
Ayer alcanzamos nuestro objetivo, llegar al Campo base del Everest, pero la ruta no finaliza aquí. Con una sonrisa en la boca nos toca emprender la siguiente etapa, en que alcanzaremos el punto más alto de la ruta (Kala Pattar, 5645 m), para luego iniciar el descenso, ya más cómodo pero igualmente interesante. ¿Nos acompañas?
Índice de contenidos
Datos generales
Novena etapa del trekking, que también podemos dividir en dos partes. La primera de ellas parte del asentamiento de Gorakshep y asciende al Kala Pattar (5645 m), un duro ascenso en el que el frío y el mal de altura son problemas que hay que tener en cuenta. Desde la cima, panorámicas increíbles. Tras el descenso, nueva parada en Gorakshep para preparar las mochilas grandes, puesto que el resto de la ruta ya es en continuo y largo descenso hasta la población de Pheriche, superando un potente desnivel negativo.

Datos técnicos
Fecha: 27 octubre 2022.
Inicio de la etapa: Gorakshep (5167 m).
Punto intermedio: Kala Pattar (5645 m).
Fin de la etapa: Pheriche (4265 m).
Tipo de ruta: al comienzo ida y vuelta; desde Gorakshep hasta Pheriche lineal.
Itinerario: Gorakshep – Kala Pattar – Gorakshep – Lobuche – Dughla – Pheriche.
Distancia:
– Gorakshep – Kala Pattar Gorakshep: 3,86 km.
– Gorakshep – Pheriche: 12,42 km.
– Total: 16,28 km.
Desnivel acumulado:
– Gorakshep – Kala Pattar – Gorakshep: 480 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
– Gorakshep – Pheriche: 132 metros de desnivel positivo, 1026 de desnivel negativo.
– Total: 622 metros de desnivel positivo; 1506 metros de desnivel negativo.
Altitud:
– Mínima: 4265 m (Pheriche).
– Máxima: 5645 m (cima del Kala Pattar).
Duración:
– Gorakshep – Kala Pattar – Gorakshep: 4 horas y 40 minutos, incluyendo paradas (largas y frecuentes).
– Gorakshep – Campo base – Gorakshep: 4 horas y 35 minutos, incluyendo paradas.
– Total: 9 horas y 15 minutos, incluyendo paradas.
Dificultad/recomendaciones:
– Mucha gente opta por ascender al Kala Pattar al atardecer o de noche para ver amanecer. En dicho caso conviene saber que las temperaturas serán gélidas, fácilmente -12 o -15ºC. En nuestro caso subimos con los primeros rayos de sol, y aun con todo pasamos mucho frío al inicio.
– El camino al Kala Pattar es sencillo pero en ascenso continuo. Puede ocurrir que, debido al frío o la altitud, el cuerpo no responda bien. En nuestro caso tuvimos que hacer una parada de casi una hora a mitad de ascenso porque no nos encontrábamos del todo bien. Por fortuna, nos recuperamos.
– Precaución en la cima del Kala Pattar, puesto que no hay sitio excesivo y está bastante expuesta.
– El descenso de Gorakshep a Pheriche se hace largo y algo pesado.
Track GPS: descargar aquí (primera parte) y aquí (segunda parte).
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.




Novena etapa del trekking: ¡cima del Kala Pattar!
A pesar de la altitud, hemos dormido de maravilla. Quizá sea por el orgullo de haber cumplido nuestro objetivo, el alcanzar el Campo base del Everest, pero la cuestión es que ha sido una de las noches en que mejor hemos descansado.
Nos levantamos muy temprano aunque, al ver que, a pesar de que ha amanecido los rayos de sol no inciden directamente en todo el camino al Kala Pattar, decidimos esperar un poco, para evitar esas temperaturas extremas.
Salimos a la intemperie con toda nuestra ropa de abrigo, incluyendo dos pares de guantes y protección total para cabeza, cuello, etc…Atravesamos la pequeña planicie de arena para comenzar el potente ascenso, por un camino perfectamente visible. En estos momentos la sombra del Nuptse se cierne sobre Gorakshep y sus alrededores, por lo que comenzamos estos primeros metros a buen ritmo para entrar en calor.


