
Además de sus nevadas cumbres, sus ibones de aguas calmadas y sus idílicos valles verdosos, el Pirineo aragonés esconde un buen puñado de sierras exteriores, menos conocidas pero que, sin embargo, merece la pena descubrir.
Es el caso del entorno del Monasterio de San Juan de la Peña y de la Peña Oroel, un frondoso mar arbolado sobre el que asoman cumbres modestas que, no obstante, constituyen excelentes miradores.
Uno de esos ejemplos es el Pico de San Salvador, en cuya cima se asienta una ermita sencilla y sobria. La ruta, cómoda, pues transita en su totalidad por pista, se puede realizar en familia (incluso en bicicleta o raquetas de nieve) y permite obtener una panorámica inmejorable de la Peña Oroel y gran parte de la Jacetania.
Hoy ascendemos el Pico de San Salvador desde el Monasterio nuevo de San Juan de la Peña. ¿Nos acompañas a conocer un poco más?
Índice de contenidos
¿Cómo llegar?
El punto de partida de la ruta se encuentra en el inicio de una pista, cerrada por una barrera, que lleva a la Ermita y Pico de San Salvador, en la parte posterior del Monasterio nuevo de San Juan de la Peña..
Para llegar hasta allí, desde Jaca, lo más rápido es dirigirse hacia el oeste por la N-240 (dirección Pamplona) y tomar el desvío por la A-1603 que, tras unos revirados y ascendentes 12 km, llega al Monasterio nuevo de San Juan de la Peña.
Allí hay, bien señalizado y habilitado, un gran aparcamiento.

Datos técnicos
Fecha: 7 de enero de 2022.
Inicio y fin de la ruta: barrera de la pista, junto al Monasterio nuevo de San Juan de la Peña.
Itinerario: barrera – desvío al repetidor – Cima Pico de San Salvador – desvío al repetidor – barrera.
Distancia: 11,8 km.
Desnivel acumulado: 455 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 1201 metros (Monasterio nuevo de San Juan de la Peña).
– Máxima: 1547 metros (cima Pico de San Salvador).
Duración sin paradas: 2 horas y 55 minutos.
Duración, por partes:
– 55 minutos hasta el desvío al repetidor (incluye 10 minutos de descanso).
– 1 hora y 45 minutos hasta la cima del Pico San Salvador (15 minutos de descanso).
– 3 horas y 25 minutos hasta el final de la ruta (incluye 5 minutos de descenso).
Dificultad/recomendaciones:
– Ruta sencilla, que transcurre totalmente por pista, ideal para hacer en familia (como único problema la distancia, moderada).
– Buena señalización en los pocos desvíos que existen, aunque hay que prestar algo más de atención al llegar al desvío del repetidor.
– Existe la posibilidad de realizar una ruta más o menos circular, ascendiendo por una senda más al sur (que transcurre próxima a los cortados) y regresando por la pista. Si bien esta opción está señalizada en los paneles indicadores, la opción más cómoda (y recomendable, al menos en invierno) es ida y vuelta por pista.
– Aprovechando el desplazamiento, siempre merece la pena visitar el Monasterio nuevo y, sobre todo, el Monasterio viejo de San Juan de la Peña.
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.



Nuestra experiencia en la ruta a la Ermita y el Pico de San Salvador
Tras un hermoso y soleado día realizando una ruta con raquetas por el Valle de Aísa, las previsiones meteorológicas vaticinan la entrada de un frente frío de norte acompañado de lluvia y nieve. Por tanto, parece conveniente alejarse un poco de la divisoria en busca del tibio sol invernal y, así, poder realizar una salida al monte algo más cómoda.
Y la ruta que lleva a la Ermita y el Pico de San Salvador parece la opción ideal, partiendo desde el siempre entorno del Monasterio nuevo de San Juan de la Peña, en el paisaje protegido homónimo.
Dejamos el coche en el aparcamiento y rodeamos el Monasterio nuevo hasta llegar a su parte trasera. Allí, cerrada al tráfico rodado por una barrera, comienza una pista señalizada con un gran panel explicativo. Lo tenemos sencillo: únicamente hemos de seguir el sendero S-4 “Ermita de San Salvador”, tal y como indica el cartel.

El camino comienza cómodo, por pista asfaltada que asciende sin dificultad en dirección oeste, atravesando un pinar.
Conforme ganamos altitud el pinar se abre, y un viento gélido de norte nos golpea. Si bien el día parece soleado, algunas nubes bajas se mueven raudas sobre nuestras cabezas. Día invernal, poco apacible.

