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Trekking al Campo Base del Everest: preparativos y recomendaciones (actualizada marzo 2023)

Trekking al Campo Base del Everest: preparativos y recomendaciones (actualizada marzo 2023)

Hablar del trekking al Campo base del Everest es hablar de una de las rutas senderistas más populares del mundo. De una grandiosa empresa para vulgares mortales en medio de paisajes más bien dignos del Olimpo. De las montañas más altas del mundo y de glaciares casi interminables. De valles remotos y recónditos, de ríos que rugen furiosos, de bosques infinitos bajo cumbres nevadas.
Hablar del trekking al Campo base del Everest es hablar de altitud y de frío, de un sol tan agradable como potencialmente dañino. De noches heladoras y tiempo en ocasiones imprevisible. De puentes vertiginosos, largas y extenuantes jornadas y del siempre acechante mal de altura.

Diminutos ante grandiosos paisajes.

Pero también es hablar del cordial ambiente montañero, del amor por la naturaleza y de la más abrumadora geología. De la cultura y el modo de vida sherpa. De tomar un té bien caliente en los momentos de descanso e introspección, de degustar una suculenta sopa sherpa mientras se rememoran los momentos vividos a lo largo del día.
Y, para quien escribe estas palabras, el trekking al Campo base del Everest supone una aventura tan anhelada como desafiante y que, una vez vivida, permanecerá en nuestra memoria para siempre.
Hoy te contamos nuestra experiencia en el trekking al Campo base del Everest, con todos los datos prácticos que consideramos necesarios por si te apetece embarcarte en esta aventura. ¿Nos acompañas?

Mejor época para hacer el trekking al Campo Base del Everest

Nepal es un país con estaciones muy marcadas, en las que destaca la temporada del monzón, aproximadamente desde el mes de junio hasta la segunda mitad de septiembre. Se caracteriza por temperaturas elevadas y, sobre todo, por fuertes y persistentes lluvias, por lo que es la temporada baja para la realización del trekking.
Los meses de invierno (diciembre a finales febrero/principios de marzo), a pesar de que habitualmente ofrecen días despejados, se caracterizan por temperaturas muy frías y por la posibilidad de abundantes nevadas.

Los cielos despejados nos permitirán disfrutar de grandiosas panorámicas, como la del siempre majestuoso Ama Dablam (6856 m).

Así, la primavera (de marzo a mayo) y el otoño (septiembre a finales de noviembre/principios de diciembre) suelen ofrecer cielos despejados, temperaturas más agradables y poca posibilidad de precipitaciones. Por ello, son los ideales y los meses elegidos por la mayor parte de quienes se animan a realizar el trekking. Suponen la temporada alta, lo que implica una ruta más transitada, mayor ocupación de los alojamientos (en algunos lugares pueden llenarse y mejor tenerlos reservados) y pequeños inconvenientes como tener que esperar para cruzar los puentes tibetanos o ceder el paso en algún tramo del camino más estrecho.
En nuestro caso realizamos el trekking la segunda quincena de octubre del 2022, disfrutando de unas condiciones meteorológicas inmejorables, con días absolutamente despejados y temperaturas razonables durante el día (por la noche refresca mucho, eso sí).

Aunque el frío es inevitable en cualquier época, lo cierto es que disfrutamos de unos días casi perfectos.

¿Trekking por libre o con guía/porteador?

Esta es, probablemente, la pregunta que más se hacen quienes planean realizar esta ruta senderista. Y lo cierto es que es una pregunta sin respuesta concreta, puesto que la elección entre realizar el trekking al Campo base del Everest por libre o acompañado por un guía y/o porteadores depende de la preparación física, de la experiencia en montaña, del presupuesto disponible y, por qué no, de cuestiones éticas y gustos personales.
Por nuestra experiencia diríamos que, aproximadamente, un 70-80% de quienes vimos haciendo el trekking lo hacían en grandes grupos organizados, con guías y porteadores. La mayor parte de estos senderistas llevaban una pequeña mochila con lo imprescindible, aunque vimos a algunos que ni siquiera llevaban mochila (todo lo llevaba el guía o porteador).
Un 10-20% eran parejas o incluso montañeros individuales acompañados por un guía, opción intermedia entre el gran grupo organizado y hacer el trekking por libre.
Por último, un pequeño porcentaje (alrededor del 10%), realizaba el trekking completamente por libre. Ello da más libertad en cuanto a horarios, organización de la ruta y demás, con el contrapunto de que exige cargar con mochilas más pesadas y requiere de unos preparativos más exhaustivos.

