
Uno de los parajes que más nos ha sorprendido últimamente ha sido el del Ibón de Lavasar con las magníficas Agullas de Lavasar de fondo, en un recóndito rincón del Valle de Chistau. Algunos amigos y conocidos lo habían visitado y esa imagen, tan bucólica como ruda y agreste se grabó en nuestra retina; tocaba ya acercarse a conocerlo.
Se trata de un ibón (termino aragonés para referirse a los lagos de montaña de origen glaciar) poco visitado y con una característica sumamente especial: es efímero. Cuando caen las nieves invernales se congela y queda completamente cubierto bajo un grueso manto blanco; cuando llegan los calores primaverales la nieve se funde y permite contemplarlo en estado líquido durante unas pocas semanas. Con el verano el ibón se seca y desaparece hasta el siguiente año. Curioso, ¿verdad?
Hoy te presentamos una ruta relativamente solitaria, a un enclave sobrecogedor y sorprendente; hoy nos acercamos al Ibón de Lavasar partiendo desde el Refugio de Lavasar. ¿Nos acompañas a conocer un poco más sobre esta ruta?
Índice de contenidos
¿Cómo llegar?
El inicio de la ruta se encuentra en el aparcamiento junto al Refugio de Lavasar, a 1928 metros de altitud, punto de partida también para la popularísima ruta al Ibón de Plan/Basa la Mora.
Para acceder a dicho refugio hay que llegar al Valle de Chistau, y tomar el desvío hacia la localidad de Saravillo, atravesando toda la localidad. A la salida de la misma comienza una pista, que debemos tomar. Dicha pista es de pago (3€, se pagan en una máquina a la salida del pueblo, bien visible), y recorre unos 14 km hasta llegar al refugio. La pista se encuentra en buen estado, accesible para cualquier tipo de vehículo (aunque aquellos más bajos deben ir con más cuidado). En invierno y hasta bien entrada la primavera puede tener nieve/hielo, por lo que conviene informarse previamente si se puede llegar hasta el refugio o hay que dejar el coche más abajo.
El aparcamiento es grande, aunque al ser inicio de la ruta al Ibón de Plan es posible que haya numerosos vehículos ya aparcados si no se madruga o se va en días festivos.
La ruta comienza retrocediendo unos 400 metros por la pista, por un sendero señalizado con indicaciones de “Monticiello/La Fuen fría”. Junto a este inicio de la senda hay hueco para aparcar dos o tres coches, aunque parece más lógico dejar el vehículo en el aparcamiento principal.


Datos técnicos
Fecha: 29 de mayo de 2022.
Inicio y fin de la ruta: Refugio de Lavasar.
Tipo de ruta: ida y vuelta.
Itinerario: Refugio de Lavasar – Pista – Desvío sendero “Monticiello/Fuen fría” – Desvío no señalizado – Plan de Cometaslibro – Ibón de Lavasar – Plan de Cometaslibro – Pista – Refugio de Lavasar.
Distancia: 7,82 km.
Desnivel acumulado: 594 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 1888 metros (inicio de la senda de Monticiello/Fuen fría).
– Máxima: 2427 metros (collado junto al Ibón de Lavasar).
Duración sin paradas: 3 horas y 15 minutos.
Duración, por partes:
– 5 minutos hasta el desvío a la senda de Monticiello/Fuen fría.
– 35 minutos hasta el desvío no señalizado (5 minutos de descanso).
– 1 hora y 50 minutos hasta el Ibón de Lavasar (40 minutos de descanso).
– 3 horas y 55 minutos hasta el coche.
Dificultad/recomendaciones:
– Ruta sin pasos complejos, aunque no demasiado bien señalizada y que transcurre, en parte, por una pedrera algo incómoda.
– Hay que prestar atención para encontrar el desvío que se introduce en el bosque para acceder al Plan de Cometaslibro, únicamente señalizado con un pequeño hito de piedras.
– El último tramo antes del acceso al Ibón de Lavasar tiene fuerte pendiente y suele guardar nieve hasta mediados de mayo o principios de junio.
– El Ibón es efímero: sólo se puede contemplar, en estado líquido, unas pocas semanas al año, generalmente a partir de mediados/finales de mayo.
– La estampa del Ibón de Lavasar (conocido en algunos mapas simplemente como L’ibonet) con las Agullas de Lavasar (en otros mapas Punta Roya, Puntons de l’ibonet o Es Puntons Royos) de fondo es una de las más espectaculares de todo el Pirineo aragonés.
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.



