Dos días en Yosemite: excursiones por el paraíso de lo vertical
El Parque Nacional de Yosemite es, sin lugar a dudas, uno de los sueños de cualquier viajero amante de las actividades en la naturaleza. Excursiones, rutas en bicicleta y observación de aves son algunas de las más populares; por otro lado, la escalada tiene en Yosemite uno de sus centros de referencia a nivel mundial.
Yosemite se encuentra en pleno centro de la Sierra Nevada, en el estado de California. Se halla a unos 300 kilómetros de San Francisco, 500 de Los Ángeles y 650 de Las Vegas.
Tiene una superficie superior a los 3000 km2 y altitudes que varían entre los 650 y los casi 4000 metros del Mount Lyell. Por ello, presenta diversas zonas de vegetación, incluyendo frondosos bosques de coníferas, secuoyas, y robles; en las zonas más elevadas predominan algunas variedades de abetos y de pinos.
Vegetación exuberante.
En el parque habitan más de 250 especies de vertebrados, siendo los más destacados el oso negro, el coyote, el mapache, el ciervo, el muflón, la nutria o el puma. Existen, aunque se ven con menor frecuencia, varias especies de serpientes, lagartos y otros reptiles. Aunque, sin duda, los amantes de las aves tienen en Yosemite un auténtico paraíso, donde poder contemplar al pájaro carpintero, arrendajo de Steller, azor norteño, águila calva, águila real, halcón peregrino, o el cárabo lapón, entre otros.
Un curioso cervatillo, en la zona de Tuolumne Grove.
El proceso de formación del parque es, geológicamente hablando, muy interesante. Hace unos 10 millones de años la zona donde actualmente se encuentra Yosemite, formada por roca granítica, se elevó y, después, fue progresivamente erosionado por inmensos glaciares. De ahí la forma de U del valle de Yosemite. Posteriormente, los ríos Tuolumne y Merced continuaron esculpiendo las montañas, prosiguiendo dicha obra en la actualidad.
Valle de Yosemite, con su característica forma de U.
Con respecto al clima, Yosemite se caracteriza por un invierno con precipitaciones (nieve desde noviembre hasta bien entrado abril), siendo el resto de estaciones más secas. Las temperaturas son moderadas, aunque descienden notablemente con la altitud. La combinación de tormentas veraniegas y la baja humedad provoca frecuentes incendios en la zona.
Aunque el terreno fue habitado por indígenas desde hace, al menos, 3000 años, las primeras visitas turísticas a la zona se llevaron a cabo a mediados del siglo XIX. A finales de dicho siglo y comienzos del siglo XX empezaron a establecerse en el valle algunos hoteles, tiendas y lugares de acampada.
Contemplando las paredes del Liberty Cap.
El auge del turismo llevó a los gobernantes de la época a comenzar la protección del parque en 1864, el cual se constituyó como Parque Nacional en 1890 gracias al esfuerzo del explorador y naturalista John Muir.
En 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, por sus paisajes y biodiversidad incomparables, lo que hizo aumentar las visitas hasta los cuatro millones de personas anuales de la actualidad.
Nosotros visitamos Yosemite durante dos días y medio en nuestro viaje por la Ruta 66 y Costa Oeste de EEUU, siendo uno de los lugares que más disfrutamos. ¿Nos acompañas a conocerlo?
Vistas desde lo alto de Nevada Falls.
Índice de contenidos
¿Cómo llegar a Yosemite?
Antes de comenzar, conviene recordar que el Parque Nacional de Yosemite tiene una extensión inmensa por lo que, para acotar, en las direcciones nos referiremos siempre al Valle de Yosemite, situado en pleno centro del parque.
Es preciso saber, también, que desde noviembre hasta abril (o incluso más) es frecuente que las carreteras se encuentren nevadas. A pesar del buen mantenimiento de las carreteras, es posible que se requieran cadenas para poder moverse por Yosemite. La entrada al parque desde el oeste, por el Tioga Pass (a 3031 metros de altitud) se cierra, habitualmente, desde finales de octubre hasta mayo o incluso junio (info actualizada aquí).
Aunque hay varias compañías de autobuses públicos que llegan hasta el parque, lo habitual es hacerlo en coche. Indicamos, en las siguientes líneas, cómo llegar a Yosemite desde algunas de las ciudades importantes más cercanas:
– San Francisco (y el área de la bahía): dirigirse hacia el este por la I-580, después por la 205 y, finalmente, por la 120. Son unos 300 kilómetros (unas 3 h y 40 minutos).