Hacer el trekking por libre implica llevar una voluminosa y pesada mochila.

El contar con un guía indudablemente ayuda a potenciar la economía de los habitantes de la zona, permite profundizar un poco más en la cultura sherpa y conocer curiosidades y detalles de la ruta que están fuera del alcance de quien la realiza por libre. Asimismo, facilita la labor de buscar alojamiento y planificar las etapas y la ruta. Si se cuenta, además, con porteadores, se reduce notablemente el peso a cargar y la ruta a realizar resulta más cómoda y llevadera. Por el contrario, requiere de un mayor presupuesto y obliga a adaptarse al calendario y ritmo del guía o del resto del grupo (en caso de que se viaje en un grupo más grande).
En caso de desear contratar guía y/o porteadores, se puede preguntar tanto en Kathmandú como al aterrizar en Lukla o incluso en cualquier población de las que se atraviesan durante la ruta.

ACTUALIZACIÓN 9 MARZO 2023: el Gobierno nepalí acaba de anunciar que a partir del 1 de abril de 2023 no será posible realizar trekkings en solitario por Nepal, debiendo contratarse obligatoriamente un guía. Según el propio gobierno se trata de una medida destinada a aumentar la seguridad de los turistas. No ha quedado aclarado del todo si lo que se prohibirá es realizar el trekking totalmente en solitario o si los grupos de extranjeros no organizados podrán realizarlo sin guía. Al parecer esta medida quizá no se implante en la zona del Everest, en que los locales no aceptaron el permiso TIMS y crearon otra tasa específica para cuidar de los senderos. Suponemos que, en proximas fechas, aclararán todas las dudas surgidas. 

A lo largo de la ruta nos iremos encontrando con porteadores sherpa, cargados con voluminosas mochilas o cestas.

Trekking al Campo base del Everest por libre: nuestra experiencia

En nuestro caso decidimos realizar el trekking al Campo base del Everest completamente por libre. Tras valorar las diversas opciones (con sus pros y sus contras), pensamos que sería la más satisfactoria y que más se adaptaba a lo que nos gustaría. Y, tras haber realizado la ruta, podemos afirmar que resulta totalmente factible realizar el trekking al Campo base del Everest por libre.
Resulta más exigente, más cansado, más intenso, pero se puede realizar siempre y cuando se prepare con mimo y antelación, se tenga cierta forma física y experiencia en montaña y se esté dispuesto a cargar con las pesadas mochilas a lo largo de la ruta.
Así, en nuestro caso, habíamos mirado (y reservado) todos los alojamientos previamente, nos habíamos estudiado y planificado con detalle toda la ruta, disponíamos de material adecuado y más que suficiente para una ruta de este tipo y nos habíamos preparado físicamente antes del viaje.
Afortunadamente, podemos confirmar que todo nos salió de maravilla y que no hubo ningún contratiempo reseñable en toda la ruta.

En nuestro caso hicimos el trekking por libre y todo nos salió de maravilla.

Vuelos a Lukla: lo que debes saber

Lukla es la población donde comienza el trekking al Campo base del Everest, y quizá te suene su nombre puesto que el pequeño aeropuerto de la población (el Aeropuerto Tenzing-Hillary), con una pista de tan solo 450 metros de largo, es uno de los más peligrosos (y espectaculares) del mundo.
Al ser un aeropuerto tan pequeño, en él solo pueden aterrizar (y despegar) pequeñas avionetas de unos 15-20 pasajeros, operadas por varias compañías (Yeti Airlines, Tara Air, Sita Air, Summit Air).
Dado que está situado entre montañas y a más de 2800 metros de altitud, las condiciones meteorológicas pueden ser desfavorables (niebla, lluvia intensa…) y con cierta frecuencia el aeropuerto se cierra y no pueden ni aterrizar ni despegar aviones durante horas o, incluso, días.
Los billetes de avión se pueden comprar por internet o bien en Kathmandú, en agencias o en las propias oficinas de las aerolíneas.