Apenas llevamos unos diez minutos de caminata cuando el frío se vuelve insoportable. No sentimos bien los dedos de los pies, y las manos, a pesar de los dos pares de guantes, también empiezan a sentir un frío atroz. Por fortuna, enseguida los primeros rayos de sol golpean nuestra cara, de manera que la sensación térmica asciende notablemente.

Sin embargo, empezamos a encontrarnos mal. Algo mareados, nos sentamos en una piedra a reposar y beber agua. También tomamos alguna barrita energética. Poco a poco entramos en calor, pero decidimos esperar casi una hora para ver cómo responde nuestro cuerpo. No tenemos claro que haya sido mal de altura, así que vamos a esperar y, en caso de que mejoremos continuaremos. Momentos de incertidumbre, que vivimos, durante largo rato, en silencio.

Tras comer, beber y reposar, parece que nuestros cuerpos comienzan a normalizarse. Así, precavidos, damos unos cuantos pasos en ascenso, lentamente. Sí, nuestras piernas responden bien, por lo que decidimos continuar.
El camino no tiene pérdida, puesto que la cumbre del Kala Pattar se alza ahí delante, bajo el siempre impresionante Pumori. A nuestra derecha asoma la cumbre del Everest, mucho más visible que ayer.



Nos detenemos cada pocos minutos a coger aire, aprovechando para contemplar las panorámicas. No tenemos prisa, puesto que una vez alcancemos la cima todo será descender, y seguro que a mucha mayor velocidad. Por fortuna, nos hemos recuperado plenamente del malestar anterior, lo cual nos tranquiliza.
Vamos superando el desnivel con ingente esfuerzo, con una temperatura mucho más agradable y un día de sol radiante que merece la pena disfrutar. Debido a ello, las vistas en todas direcciones son grandiosas.



El camino, evidente, se transforma en un pequeño caos de rocas negruzcas ya en las proximidades de la cumbre. Sin ser complicado, sí exige un poco más de precaución. Remontamos este tramo, también duro, y alcanzamos la antecima del Kala Pattar (1,86 km; 3 horas y 5 minutos, 5645 m). Para llegar a su misma cumbre debemos trepar un par de metros, muy sencillos, y alcanzar la gran roca que conforma su cima. Precaución aquí, puesto que la caída hacia el oeste es abrupta y de centenares de metros.



Tras un par de fotos de rigor en la cumbre, destrepamos ese par de metros y, afianzados en la antecima, nos disponemos a regocijarnos del paisaje, espectacular, que nos rodea. Everest (8848 m), Nuptse (7861 m) y Pumori (7161 m) son los principales protagonitas. Asoma también, tímido, el Lhotse (8516 m), apenas perceptible. Otros colosos que llegamos a reconocer son el Lingtren (6749 m), el Khumbutse (6636 m) o el Changtse (7543 m). Hacia el oeste, el Lobuche (6119 m) y el Chumbu (6859 m). También destaca el inmenso Glaciar del Khumbu, comenzando en su peligrosa cascada y descendiendo por todo el valle.
La panorámica es fastuosa, inabarcable, inconmensurable. Jamás habíamos estado en un lugar así, divisando estos colosos nevados tan de cerca, rodeados de las montañas más altas del planeta. ¡Qué maravilla!




Pero, dado que nos ha costado tanto ascender, debemos realizar el camino de descenso, el cual hacemos a muy buen ritmo y muy cómodamente, llegando casi sin darnos cuenta otra vez a Gorakshep.
Entramos en nuestro alojamiento, y nos sentamos unos minutos a beber agua y tomar alguna otra barrita de cereales y chocolate. Nos preparamos las mochilas grandes (que nos habían guardado, amablemente, en el alojamiento) y, con ellas a nuestras espaldas, reemprendemos la marcha.



