al teatro Arriaga, emblema cultural de la ciudad y puerta de entrada al casco viejo, el auténtico corazón de Bilbao. Allí se encuentran infinidad de bares donde probar deliciosos pintxos, especialmente recomendables en la Plaza Nueva y la calle Santamaría. Otra zona muy recomendable y con una gran oferta gastronómica es el barrio de Bilbao La Vieja, junto al mercado de la Rivera, el mercado de abastos más completo de Europa según el libro Guiness. Pero hay mucho más que hacer en la ciudad: mercadillos alternativos, paseos en barca por la ría o las estrambóticas columnas del centro Azkuna. Si queréis descubrirla fondo, leed el artículo 30 cosas que ver en Bilbao.

Mochila Expres

Melilla. Macarena grande, Yayo y Macarena chica, de El mundo con ella

Creo que, cuanto más se quiere a un lugar o a una persona, más difícil es describirlos, y eso es lo que me ocurre con Melilla, la pequeña y querida ciudad en la que comencé a gestar todos mis recuerdos.
Melilla es una de las dos plazas españolas ubicadas sobre continente africano que linda al oeste con Marruecos y al este con el Mar Mediterráneo. Rodeada por una valla fronteriza, sus doce kilómetros cuadrados fueron delimitados por el alcance del tiro de un cañón.
Melilla es tierra de culturas y una de las comunidades del mundo más ricas en diversidad. Aquí vivimos cristianos, judíos, hindúes, musulmanes y gitanos y la gran ventaja que ello aporta es que lo celebramos todo: Feria andaluza, Semana Santa, Ramadán , Diwali, Navidad; además, nuestra comida tiene un poco de aquí y de allí. Por cierto, Melilla es muy buen sitio para ir de tapeo.
Si vienes, además de conocer la segunda ciudad modernista de España, podrás visitar su ciudad vieja, sus recintos amurallados, sus barrios tradicionales, la capilla de Santiago -que es una de las tres muestras de arte gótico en el Norte de África-, la plaza de toros -la única en uso en todo el continente-, o las playas, muchas de ellas distinguidas con bandera azul.

El mundo con ella

Barbastro (Huesca). Pedro y Paula, de Con botas y mochila

Situada a los pies del Pirineo aragonés y a orillas del Río Vero, Barbastro es una pequeña pero interesante ciudad. Con una profusa historia, excelente gastronomía e, indudablemente, unos vinos extraordinarios (DO Somontano), tiene mucho que ofrecer a los visitantes, y puede ser un excelente campo base para recorrer los puntos más interesantes del Pirineo y Prepirineo aragonés.
Su casco antiguo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1975, y motivos no le faltan. Imprescindible pasear por la Plaza del Mercado y sus alrededores, en los que podemos encontrar algunas casas señoriales y palacios, como el de los Argensola, de los siglos XVI-XVII. La Catedral de la Asunción, construida en el siglo XVI y también de visita obligada, es uno de los mejores ejemplos de arquitectura renacentista de todo Aragón. Pasear por el Barrio del Entremuro (emplazamiento donde se fundó originariamente Barbastro) o por la orilla del Vero nos muestra las dos vertientes, tradicional y moderna, de la ciudad. Por último, conviene echar un vistazo al Museo diocesano o al Espacio del Vino.
Cualquier época es buena para visitar Barbastro; sin embargo, el Festival del Vino (en agosto) o la Feria de la Candelera (en febrero) nos muestran la ciudad en su versión más animada. Para los amantes de la música indie, el Polifonik Sound Festival (en junio) es una visita imprescindible.
Pero ojo, que todo no acaba ahí. A pocos kilómetros de Barbastro encontramos algunos los pueblos más bellos de todo Aragón, como Alquézar, Aínsa o Roda de Isábena. Y, si apetece un poco de aventura, podemos optar por el barranquismo y la escalada en la Sierra de Guara o el montañismo y esquí en el cercano Pirineo.
¿A qué esperas? ¡Anímate a conocer Barbastro!

Con botas y mochila

12 comentarios

    1. Conbotasymochila

      Y absolutamente encantados de que hayáis colaborado. Ha quedado un post genial en el que nos habéis descubierto muchos rincones que merece la pena visitar. Un besico!

    1. Conbotasymochila

      A nosotros también nos encanta cómo ha quedado. Ubicar a compis/amigos blogueros, conocer secretos de sus respectivas localidades y empezar a pensar próximas escapadas a sitios (cercanos) que no conocemos… ¡ha sido genial! Un besico!

  1. Ana María Orozco

    Que buena idea chicos han tenido excelente sigo a Sergio de “nada incluido “todos ustedes nos brindan muy buenas obsiones adelante muchachos y estas presentaciones de sus ciudades quien mejor contado que por ustedes !

    1. Conbotasymochila

      Hola, Ana María, ¡muchas gracias por tus palabras! Además de contar los lugares que visitamos, también es un orgullo descubrir al resto del mundo los secretos de nuestra ciudad. Te animamos a seguirnos en el blog y en redes sociales. Un fuerte abrazo, Pedro y Paula.

  2. ¡Cuántas ideas para próximas escapadas! Además es genial recibir recomendaciones de quiénes viven en la ciudad 🙂 Me falta por conocer la vuestra, reconozco que Huesca es una gran desconocida…
    Aunque no soy la mejor embajadora de Vigo, aquí os espero para dar un paseo cuando queráis y llevaros a mis sitios favoritos 😉
    De nuevo gracias por invitarme a participar. Un abrazo pareja.

    1. Conbotasymochila

      Sí, ¡nosotros también hemos apuntado un montón de ideas! Nosotros, evidentemente, recomendamos al 100% la provincia de Huesca y el Pirineo aragonés, que nos tienen enamorados. Vigo tampoco lo conocemos, así que habrá que acercarse algún día 😉
      Gracias a ti por colaborar!
      Un besico

      Paula y Pedro.

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