Pequeña avioneta aterrizando en el también pequeño aeropuerto de Lukla.

Aunque habitualmente los vuelos parten de Katmandú, durante el año 2019 y desde octubre de 2022 los vuelos a Lukla parten desde el Aeropuerto de Ramechhap, en la localidad de Manthali, a unas cuatro o cinco horas en coche de Katmandú.
El precio de los billetes, a fecha de octubre de 2022, es de unos 300$ ida y vuelta. En temporada alta es más que recomendable reservarlos con antelación; dado que los días del trekking pueden variar, resulta fácil contactar con las aerolíneas por si se precisa modificar la fecha de regreso (bien por correo electrónico o bien telefónicamente).
El vuelo resulta espectacular, volando entre montañas y con vistas de las cumbres más elevadas del planeta. Dura unos 20 minutos desde Ramechhap hasta Lukla, aproximadamente.
En nuestro caso compramos el vuelo a través de la página web de Yeti Airlines, con antelación, y nos costó 602 $ ida y vuelta para dos personas (626,88 €).

Mezcla de ilusión y nervios al montar en el avión.

¿Cómo llegar al Aeropuerto de Ramechhap/Manthali?

En primer lugar, hay que saber que no siempre los vuelos hacia Lukla parten desde el propio Katmandú. Así, tanto a lo largo del año 2019 como desde octubre de 2022 (y, en principio, hasta finales de noviembre de 2022), los vuelos hacia Lukla parten desde el aeropuerto de Ramechhap, en la localidad de Manthali. Se prevé que en próximos años, coincidiendo con la temporada alta del trekking al Campo base del Everest, los vuelos a Lukla salgan desde Ramechhap y no desde Katmandú (informarse bien a la hora de reservar billetes con al aerolínea). Esto es debido a que el aeropuerto internacional de Katmandú está muy saturado y al límite de su capacidad, siendo imposible que albergue los frecuentes vuelos diarios a Lukla en temporada alta, de ahí que Ramechhap sea una alternativa razonable.
La población de Manthali se halla a unos 140 kilómetros de Katmandú, lo que supone un viaje en coche/autobús de unas cuatro o cinco horas. Existen varias maneras de llegar desde Katmandú a Manthali (y para volver de Manthali a Katmandú):
Furgoneta o coche “para turistas”: numerosas empresas se encargan de gestionar el transporte para quienes se dirigen al aeropuerto de Ramechhap para tomar el vuelo a Lukla. Suelen ser furgonetas de 10-12 plazas o coches de gran tamaño (habitualmente muy llenos) que parten de Katmandú entre la una y las dos de la madrugada y llegan al aeropuerto de Ramechhap sobre las cinco o las seis de la mañana, con el tiempo justo para tomar el vuelo. Los precios oscilan entre los 15 y los 45€ (precios negociables), en función de la compañía y el tipo de vehículo.
Autobús público: existe la posibilidad, algo más complicada logísticamente pero más auténtica y barata, de llegar a Manthali en autobús de línea, en los que viajan casi exclusivamente los lugareños. Los autobuses de Katmandú a Manthali parten de la parada de autobús Jadibuti (Jadibuti Bus Stop en google maps), en el extremo este de Katmandú. Se trata de un lugar poco frecuentado por extranjeros, por lo que resulta algo difícil aclararse con cuál es el autobús a tomar y dónde comprar el billete. Aunque no queda muy claro el horario de los autobuses, nos dijeron que salían varios a lo largo de la mañana. El precio del billete (octubre 2022) es de 736 rupias (5,89€) por persona y trayecto. Esta opción únicamente es adecuada si se pretende hacer noche en Manthali y tomar el vuelo al día siguiente.
Coches privados: si el presupuesto no es problema y se desea ir cómodo y rápido al aeropuerto de Manthali, siempre está la opción de contratar un coche privado. En torno a 100$ el trayecto.