– Los Ángeles: tomar la I-5 en dirección norte y, posteriormente, la 99 hasta Fresno. Desde esta localidad continuar por la 41 hasta la entrada del parque. Son 500 kilómetros, algo más de 5 horas.
– Las Vegas: la ruta más rápida a Yosemite depende de la época del año y, por tanto, de si está abierto el Tioga Pass:
– Mayo/junio a octubre/noviembre (Tioga Pass abierto): tomar la 95 en dirección norte para, después, desviarnos hacia el oeste por la 266 hasta alcanzar la 395. Tomar esta última en dirección norte hasta el desvío al Tioga Pass por la 120. Son unos 650 kilómetros (aproximadamente 7 horas).
– Octubre/noviembre a mayo/junio (Tioga Pass cerrado): tomar la I-15 en dirección suroeste y, después la 58 hasta Bakersfield. Desde allí rumbo norte por la 99 hasta Fresno y, posteriormente, la 41 hasta la entrada del parque. Son 780 kilómetros (unas 8 horas).
Alojamientos en Yosemite
Las opciones para dormir en Yosemite son variadas y abundantes, y van desde simples terrenos donde plantar nuestra propia tienda hasta lujosos hoteles. Dependerán de nuestro presupuesto y las ganas de aventura que tengamos; aunque, en general, el desembolso económico va a ser importante.
– Acampada: en Yosemite existen 13 lugares de acampada; en algunos es preciso reservar con antelación y en otros conviene llegar temprano para poder encontrar sitio donde plantar la tienda. Desde abril hasta octubre puede ser difícil encontrar sitio; es habitual que las reservas online para los meses de verano se agoten ya el primer día que salen a la venta. En los meses de verano sólo se permite realizar hogueras entre las 17:00 y las 22:00 horas; es obligatorio contar con recipientes para almacenar comida a salvo de los osos. Si deseas reservar lugar para acampar, comienza por leer esto y esto. Los precios parten desde los 20 a 26$ la noche.
Lugares de acampada en Yosemite (obtenido de su página oficial).
– Cabins: cabañas con paredes de lona, que suponen una comodidad intermedia entre los hoteles y el montar tu propia tienda de campaña. Existen grandes poblados (¡alguno de ellos con más de 400 cabañas!) situados en algunas de las zonas más relevantes del parque. El de Tuolumne Meadows sólo está abierto entre junio y septiembre; Housekeeping Camp de abril a octubre y Half Dome Village de abril a diciembre. Aunque en todos ellos hay cabañas de varios tipos, lo habitual es que sean con baño y ducha compartidos, y sin calefacción ni enchufes. Sí tienen mantas, toallas y cajas de seguridad anti osos (para dejar la comida). Nosotros elegimos esta opción, durmiendo en el Half Dome Village, y nos encantó la experiencia. No bajan de 100$ la noche; conviene reservar con meses de antelación puesto que pueden agotarse.
Nuestro poblado en Half Dome Village.
Aquí dormimos. Lo de afuera es una caja con protección anti-osos.
– Hoteles: para los presupuestos más elevados existen opciones de alojamiento más cómodas en Yosemite. El Yosemite Valley Lodge y el Majestic Yosemite Hotel ofrecen todo tipo de lujos a sus huéspedes, incluyendo piscina, buenos restaurantes y bares y cálidas habitaciones. Los precios parten de unos 250$ en el Yosemite Valley Lodge y de 500$ en el Majestic.
Visitar Yosemite: datos prácticos
Existen una serie de consideraciones a tener en cuenta a la hora de organizar una visita a Yosemite. Además de planificarlo con tiempo, fundamentalmente por el tema de los alojamientos, creemos que es importante saber:
– Época del año: Yosemite está abierto los 365 días del año; sin embargo, en función de la época que viajemos podremos realizar una serie de actividades u otras. En invierno y primavera abunda la nieve, suelen ser necesarias las cadenas y la carretera del Tioga Pass está cerrada. En verano se puede aprovechar al máximo el parque; por el contrario, es temporada alta y puede haber colas para llegar y demasiada gente en las rutas más populares. Otoño es una época más tranquila, en la que se puede aprovechar muy bien el parque (si no se adelantan las nevadas); no obstante, Yosemite no se caracteriza por ser especialmente bonito en esta época y, además, las cascadas y ríos bajan con menos caudal en otoño.
En verano y comienzos de otoño puede haber mucha gente en las rutas más populares.
– Precio: la entrada a Yosemite cuesta 35$ por coche (no hay cargo adicional por ocupantes) y tiene validez para una semana. Si disponemos del Annual Pass (80$ por todo un año, válido para dos propietarios distintos), la entrada va incluida en dicho pase.