Nuestra experiencia en la ruta al Ibón de Lavasar
Ganas, muchas ganas de acercarnos a este rincón del Pirineo. Lo hemos visto en fotos, nos han hablado de él y no queremos desaprovechar esta breve ventana de tiempo en que el Ibón de Lavasar muestra su mejor cara. O, casi mejor dicho, se muestra como ibón que es, puesto que desaparece durante bastantes meses cada año.
Dicho y hecho, madrugón y rumbo hacia el siempre gratificante Valle de Chistau. Pagamos la pista que asciende hasta el Refugio de Lavasar y dejamos allí el vehículo.
A diferencia de lo que hace la mayor parte de la gente en este punto, nosotros retrocedemos unos cuatrocientos metros por la pista, hasta llegar a una curva en herradura donde existe lugar para dejar dos o tres coches. De allí parte un desvío, señalizado con un cartel (“Monticiello/La Fuen fría”), y que debemos tomar (0,4 km; 5 minutos; 1888 metros de altitud).

Dicho camino, ancho y cómodo, se introduce por un bosque de pinos, ascendiendo suavemente. De vez en cuando el bosque se abre y nos permite gozar de unas espléndidas vistas, destacando algunas viejas conocidas montañas, como Sestrals, Castillo Mayor, los tresmiles de Ordesa (y su rey Monte Perdido), Robiñera, La Munia… La ruta comienza fuerte con estas panorámicas.
Seguimos caminando, siempre en suave ascenso, rumbo suroeste. Enseguida el bosque se abre del todo, de manera que el camino desemboca en una gigantesca pedrera que debemos cruzar, por un camino claramente marcado y nada incómodo.



Sobrepasado este tramo nos volvemos a introducir en bosque, ahora menos frondoso, siguiendo por un ancho camino. En unos pocos minutos debemos reparar, a la izquierda, en un pequeño hito de piedras que nos hace abandonar el camino para continuar por un sendero que serpentea en el bosque. Resulta fácil saltarse este desvío sin darse cuenta, como nos pasó a nosotros (se puede ver en el GPS).

La senda ahora, por bosque, ya adquiere algo más de desnivel, mientras esquiva hábilmente los árboles para trazar el recorrido más cómodo y lógico entre la maraña de pinos. Periódicamente se observa algún hito de piedras que nos confirma que vamos por donde corresponde, puesto que la traza de la senda en ocasiones parece desvanecerse al no ser un sendero excesivamente transitado.
Salimos nuevamente del bosque y ya divisamos, a lo lejos, las imponentes Agullas de Lavasar y un pequeño collado a su izquierda, el cual resulta nuestro objetivo del día.


Debemos superar, ahora, otro tramo más rocoso, aquí sí bien señalizado, siempre rumbo sur. A nuestras espaldas buenas vistas, destacando Punta Suelza y la zona del Bachimala, todavía con sus cumbres nevadas debido a su notable altitud.
Superados unos cuantos metros más de desnivel, llegamos al paraje conocido como Plan de Cometaslibros. Se trata de unas praderas herbosas salpicadas de coloridas flores, que muestra su mejor estampa primaveral e invita a un merecido descanso.


Nosotros, no obstante, seguimos la marcha puesto que cada vez visualizamos más cercanas las Agullas de Lavasar, altaneras y desafiantes desde aquí.
Frente a nosotros ya se delimita claramente el pequeño valle ascendente que nos llevará al collado junto al ibón. Nos queda remontar una sufrida pedrera, con algo más de doscientos metros de desnivel por delante.
Fijándonos bien vemos que existen, aparentemente, dos caminos distintos. Uno que transcurre por la parte central de la pedrera y otro que parece intentar bordearla por su parte derecha (un poco más al oeste). No nos queda claro, sin embargo, si lo que vemos son trazas de distintos caminos o es el mismo camino que va buscando los pasos más sencillos entre las rocas de distintos tamaños.


Lo que sí nos queda claro es el rumbo a seguir, puesto que tenemos el collado frente a nosotros. Así, a ritmo tranquilo puesto que la pendiente es importante y en estas pedreras siempre conviene pisar con precaución, vamos guiándonos mediante los diversos hitos de roca para ir superando metros y aproximarnos, progresivamente, a nuestro destino.


Tras esquivar un par de neveros nos toca afrontar el último repecho, realizando pequeñas zetas por un camino aquí sí mejor marcado. Atravesamos, con precaución, un nevero que todavía resiste a los calores primaverales y alcanzamos el collado que ya nos permite contemplar el ansiado Ibón de Lavasar (3,9 km; 1 hora y 50 minutos, 2408 m).
No nos detenemos exactamente en este punto, sino que caminamos unas decenas de metros más, rodeando el ibón por su izquierda, para alcanzar una pequeña loma de rocas desde la cual se adquiere la perspectiva perfecta del ibón con las Agullas de Lavasar de fondo.