En Jadibuti, de donde parten los autobuses regulares a Manthali y el Aeropuerto de Ramechhap.

En nuestro caso, y dado que íbamos a pasar la noche en Manthali (a diferencia de lo que hace la mayor parte de la gente, que van directos de Katmandú al aeropuerto), decidimos realizar el trayecto Katmandú – Manthali en autobús local. Para ello tomamos un taxi desde Thamel a la parada de autobús Jadibuti (4,8€) y el propio taxista fue quien nos ayudó a encontrar el autobús y comprar los billetes (11,78 € por dos personas). El trayecto en autobús, algo vetusto pero relativamente cómodo, lo realizamos en unas cinco horas, incluyendo una parada para ir al baño y otra para comer. Hay parada de autobús en Manthali, a unos cinco minutos andando del aeropuerto.
Para el camino de vuelta, a la salida del aeropuerto vimos numerosas furgonetas para turistas que esperaban la llegada de los aviones. Aunque inicialmente nos pedían 20$ por persona, los precios son negociables y finalmente viajamos por 3000 rupias (24€) los dos. El viaje también fueron unas cuatro horas y media, con parada para ir al baño y otra para comer.

El viaje de regreso lo hicimos en esta furgoneta.

Trekking al Campo base del Everest: rutas y días necesarios

La ruta clásica al Campo base del Everest implica recorrer el corazón del Parque Nacional de Sagarmatha, en el distrito de Solukhumbu. La ruta habitual parte desde Lukla (donde está el aeropuerto) y remonta el valle río arriba pasando por la población de Namche Bazaar y dirigiéndose luego al noreste hasta alcanzar el Glaciar del Khumbu, en cuya margen se instalan las tiendas del Campo Base del Everest.
Aunque claramente la ruta “clásica” al Campo base del Everest es la más frecuentada, existen también otras opciones bien establecidas para ampliar el recorrido y disfrutar más del espectacular Parque Nacional de Sagarmatha:
Ruta clásica (11-12 días): es la realizada por la mayor parte de quienes van al Campo base del Everest. Se parte desde la población de Lukla, y generalmente se duerme en las siguientes poblaciones: Lukla (2858 m)– Pahdking (2640 m) – Namche Bazaar (3410 m) (2 noches, el segundo día para aclimatar se asciende a las poblaciones de Kunde y Khumjung, en torno a 3900 metros) – Tengboche (3860 m)– Dingboche (4318 m) (2 noches, el segundo día para aclimatar se asciende al pico Nangkartshang, de 5070 m) – Lobuche (4934 m) – Gorakshep (5167 m). Desde Gorakshep se suele subir la tarde de llegada o bien al Campo base del Everest (5250 m) o bien al pico Kala Pattar (5645 m, punto más alto de la ruta). Al día siguiente por la mañana se realiza el ascenso o al Campo base o al Kala Pattar (el que no se hizo el día previo) y se desciende hasta la población de Pheriche (4265 m ) o incluso Pangboche (3920 m). El resto de paradas son en Namche Bazaar (3410 m) y en Lukla, donde finaliza el trekking.
Ruta circular pasando por el Valle de Gokyo (14-17 días): se realiza la ruta de ascenso “clásica” y de regreso se toma el desvío, pasado Lobuche, hacia la zona de Gokyo, cruzando por el siempre respetable Cho La Pass (5368 m), que habitualmente está nevado/helado y requiere uso de crampones y piolet. Esta ruta, circular, se puede realizar en ambos sentidos (muchas compañías organizan la ruta al revés de lo descrito)
Ruta de los tres pasos (20-22 días): además de la ruta clásica, se recorre el Valle de Gokyo (ascendiendo el Cho La Pass), el valle de Thame (pasando por el Renjo La Pass, 5435 m) y la zona de Chhukhung (atravesando el Kongma La Pass, 5535 m). La ruta más larga y completa, así como menos visitada.

En rojo nuestra ruta (la más habitual). En amarillo la variante ampliada pasando por el Cho La Pass y en azul la ruta más completa (Three Pass).

