
¿Qué podemos decir de Alquézar que no se haya dicho ya? La perla del Somontano, la definen en su propia página web. La localidad más bonita de la provincia de Huesca, afirman también. Uno de los pueblos más bonitos de España, presumen.
Pues bien, todas esas afirmaciones tienen razón, mucha razón. Alquézar (del árabe Al-Qasr, “fortaleza”) posee una notable importancia histórica que se remonta al siglo IX y aún hoy en día conserva cierta esencia medieval en el trazado de sus calles. Paseando por Alquézar se pueden observar numerosos callizos, algunas casas nobles de los siglos XIV a XVII y, sobre todo, su fabulosa Colegiata de Santa María, del siglo XVI.

Pero, además, Alquézar es un excelente punto de partida para realizar actividades en la naturaleza, destacando el descenso de barrancos y las rutas senderistas.
Y, precisamente, la Ruta de las Pasarelas es una de las principales actividades a realizar en una visita a Alquézar. Con poco más de 3 km de recorrido y tan solo unos 160 metros de desnivel, se trata de una ruta sencilla, para toda la familia y que permite descubrir un bonito tramo del Río Vero.
Hoy recorremos la Ruta de las Pasarelas, en Alquézar. ¿Nos acompañas a conocer un poco más?
Índice de contenidos
¿Cómo llegar a Alquézar?
Alquézar se encuentra a las puertas del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, en la Comarca del Somontano, justo en el centro de la provincia de Huesca.
Para llegar a Alquézar lo más habitual es hacerlo por la autovía A-22:
– Si venimos desde Huesca/Zaragoza: tomar el desvío por la carretera A-1229 dirección Abiego/Alquézar.
– Si venimos desde Lérida/Barcelona: tomar el primer desvío hacia Barbastro por la carretera N-240 y, una vez pasada esta localidad, la A-1232 dirección Alquézar (siempre bien señalizado).
A la entrada de Alquézar hay grandes aparcamientos donde dejar el vehículo.
Tras caminar hasta el centro de la población, debemos dirigirnos hacia la Plaza Rafael Ayerbe; junto a ella se encuentra el Ayuntamiento y, frente a él, el inicio de la ruta.

Datos técnicos
Fecha: 4 de diciembre de 2021.
Inicio de la ruta: frente al Ayuntamiento de Alquézar.
Fin de la ruta: junto a la Iglesia de San Miguel, en la parte baja de Alquézar.
Itinerario: Alquézar – Barranco de la Fuente – Cueva de Picamartillo – Azud – Central Hidroeléctrica – Mirador del Vero – Alquézar.
Distancia: 3,37 km
Desnivel acumulado: 164 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 483 metros.
– Máxima: 629 metros (inicio de la ruta).
Duración sin paradas: 1 hora y 20 minutos.
Duración, por partes:
– 25 minutos hasta la Cueva de Picamartillo (5 minutos de descanso).
– 40 minutos hasta el Azud.
– 50 minutos hasta la Central eléctrica.
– 1 hora y 10 minutos hasta el Mirador del Vero (5 minutos de descanso).
– 1 hora y 30 minutos hasta el final de la ruta.
Dificultad/recomendaciones:
– Ruta sencilla, para toda la familia, siempre que se tenga una mínima condición física. Los niños menores de 3 años deben ir en mochilas de porteo para niños.
– El tramo del descenso por el Barranco de la Fuente puede ser resbaladizo, sobre todo si está mojado.
– A pesar de ser una excursión sencilla, es necesario llevar ropa y, sobre todo, calzado adecuados para una ruta de montaña.
– En verano evitar las horas de más calor, y llevar hidratación abundante y protección solar.
– Hay que pagar entrada (4€ por persona; 1€ federados en montaña); se puede adquirir por internet o bien en la propia entrada del Ayuntamiento.
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.



Nuestra experiencia en la Ruta de las pasarelas de Alquézar
Como siempre que vienen amigos a conocer toda la zona de Barbastro y sus alrededores, visitar Alquézar es algo obligatorio. Recorrer sus calles, sentarnos a tomar algo, contemplar el paisaje que lo rodea… ¿cómo negarles el conocer este rinconcito mágico? Y, ya que disponemos de prácticamente todo el día, recorrer la Ruta de las pasarelas es la guinda perfecta de este pintoresco pastel.
Habíamos adquirido nuestras entradas por internet (aquí), por lo que a la hora acordada nos plantamos en el acceso a la ruta.