Comenzamos la segunda parte de la ruta, descendiendo ya por el camino realizado a la ida, que va perdiendo altitud progresivamente, mientras atraviesa la lengua de los glaciares Changri Nup y Changri Shar. Pasamos con precaución este terreno rocoso y, a buen ritmo, no tardamos demasiado en llegar de nuevo a Lobuche (4,75 km desde Gorakshep; 1 hora y 50 minutos; 4928 metros de altitud).




Nos detenemos brevemente a llenar nuestras botellas de agua en el alojamiento de la ida y, ya provistos del líquido elemento, seguimos la ruta. Inicialmente descendemos suavemente por un amplio y ventoso valle hasta alcanzar el memorial de los fallecidos en el Everest. Tras él nos toca superar, mucho más cómodamente que a la ida, el fuerte descenso que nos deposita en Dughla (8,06; 3 horas y 10 minutos; 4610 metros).
Pequeña parada a beber y comer otra barrita, dado que la jornada está resultando larga y aún nos queda un buen rato hasta el final de la ruta.




Tras superar el potente río situado junto a Dughla, por un vetusto puente, debemos prestar atención al desvío, señalizado en una gran piedra, en el que divergen los caminos a Pheriche y a Dingboche. Nosotros tomamos el de la derecha, que desciende por un pequeño valle colgado, sumido en la niebla, que le otorga un ambiente mágico. No obstante, nos impide ver las estupendas panorámicas que, sin duda, nos ofrecería este tramo de la ruta.



Dicho vallecito desemboca en un amplio valle, al fondo del cual se halla la población de Pheriche. Este último tramo lo hacemos a buen ritmo, puesto que se está haciendo más tarde que otros días y no nos gustaría que se hiciera de noche. Por fortuna, tenemos margen de sobra.

Así, llegamos a la población de Pheriche (12,42 km; 4 horas y 35 minutos; 4265 m). Entramos a nuestro alojamiento, donde ya nos esperan y nos tienen reservada una habitación y una mesa en la concurrida zona común. Dejamos las mochilas, tomamos unas merecidísimas tazas de té y damos cuenta de una abuntante cena.
El día ha sido largo, pero nos encontramos exultantes puesto que ayer llegamos al Campo base del Everest y hoy hemos hollado la cumbre del Kala Pattar.


Sin embargo, la ruta continúa, y mañana realizaremos una panorámica etapa hasta la población de Phortse. Pero eso, ya sabes… ¡lo contaremos en la próxima entrada del blog!

Hola! Enhorabuena por el blog!! está super bien!
Estoy preparando un viaje a Nepal próximamente y me están sirviendo mucho todas las entradas!
Quería preguntaros, a ver si sabéis… ¿cómo está el tema de tener que contratar un guía? ¿Es posible hacer el trekking sin guía? ¿A qué multa nos exponemos?? Nos gustaría intentar hacerlo en solitario pero no sabemos si será posible.
Si sabéis algo sobre el tema será bienvenido!
Muchas gracias!!
Hola, Javi, ¡mil gracias por tus palabras!
Nosotros fuimos en octubre del año pasado y, por aquellas fechas no era necesario contratar guía de manera obligatoria, por lo que no estuvimos buscando guía por allí. Sin embargo, tanto en Katmandú (sobre todo), pero también en Lukla, resultaba sencillísimo encontrar agencias que ofrecían guías o incluso en Lukla en el propio aeropuerto había gente que ofrecía in situ sus servicios como guía.
Actualmente, como imagino habrás leído, el Gobierno de Nepal indicó que es obligatorio realizar los trekking con guía. No sabemos a cuánto ascendería una multa, pero lo que está claro que, por lo menos en el trekking al CB del Everest hay varios puntos de control ya al comienzo del camino, por lo que creemos que ir sin guía a día de hoy resulta una opción imposible.
No obstante, lo de los guías/no guías podría variar en próximas fechas puesto que la zona del Khumbu en ocasiones se ha «desmarcado» un poco de lo que se realizaba en otras zonas de Nepal.
Un saludo,
Pedro y Paula.