Nosotros realizamos la ruta habitual al Campo base del Everest, aunque con algunas pequeñas modificaciones:
– La primera etapa la alargamos hasta la población de Monjo, en lugar de quedarnos en Pahdking como se hace habitualmente. De este modo la primera etapa se alargaba un poco y la segunda, con una potente subida antes de llegar a Namche, se hacía más breve y cómoda.
– El regreso no lo hicimos por el camino de ida, sino que desde Pheriche nos dirigimos a la población de Phortse, en la entrada del Valle de Gokyo. Así, nos asomábamos a dicho valle y, por otro lado, recorríamos un tramo del camino mucho más panorámico que el de la ida.
– Llegamos a Gorakshep en torno al mediodía y decidimos continuar hasta el Campo base del Everest ese mismo día (otra opción era subir al Kala Patthar para ver anochecer). Al día siguiente subimos al Kala Patthar por la mañana (en lugar de para ver amanecer), puesto que el frío era extremo.

Nuestra ruta (clic para ampliar).
El regreso lo hicimos por la otra vertiente del valle, lo que nos permite transitar por un camino menos concurrido y que ofrece vistas espectaculares.

Mochila para el trekking al Campo base del Everest: ropa y material imprescindible

La preparación de la mochila para un trekking de varios días se podría decir que es un arte, y más cuando vamos a caminar por un entorno agreste, remoto y con condiciones climáticas potencialmente adversas. Así, debemos llevar una importante cantidad de ropa y material pero, idealmente, debería ser una mochila poco voluminosa y lo más ligera posible.
Se suele recomendar, en general, que la mochila no pese más de un 10-15% de nuestro peso, lo que en un adulto debería comprender entre 8 y 12 kilogramos. Y esto, en un trekking como el del Campo base del Everest, resulta una tarea complicada. Conviene ser minimalista, intentar no llevar demasiados “por si acaso”, ser prácticos y elegir, en la medida de lo posible, el material más ligero. Y, por otro lado, tener en cuenta que durante el trekking no es lo más práctico cambiarse cada día de ropa y llevar, por tanto, muchos “modelitos” diferentes. Resulta cómodo llevar la ropa en pequeñas fundas de tela para tenerla más organizada y que sea más sencillo hacer y deshacer la mochila.
En nuestro caso hicimos el trekking completamente por libre, por lo que teníamos que cargar con todo lo necesario para la aventura. Ello suponía, respectivamente, un poco menos de 10 y 12 kg, por lo que andábamos rondando (o sobrepasando ligeramente) ese 10 – 15% recomendable. Llegamos al punto de elegir algunas prendas de ropa según su peso: si una camiseta de manga corta pesaba 90 gramos y otra 105, elegíamos la más ligera.
Si no se dispone de ropa y/o material necesario, se puede comprar/alquilar tanto en Katmandú como en Lukla, Namche Bazaar e incluso en alguna tiendecita del camino. Eso sí, conviene revisar bien las calidades.

Para llegar al Campo base del Everest debemos llevar buena ropa de abrigo y material adecuado.