Tras unas breves explicaciones sobre la ruta y algunos consejos de seguridad, comenzamos a descender por el inicio del sendero, frente a la magnífica pared de la Peña Castibián, donde una pareja de escaladores desafía a la gravedad en esta mañana otoñal.

Pronto nos internamos en el Barranco de la Fuente, en un descenso pronunciado en el que debemos prestar atención a la hojarasca húmeda, que nos podría llevar a tener un pequeño resbalón.
Algún tramo de escaleras de madera nos facilita la labor, llevándonos al fondo del barranco con decisión, sin pérdida.



Cuando llevamos poco más de veinte minutos de caminata, a ritmo tranquilo, disfrutando del entorno, llegamos a un desvío, bien señalizado. Hacia la derecha seguiríamos la ruta; nosotros, sin embargo, continuamos de frente para acercarnos a la Cueva de Picamartillo.
Al otro lado del cauce del Río Vero esta impresionante oquedad nos sorprende. Parada obligatoria para tomar fotos y descansar unos minutos.


Regresamos un centenar de metros y continuamos la ruta, que ahora sigue por el primer tramo de pasarelas. Encaramadas unos cinco metros sobre el cauce del Vero, este tramo ofrece unas bonitas vistas del río y del cañón que forma más arriba.


Pronto llegamos a la zona del azud (40 minutos desde el inicio), otro de los puntos de interés en la ruta. El agua, represada, cae con furia en un pequeño salto, junto al que transcurren las pasarelas. Nuevo punto de parada obligada, donde sacar la cámara y posar con una gran sonrisa.


Enseguida finaliza el tramo de pasarelas, transformándose la ruta en cómodo sendero que llanea por la margen derecha del Río Vero.
Tras pasar bajo una enorme roca desprendida y que forma un túnel natural (¡precaución con la cabeza!), retomamos un nuevo segmento de pasarelas. Aquí algo más elevadas y, sin duda, por el tramo más bello y espectacular de la toda la ruta, pues caminamos por un estrecho cañón en el que podemos divisar varias pozas de aguas color turquesa, idílicas.



Al abandonar las pasarelas llegamos a la antigua central hidroeléctrica, donde un panel indicador nos explica someramente el aprovechamiento de la fuerza del Río Vero ya desde hace varios siglos.
Nuestros pasos siguen rumbo suroeste por un sendero de tierra, obviando el desvío que parte a la derecha y que nos llevaría nuevamente a Alquézar.

Poco más allá comenzamos el tramo nuevo de pasarelas, instaladas recientemente y que transcurren a una altura considerable. Se trata del tramo más largo, que serpentea de manera inverosímil para adaptarse a las paredes del cañón.
Dichas pasarelas finalizan tras cruzar un puente sobre un barranco seco, debiendo atravesar una puerta que nos impedirá retroceder (o realizar la ruta en sentido contrario).



Ya tenemos frente a nosotros el Mirador del Vero, del que apenas nos separan unos cuantos metros de ascenso (1 hora y 10 minutos desde el inicio). Aunque ha salido un día bastante nublado, las vistas hacia el Cañón del Río Vero son notables. Algunos buitres sobrevuelan la zona, y los contemplamos durante varios minutos.


Junto al mirador encontramos un desvío. Hacia la izquierda (sur) iríamos al Puente de Fuendebaños en apenas 5 minutos. Si bien en esta ocasión no nos acercamos, merece la pena recorrer los escasos 200 metros para echar un vistazo al pintoresco puente.

Nosotros tomamos el desvío hacia la derecha, siguiendo las indicaciones de “Alquézar 0,9 km”. El camino, ahora más ancho, nos lleva de nuevo a Alquézar en unos 10-15 minutos de ascenso, algo pronunciado. Aunque quizá es el tramo más exigente físicamente, nos lo tomamos con calma y lo disfrutamos igualmente, contemplando las huertas y los frutales que salpican los laterales del camino.
Así, finalizamos la ruta junto a la Iglesia de San Miguel, con bonitas vistas de gran parte de la población.


En conclusión, la Ruta de las pasarelas de Alquézar es el complemento ideal en una visita a esta preciosa población, que se puede disfrutar en familia y que, sin duda, deja un excelente sabor de boca.

Preciosos cañones y barrancas, tremenda sendero para disfrutar.
Muchas gracias por compartir estos parajes.
Es una ruta sencilla, sí, pero discurre por unos parajes impresionantes. ¡Muy recomendable!