– Duración de la visita: Yosemite es interminable. Si únicamente deseamos movernos en coche por sus miradores más famosos y pasear por el fondo de Yosemite Valley, con uno o dos días sería suficiente. Si, por el contrario, nos gusta el senderismo, podemos emplear todos los días que queramos, aunque con 2 o 3 días podemos hacernos una idea del valle.
La lista de rutas senderistas es larguísima.
– Permisos: de manera general, podemos movernos libremente por el parque. Sin embargo, para acceder al Half Dome o para realizar acampada libre en las largas rutas dentro del parque, se necesita solicitar permiso con antelación. Conviene informarse en la página web de Yosemite o preguntar a los rangers del parque.
– Meteorología: tal y como comentábamos antes, la nieve está presente en el parque desde noviembre a abril o mayo, lo que debemos tener en cuenta a la hora de planificar nuestras rutas. En verano y otoño, a pesar del clima seco, puede haber tormentas esporádicas con gran aparato eléctrico. Fruto de ello, los incendios en la zona son frecuentes.
En verano y otoño suele lucir un sol radiante.
– Ropa y calzado: si vamos a realizar alguna de las rutas senderistas del parque, es preciso hacerlo bien equipados. No debe tranquilizarnos el hecho de caminar por rutas muy transitadas, estamos en terreno de montaña y hay que tomar precauciones. Botas con buena suela, ropa de abrigo e impermeable son imprescindibles.
Estamos en terreno de alta montaña. Conviene ir bien equipados y preparados.
– Conducir: las carreteras del parque están en buen estado. Sin embargo, en algunas zonas son estrechas y sinuosas, y pueden tener nieve/hielo en los meses fríos. Si vamos entre noviembre y abril o mayo deberemos ir provistos de cadenas, por si acaso. Precaución también con la fauna el parque, así que a conducir despacio.
– Peligros: estamos en territorio de montaña, así que hay que prestar atención al camino, a las caídas de rocas y a los cursos de agua. En caso de previsión de tormentas, buscar refugio (los rayos en la zona son muy frecuentes). Por último, en el parque habitan osos negros y pumas, entre otros. Más adelante hablamos de esto.
– Recuerda: respeta la flora y la fauna; llévate únicamente fotografías (y no flores, piedras u otros recuerdos del parque).
Respeta la flora y fauna: llévate sólo fotografías.
¿Qué hacer en Yosemite?
Un parque de esta magnitud ofrece incontables oportunidades de entretenimiento y contacto con la naturaleza. Vamos a describirlos brevemente:
– Senderismo: en todo el parque hay más de 1200 kilómetros de senderos, aunque la mayor parte de los visitantes únicamente realizan los que parten de Yosemite Valley. Desde los muy sencillos, como el de Happy Isles o el de Mariposa Groove, hasta los más largos y duros (Half Dome Trail, Upper Yosemite Falls), todos son de una indudable belleza. Por otro lado, algunas rutas de larga distancia recorren o atraviesan el parque, e implican acampar en medio de la naturaleza, aptas para los que estén más en forma y con más ansias de aventura (se requiere permiso para realizarlas). Aquí tenéis un listado pormenorizado de las diversas rutas en el parque.
Senderos infinitos.
– Rutas en coche: las carreteras que recorren el parque de Yosemite lo hacen por unos parajes impresionantes. Acercarse al Glacier Point (una hora en coche desde Yosemite Valley) o recorrer Tioga Road hasta el Tioga Pass (62 km, algo más de hora y media) son algunos de los más famosos y recomendables.
– Escalada: Yosemite es una de las mecas mundiales de la escalada. Valientes de todo el mundo sueñan con ascender sus paredes, como El Capitán, que con sus 900 metros verticales, es un auténtico desafío.
El Capitán, sueño y pesadilla de numerosos escaladores.
– Rutas en bicicleta: aunque no es una de las actividades más populares, existen 18 kilómetros de caminos para bicicleta en Yosemite Valley.
– Rutas a caballo: algunas rutas del parque se pueden realizar a caballo.
– Observación de aves: Yosemite es un lugar ideal para los amantes de la ornitología; hasta 265 especies diferentes se pueden contemplar a lo largo del año.
En estos bosques habitan numerosas especies de aves.
Osos en Yosemite: ¿Cuánto me preocupo?¿Qué hacer?
En el Parque Nacional de Yosemite habitan centenares de osos negros, un animal curioso, con buen olfato y un apetito voraz. Aunque tienen una dieta basada en las bayas, frutos e insectos, si el visitante de Yosemite deja su comida olvidada o abandonada, los osos pueden encontrarla y acercarse a las zonas concurridas. Si esto ocurre en repetidas ocasiones, los osos pierden el miedo innato a los seres humanos, se vuelven agresivos y pueden producirse conflictos. En dichos casos, los rangers se han visto obligados a sacrificarlos para proteger a la gente.