Para que sirva de manera orientativa (no es una lista exhaustiva de todo el material), pasamos a detallar el material y ropa que consideramos imprescindibles para realizar el trekking al Campo base del Everest:
Mochila: depende de la cantidad de ropa y material que llevemos; en nuestro caso llevábamos una de 35 litros (Paula) y una de 45 (Pedro).
Mochilas plegables: son muy ligeras y permiten hacer las excursiones de aclimatación, en las que no se precisa llevar gran cosa, de manera más cómoda.
Ropa interior: puede ser suficiente con tres o cuatro piezas, se pueden lavar y secarlas en las jornadas de aclimatación o bien colgando de la mochila.
Calcetines: en nuestro caso optamos por llevar un par de calcetines de verano y un par de calcetines de invierno, estos últimos para las etapas de más altitud y frío. Se pueden lavar también en las jornadas de aclimatación si se precisa.
Camisetas: llevábamos un par de manga corta y un par de camisetas térmicas de manga larga. De estas últimas, una la utilizábamos siempre como pijama (por las noches hace mucho frío) y la otra para las jornadas de mayor altitud.
Pantalones: llevábamos un pantalón de trekking de verano y un pantalón de trekking de invierno, más abrigado. Además, un cubrepantalón impermeable que, por fortuna, no tuvimos que utilizar. Unas mallas térmicas, que también iban en nuestra mochila, sirven tanto como pijama como, en días de frío extremo, para llevar por debajo de los pantalones de invierno.
Chaquetas: aquí es donde consideramos que se puede llevar más variedad. Imprescindibles, sin duda, una chaqueta de plumas abrigada (muy abrigada) y alguna capa impermeable. Nosotros, adicionalmente, llevábamos una chaqueta de plumas más fina (Pedro) o forro polar (Paula).
Saco de dormir: en los alojamientos del trekking no hay calefacción, por lo que hay que lidiar con temperaturas bajo cero incluso dentro de la habitación. Por ello, es imprescindible llevar sacos de dormir muy cálidos, con temperaturas de confort de -5º, -10º o incluso más. Probablemente se trate del bulto más pesado y voluminoso que llevaremos en la mochila, pero dormir cálido y cómodo es clave para superar el trekking.
Botas: aunque vimos gente que realizaba el trekking con zapatillas, no dudamos de que es mucho mejor realizar el trekking (y cualquier salida al monte) con botas de montaña, impermeables idealmente. En nuestro caso íbamos con botas de montaña normales (Paula) y botas de invierno (Pedro) y ambos fuimos cómodos y sin problemas.
Guantes: sí, aunque sea en temporada de buen tiempo, se utilizan. Llevábamos guantes finos y guantes de invierno (impermeables y cortavientos) y los utilizamos en varias ocasiones. Los primeros, a lo largo de varias etapas y en alguna ocasión hasta para dormir; los de invierno para el ascenso al Kala Patthar y en algunas etapas a primera hora, en que el frío era intenso.

Hay que protegerse del frío, del viento y del sol, que a estas altitudes puede quemar mucho.

Gorro/braga de cuello: cubrirse bien la cabeza es fundamental para mantener el calor corporal y para protegerse del sol (pega mucho a esa altitud). Cada uno llevábamos un gorro (de lana o similares) y un par de bragas de cuello; a todos ellos les dimos bastante uso.
Chanclas/sandalias: no hay nada que apetezca más que quitarse las botas tras una larga jornada caminando por el monte. Para estar en los alojamientos imprescindible llevar un calzado de reposo, que bien pueden ser sandalias o bien chanclas, que además pueden ser útiles para los escasos alojamientos en que hay duchas.
Toalla microfibra: pequeña y ligera, para secarse tras alguna de las (escasas) duchas o para secarse el sudor tras una larga etapa.
Gafas de sol: debido a la altitud y al reflejo en la nieve de las montañas, la incidencia de la luz solar en el trekking es extrema. Unas gafas de sol buenas, con una montura envolvente y filtros de categoría 4 permitirán protegernos de los dañinos rayos ultravioleta.
Botiquín: si siempre que salimos al monte o nos vamos de viaje es fundamental llevar un botiquín, en el caso de un trekking de doce días por entornos remotos este debe ser lo más completo posible. Material para curar heridas o traumatismos, analgésicos, antibióticos, sales de rehidratación oral… e incluso plantearse el llevar medicación para el mal de altura pueden ser necesarios. Nosotros llevamos dos botiquines completos.
“Tecnología”: apartado muy personal y que puede suponer un notable porcentaje del peso a acarrear. Teléfono móvil y cargador no pueden faltar, así como cámara de fotos, baterías de repuesto y su respectivo cargador. Aunque en muchos alojamientos se pueden cargar baterías (en unos pocos gratis y en otros pagando), también puede ser interesante llevar alguna que otra powerbank. Nosotros llevábamos también un reloj GPS con la ruta cargada.
Bastones de senderismo: si bien no son imprescindibles, hacen la ruta más cómoda y llevadera. Nosotros sí que los llevábamos.

Imprescindible cortavientos y prenda impermeable.

Pastillas potabilizadoras y/o filtro de agua: aunque se puede comprar botellas de agua en cualquier alojamiento, se genera una importante cantidad de plástico y los precios son elevados (sobre todo en las últimas etapas). