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Alojamientos en Cuba. ¿Dónde dormimos?

Alojamientos en Cuba. ¿Dónde dormimos?

 

Las opciones de alojamiento son una de las cosas más curiosas de Cuba. Todos conocemos los mundialmente famosos resorts de la zona de Varadero, hoteles de gran lujo con estupendas playas donde se estila el todo incluido; sin embargo, si nos queremos mover por el resto de la isla, no encontraremos tantos hoteles típicos. Además, la mayor parte de ellos tendrán unos precios bastante caros para lo que estamos acostumbrados. Por otro lado, los hostels o albergues de mochileros tampoco tienen presencia en la isla.
Si, como es nuestro caso, preferís viajar por libre, la opción perfecta son las “casas de renta”. Se trata de casas particulares, en las que se alquilan una o varias habitaciones, normalmente con baño propio. Suelen tener un precio bastante bueno (alrededor de 25€ la noche), están bastante limpias y, aunque deberían suponer la oportunidad de un contacto más estrecho con nuestros anfitriones cubanos, esto en la mayor parte de los casos no es así (parecen casi más un bed & breakfast).  Además, generalmente ofrecen desayunos (fruta, café, tostadas, tortilla…) y también cenas, que incluyen pescado, arroz moro, pollo o, incluso, langosta. En nuestro caso los desayunos fueron muy similares en todas las casas, pero las cenas que probamos fueron abundantes, muy buenas y por precios más que razonables (10-12 €/persona).

¡El pescado estaba riquísimo!
En todas las ciudades que visitemos habrá numerosas casas de renta, por lo que encontrar alojamiento no va a suponer ningún problema. Sí que es cierto que muchas de ellas no están en internet (es escaso en Cuba), por lo que solo podremos reservar unas pocas a través de plataformas como Airbnb. Llamar por teléfono previamente, escribir un correo electrónico (con mucho tiempo de antelación) o, simplemente, buscar una casa cuando lleguemos a la ciudad son opciones igualmente válidas.
Si optamos por esto último, debemos fijarnos bien en que dispongan del signo oficial de “Arrendador divisa”, puesto que existen numerosas casas extraoficiales. En las oficiales nos pedirán el pasaporte para rellenar todos los datos que precisan de cara a los frecuentes controles gubernamentales. Además, es imprescindible que no caigamos en manos de algún jinetero que nos embauque llevándonos a alguna casa, la cual deberá pagar algo al indeseable acompañante. 
Signo oficial de «Arrendador divisa», el cual debe estar bien visible en la entrada de la casa en que nos alojemos.
En nuestro caso reservamos varias por Airbnb y otras por correo electrónico, puesto que preferíamos ahorrarnos el tiempo de búsqueda al llegar a la ciudad. En general estamos contentos porque las habitaciones eran grandes, limpias e incluso algunas tenían aire acondicionado. Por el contrario, en un par de ellas tuvieron detalles algo feos (timo/intento de timo) que nos obliga a no recomendarlas.
Vamos a describirlas una a una:
– La Habana: Hostal Cazares
La reservamos mediante Airbnb. La dirección que aparecía en la página web era distinta a la que se encontraba la casa, por lo que nos costó muchísimo encontrarla. Aunque en un primer momento no nos gustó el ambiente al recibirnos, luego el trato fue adecuado aunque nada del otro mundo. La habitación era pequeña pero correcta y limpia, aunque sin aire acondicionado. El desayuno abundante y variado. La casa se localiza a unos 5 minutos caminando del Malecón, en el barrio de Vedado. Cerca había restaurantes y bares. El centro de La Habana, en cambio, estaba algo más alejado (unos 30-35 minutos).
Precio: 79 € por 3 noches (26,3 €/noche).
Lo mejor: buena localización, barrio tranquilo.
Lo peor: el lúgubre recibimiento y la dificultad para encontrarla.
Nota: un 5. 
Habitación pequeña y sobria.
El baño también pequeño, sencillo.
Decoración escueta y sin ventanas al exterior.
– Cienfuegos: Hostal Teresa
Tras las paredes de una colorida y pequeña casa, próxima a la estación de autobuses de la ciudad, encontramos a Teresa, quien nos recibió con una cálida sonrisa y un zumo natural. Sin duda, la persona más agradable de todo nuestro viaje. Reservamos la casa por Airbnb. La habitación era amplia, con aire acondicionado y disponía de una nevera donde poner a enfriar la bebida. En el recibidor había un par de mecedoras donde compartimos una agradable conversación con Teresa. El desayuno muy bueno.  Situada cerca del centro, a unos 10 minutos de agradable paseo.
Precio: 26€.
Lo mejor: la amabilidad y calidez de Teresa.
Lo peor: no se nos ocurre nada. Si vais a Cienfuegos es la opción ideal.
Nota: 10, matrícula de honor.
Habitación amplia, luminosa y limpia.
Posando con Teresa en la puerta de su casa.
La habitación disponía de baño, aire acondicionado y nevera.
– Trinidad: Casa Margarita y Nene.
Trinidad es una ciudad hermosa en la que abundan las casas de renta. Muchas de ellas se encuentran en las calles más turísticas, con precios más elevados. Casa Margarita y Nene se encuentra algo separada de dichas calles (a unos 10-15 minutos andando), pero lo compensa con creces al ofrecer una habitación muy grande y limpia, junto con unas amplias terrazas donde poder disfrutar tranquilamente del atardecer o del transcurrir de la vida en las calles de Trinidad. La reservamos mediante Airbnb. El desayuno lo sirven en la terraza superior, en un ambiente agradable. Margarita y Nene son bastante atentos, nos dejaron (al contrario que en otras casas) las llaves para poder entrar y salir de la casa cuando quisiéramos.
Precio: 84€ por 3 noches (28€/noche)
Lo mejor: disfrutar del atardecer desde una de sus terrazas.
Lo peor: el aire acondicionado tenía muy poca potencia y pasamos un calor horrible por las noches.
Nota: 8.
Habitación colorida donde las haya.
Pequeña terraza donde disfrutar de un rato de lectura o, como es el caso, un pequeño tentempié.
En la terraza superior sirven los desayunos, más que correctos.
Gracias por todo, Margarita. Ha sido un placer.

– Santa Lucía: Renta Santa Lucía

Contratada por email. La zona de Santa Lucía es menos turística que otras zonas de Cuba, lo que influye en el alojamiento. En nuestro caso era una pequeña casita rodeada de un gran jardín con tumbonas, perfecto para relajarse y tomar el sol o leer. La habitación y el desayuno correctos. Nos quedamos a cenar y nos ofrecieron pescado y langosta acompañados de arroz y plátano frito, todos ellos riquísimos (10€ persona). Situado próximo a una playa que no es gran cosa; aunque tranquila para pasear. Como anécdota negativa, al preguntar cómo llegar a la estación de autobús la dueña (abuela) nos dijo que el autobús paraba delante de la casa; el hijo nos dijo que no, que teníamos que salir desde la estación, por lo que debíamos ir en taxi, que contrató él. Hicimos caso al hijo y después vimos que nos había timado (ni era taxi, ni la estación de autobús estaba tan lejos y…sí, el autobús pasaba por delante de la casa).
Precio: 50€ las dos noches.
Lo mejor: las cenas y el jardín.
Lo peor: es lamentable timar a tus huéspedes, siendo que se han quedado dos noches y ambas han cenado en tu casa.
Nota: si obviamos el timo, un 8. Pero, repetimos, timar a tus huéspedes está muy feo.
Interior de la pequeña casa, sin lujos pero correcto.
Lo mejor del alojamiento era el estupendo jardín. En primer plano las mesas donde se sirven los desayunos y cenas.

– Viñales: Casa Mary Luz

Contratada por Airbnb, Casa Mary Luz fue una gran elección. Aunque nos escribieron diciendo si queríamos taxi para llegar desde la estación de autobuses a la casa (hay como unos 200 metros… ¿intento de timo?), el trato fue muy correcto. Pasamos cuatro noches en una habitación muy amplia y limpia, con desayuno y cena muy buenos. La casa está situada en una calle paralela a la principal, cerca de varios bares y restaurantes. Nos pusieron en contacto con un joven que alquilaba bicicletas y el trato fue relativamente familiar. Fue una buena experiencia.
Precio: 93€ las cuatro noches (23,25€/noche).
Lo mejor: habitación amplia, casa muy bien situada.
Lo peor: el taxi que nos propusieron contratar para recorrer unos 200 metros…
Nota: un 7,5.
Habitación muy amplia, con vistas a la calle.
El baño también es amplio y está limpio.
Contemplando a través de la ventana.
Con esta entrada acabamos la serie de artículos introductorios sobre Cuba, a partir de la próxima semana contaremos nuestras experiencias en detalle recorriendo La Habana y demás lugares de Cuba. ¡Nos vemos pronto!
Tomando notas del viaje, desde la terraza de Casa Margarita y Nene, en una calle menos turística de Trinidad.

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