Sublime, hermoso, rayando la perfección. Agreste y duro paisaje, pero de bonitas proporciones, colores y formas. Ese óleo sobre lienzo que firmaría el mejor pintor. Una de las estampas más bonitas que recordamos en el Pirineo aragonés. Efímera, sí, pero inolvidable.
En completa soledad nos sentamos un buen rato a contemplar el paisaje. Junto a nosotros la desolada cara suroeste de la Peña Es Litás, de aspecto lunar. Al fondo Punta Suelsa/Suelza, Bachimala, Robiñera, Monte Perdido/Punta Treserols…Una pléyade de montañas que intentan rozar el cielo con sus nevadas cumbres.
Damos cuenta de un buen bocadillo mientras un par de montañeros más se unen a disfrutar del enclave. Aunque nos cuesta despedirnos de este lugar, toca pensar en el regreso, el cual hacemos por el mismo camino.
Aprovechamos, eso sí, para ahorrarnos un tramo de pedrera descendiendo por uno de los neveros, que nos facilita la labor.
El resto del camino, a ritmo tranquilo y aprovechando para tomar algunas fotos más, transcurre sin incidencias. Así, llegamos de nuevo al coche tras unos seis kilómetros y medio y unas cuatro horas de ruta.
En conclusión, la ruta al Ibón de Lavasar es una de las excursiones más especiales que se nos ocurre plantear, por lo efímero de su presencia y por lo espectacular del destino. ¡Una maravilla!

Impresionante lugar y maravillosa ruta. Las fotos lo dicen todo sobre la majestuosidad de esas montañas.
Muchas gracias por compartir estos parajes.
Una ruta espectacular, sin duda 🙂
Gracias a ti por comentar
Pedro y Paula
Hola pareja.
Me encantan estos recorridos tan salvajes y poco concurridos. Espectacular esa foto del ibón con las agujas de Lavasar, habrá que aprovechar, que tal y como están siendo los inviernos, no será de extrañar, que una primavera lo veamos y sea la última vez.
No es una zona que tenga muy trillada, pero me imagino, que no será difícil trazar una circular, que una este ibón con el de Basa la Mora.
Salud y montaña.
Hola, Eduardo, muchas gracias por tus palabras.
Lo cierto es que esta ruta al Ibón de Lavasar destaca, además de por sus espectaculares paisajes, por ser una ruta no demasiado concurrida. ¡Nos ha encantado!
Y sí, sí que existe una ruta circular que desciende a la Basa la Mora/Ibón de Plan; coincidimos con un par de montañeros que intentaron realizarla pero se dieron la vuelta en el Collado de la Ribereta por encontrarse ante un terreno descompuesto y algo delicado. Por lo que leímos, es una ruta relativamente sencilla en verano, pero no podemos aportar más datos, ya que la desconocemos.
Gracias por comentar,
Salud y Montaña
Pedro y Paula
hola,viendo este estupendo reportaje creo que me decido a hacer esta ruta,en principio era hacer el ibon de plan pero sin desmerecer a esta creo que hare la del reportaje,desconocia la agujas y me ha gustado mucho lo que plasmais,pero tengo una duda y a ver si me informais al respeto,para ir hasta el refugio,se puede utilizar un vehiculo convencional?me llegan noticias de que no es aconsejable por el estado de la pista pero viendo que lo habeis echo el mes pasado entenderia de que esta en condiciones a no ser que hayais utilizado un 4×4,agradecido lo que me podais informar,gracias y saludos
javier
Hola, Javier.
La ruta hasta las Agullas está muy bien, y la panorámica desde allí es espectacular. Simplemente, ten en cuenta que en pleno verano el ibón se habrá secado (lo que no quita que el paisaje sea alucinante).
La pista está bien para turismos normales, aunque si tienes un vehículo algo más alto mejor porque hay algún bache esporádico. Pero sí, vimos vehículos normales junto al refugio.
Un saludo y disfruta del monte.
Pedro y Paula
gracias,lo del ibon me hago una idea de lo seco que pueda estar visto el tiempo que estamos teniendo,creo que hare Septiembre/Octubre,el calor no va conmigo.
saludos
disculpas,creo que ke he equivocado en la fecha que lo habeis realizado,en 2002 y no en el 2022,si alguien lo ha realizado hace poco le agradeceria tambien informacion del estado de la pista para un vehiculo normal,
gracias
Hola, Javier, la hicimos este 2022, era una errata al escribir. Te respondemos el resto en el otro comentario.
Gracias por explicar tan sumamente bien esta ruta! Un trabajo espectacular!
Gracias a ti por comentar, Mónica.
Esperamos que, si la has hecho, la hayas disfrutado.
Un saludo,
Paula y Pedro.