Llegamos a una suerte de collado en que intuimos el desvío a la senda que realizaría la ruta circular. Decidimos, sin embargo, continuar por la pista, que ahora vira a la derecha, ya por un tramo abierto del todo, y con unas excelentes vistas del Monasterio nuevo de San Juan de la Peña, con la imponente Peña Oroel de fondo. Escondido bajo la roca, casi camuflado, el Monasterio viejo completa la fascinante estampa de los iconos de la Jacetania.

Continuamos por la pista principal, obviando un desvío a la derecha que nos llevaría a la Ermita de Santa María de Gotolas, siguiendo las indicaciones de un pequeño letrero verde (1,6 km, 27 minutos, 1303 metros de altitud).

Nos adentramos de nuevo en terreno boscoso, en continuo ascenso y pronto llegamos al desvío al repetidor, punto final de la pista asfaltada. Debemos reparar en un camino, ancho pero ya de tierra, que continúa hacia la derecha (oeste), señalado con un poste algo difícil de ver (3km, 53 minutos, 1414 metros).


Fruto de la altitud, cada vez vamos encontrando más restos de nieve que tiñen los alrededores de blanco, dotando de una belleza inusitada al sencillo bosque en que nos encontramos. Este tramo comienza con unos metros de ligeros subeybajas, para luego volver a ganar desnivel y sumirnos, progresivamente, en la niebla.


El ambiente se torna místico por momentos, con una fantasmagórica neblina y un par de árboles caídos sobre el camino que, no obstante, permiten el paso con suma comodidad.

Obviamos otro desvío a la derecha, debiendo continuar nosotros por la pista principal, y llegamos pronto a un falso collado coronado por un enorme árbol, desde el cual tenemos buenas vistas hacia el sur. Apenas nos detenemos, puesto que sabemos que nuestro objetivo se halla cercano.


Y así es: tras remontar un par más de curvas vemos la nevada rampa final que nos conduce a la Ermita de San Salvador, situada en la cima del pico homónimo (6 km, 1 hora 45 minutos, 1547 metros).
Gélidas ráfagas de viento nos reciben en la cumbre, en que la ermita y el hito cimero se encuentran parcialmente congeladas. Dicho viento, eso sí, barre las nubes y permite que el sol ilumine todo el entorno, otorgándonos unas vistas privilegiadas de toda la parte sur de la Jacetania. Desde Jaca a Collarada (que intenta asomar, de vez en cuando, entre el temporal de nieve), pasando por la Canal de Berdún. Mirando hacia el este, la siempre espectacular Peña Oroel.




A duras penas conseguimos tomar unas fotos cimeras, pues el viento y el frío no son nuestros mejores aliados. Para resguardarnos, aunque sea momentáneamente, entramos a visitar la sobria Ermita de San Salvador.


Tras ello emprendemos el descenso, a buen ritmo, por el mismo camino.
Con mejores vistas, pues la niebla se ha disipado del todo, el andar por estos parajes es mucho más agradable.
Merece la pena detenerse, sin duda, a contemplar la magnífica postal que forman la Peña Oroel con el Monasterio nuevo de San Juan de la Peña en primer plano. Además, nos fijamos que en algún momento también se intuye el cobijo rocoso en que se halla el Monasterio viejo.

Descendiendo por la misma pista, a ritmo alegre, llegamos de nuevo a la barrera que supone el fin de la ruta.
En conclusión, la excursión a la Ermita y el Pico de San Salvador supone una excelente alternativa a las rutas de alta montaña, permitiendo disfrutar en familia de unas espléndidas vistas de la Jacetania y gran parte del Pirineo aragonés.

Hola.
Una zona muy maja, está de San Juan de la Peña. En su día, subí al Cuculo y San Salvador, pero en circular desde Santa Cruz de la Seros.
La opción que va por la cresta, para mí, es imprescindible, mucho mejor que por la pista, es lo suficientemente ancha para caminar por ella con facilidad y a cambio, ofrece unas vistas espectaculares.
Salud y montaña
Hola, Eduardo.
Sí, habíamos visto también la ruta circular desde Santa Cruz de la Serós, pero optamos por la opción más cómoda. Imaginamos que la opción de la cresta debe ofrecer unas vistas magníficas, pero la ruta sencilla por la pista nos pareció más fácil en un día de meteo algo incómoda.
Un saludo y gracias por tus aportaciones.
Pedro y Paula