En Yosemite encontraremos, de vez en cuando, carteles de cómo guardar la comida.
Si seguimos una serie de consejos, reduciremos los riesgos al mínimo:
– Evitar el contacto con los osos: aunque parece una obviedad, es fundamental. Si vemos un oso cerca o que se acerque a nosotros (lo cual no es tampoco muy probable) debemos gritar o hacer ruido para asustarlo. Si estamos varias personas, debemos juntarnos y adoptar una postura «intimidante» (simulando hacernos grandes), con el mismo objetivo.
– Si vemos un oso lejos (a más de 50 o 100 metros): no debemos acercarnos.
– Si estamos varias personas, nunca rodear al oso. Debemos dejarle sitio para que se vaya.
– Si caminamos solos, conviene pegar un grito de vez en cuando, para advertir a los osos de que estamos por allí.
– Los rangers pueden realizar patrullas tanto diurnas como nocturnas para ahuyentar a los osos que se estén acercando a las zonas más turísticas.
– Guardar bien la comida: con comida nos referimos a cualquier cosa que pueda atraer a un oso, esté bien envasada o no (comida, bebida en latas o botellas, jabón, cosméticos, basura, cubiertos o platos sin fregar…). En las cabinas (Half Dome Village, Housekeeping Camp) y en las acampadas por libre, debemos almacenar todo ello en unas cajas habilitadas a tal efecto. Está prohibido almacenar comida en los coches durante la noche; los osos son capaces de abrir maleteros o destrozar ventanillas en busca de alimentos.
– Los sprays de pimienta o anti osos están prohibidos en el parque.
Estas grandes cajas, a prueba de osos, se encuentran en la puerta de las cabañas del Half Dome Village. Encontraremos otras por todo el parque.
A pesar de todo ello, la probabilidad de toparnos con un oso no es nula. Hemos de decir que, aunque antes de caminar por el parque era algo que nos preocupaba, una vez vivida la experiencia no es para tanto. Basta con estar vigilantes y saber las normas básicas.
Para tranquilizar, es bueno saber que, a pesar de haber entre 500 y 700 osos y más de 4 millones de visitantes anuales al parque, nunca ha habido heridos graves ni fallecidos por ataque de oso en la historia de Yosemite.
Así que… ¡a disfrutar la visita!
Aunque haya osos… ¡podemos disfrutar de Yosemite al 100%!
Nuestra experiencia en Yosemite
En nuestro caso, tras recorrer la zona de Mammoth Lakes y visitar la localidad de Bodie, accedemos al Parque Nacional de Yosemite por el este, atravesando el Tioga Pass. Estamos a comienzos de octubre, pronto la nieve cubrirá la zona y esta entrada al parque estará cerrada.
Recorremos toda la Tioga Road mientras atardece, contemplando cómo las últimas luces del día tiñen de colores cálidos las paredes del Half Dome.
Tras encontrar más tráfico de la cuenta y estar un buen rato parados en la carretera, finalmente llegamos a nuestro alojamiento, el Half Dome Village, donde pasamos la noche.
Caen las últimas luces del día sobre el Half Dome.
Hemos pasado un poco de frío a pesar de las mantas que nos habían suministrado, por lo que no hemos descansado del todo bien. Pero tras desayunar, guardar la comida y basura en la caja anti osos y preparar la mochila, nos disponemos a conocer el valle.
Tomamos el coche y lo dejamos en el Yosemite Valley Trailhead Parking donde, a pesar de que es relativamente temprano, numerosos vehículos y visitantes ocupan su plaza.
Desde este punto parte un camino con numerosos destinos.
Caminamos, por la carretera, los escasos metros que nos separan del Happy Isles Bridge, donde comienza el Mist Trail, que nos llevará a las cascadas que forma el Río Merced (las Vernal y Nevada Falls). El camino, que transcurre bajo las impresionantes paredes graníticas del Monte Broderick y el Liberty Cap, ofrece unas alucinantes vistas panorámicas y nos cuesta unas dos horas hasta su parte superior. Para descender optamos por realizar una ruta circular y descender recorriendo, parcialmente, el John Muir Trail. En total son algo más de 13 kilómetros (con 660 metros de desnivel), lo que nos lleva unas 4 horas y 20 minutos.
Contemplando la Cascada de Vernal.
Una vez llegamos a la carretera, contentos con la experiencia pero no cansados del todo, decidimos realizar un breve paseo hasta el Mirror Lake.
Se trata de una ruta sencilla, de 4 kilómetros ida y vuelta, que nos lleva hasta un lago en el que habitualmente se reflejan las paredes de Yosemite, de ahí su nombre. Sin embargo, estamos en pleno otoño, por lo que apenas hay agua y el lago está medio seco. No obstante, es un paseo entretenido por una bella zona de bosques.
Llegando a Mirror Lake, situado bajo enormes paredes.
Para contemplar el atardecer nos dirigimos a Glacier Point, lo cual nos lleva casi una hora en coche. Allí, junto a decenas de personas, contemplaremos el mágico momento en el valle. Pero antes, hacemos una breve parada en Yosemite Tunnel View, otro mirador en la carretera de ascenso a Glacier Point, que también tiene una vista increíble.
Tras el atardecer, muy frío pero hermoso, regresamos al campamento. Nos damos una merecida ducha, salimos a ver un poco una tienda de recuerdos y, tras cenar, nos vamos a dormir. Mañana será otro (duro) día.
La gente se agolpa en Glacier Point para ver el atardecer.
Hoy hemos pensado en realizar otra ruta, bastante más dura que la del día anterior. Desayunamos y recogemos todo, puesto que esta noche ya no dormimos en el interior de Yosemite.
Cargamos todo en el coche y nos dirigimos al aparcamiento situado justo al comienzo de la ruta a Lower y Upper Yosemite Falls. Es la ruta que haremos hoy.
La senda, que asciende vertiginosamente para superar un total de 1150 metros de desnivel positivo, es dura pero nos permite alcanzar la parte superior de Yosemite Falls y, posteriormente, el Yosemite Point; las vistas desde allí son fabulosas.
La ruta completa son casi 13 kilómetros, lo cual nos lleva 5 horas y media, incluyendo paradas.
Hasta ahí arriba debemos ascender. Son nada menos que 739 metros de cascada, la 5ª más alta del mundo.
Pedazo de vistas hay desde aquí.
Pese a lo duro de la ruta, nos quedamos con ganas de más, por lo que cogemos el coche y nos dirigimos hacia el oeste, hasta aparcar en la entrada del Tuolumne Grove Trail. Se trata de otra ruta circular bastante sencilla (4,6 kilómetros, 150 metros de desnivel positivo), que transcurre por un bonito bosque en el que podemos contemplar un buen puñado de gigantescas secuoyas. En época otoñal, el resto de árboles muestra sus más bellas galas, haciendo de este paseo una auténtica delicia.
Enorme secuoya.
¡Qué tamaño tenía este árbol!
Tras algo más de una hora realizando esta última ruta, debemos despedirnos de Yosemite. Ha sido una auténtica pasada recorrer algunos de sus rincones más emblemáticos, pero ahora toca poner rumbo al este, para llegar a San Francisco.
Pero eso, ya sabes… ¡lo contaremos en próximas entradas del blog!
Vamos ahora a finales de abril a la costa oeste y estamos sacando muchísima información y muy bien contada de vuestro blog… ¡¡Muchas gracias!!
¿Tenéis previsto publicar algo de San Francisco, Big Sur y Los Ángeles? Nos vendría muy bien para organizar lo que nos queda del viaje 🙂
Conbotasymochila
¡Hola, Repanchingao!¡Gracias por tus palabras!
Sí, ¡lo tenemos previsto!De hecho, de todo nuestro viaje por la Ruta 66 sólo nos queda un trekking en Yosemite, San Francisco, el Big Sur y Los Ángeles.
Lo único es que, con el trabajo que tenemos últimamente, no sabemos si antes de finales de abril nos habrá dado tiempo de publicarlo todo. ¡Lo intentaremos!
Disfrutad mucho y cualquier duda que tengáis, nos puedes preguntar por aquí o por nuestras redes sociales.
¡Un abrazo!
¡Hola!
Vamos ahora a finales de abril a la costa oeste y estamos sacando muchísima información y muy bien contada de vuestro blog… ¡¡Muchas gracias!!
¿Tenéis previsto publicar algo de San Francisco, Big Sur y Los Ángeles? Nos vendría muy bien para organizar lo que nos queda del viaje 🙂
¡Hola, Repanchingao!¡Gracias por tus palabras!
Sí, ¡lo tenemos previsto!De hecho, de todo nuestro viaje por la Ruta 66 sólo nos queda un trekking en Yosemite, San Francisco, el Big Sur y Los Ángeles.
Lo único es que, con el trabajo que tenemos últimamente, no sabemos si antes de finales de abril nos habrá dado tiempo de publicarlo todo. ¡Lo intentaremos!
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¡Un abrazo!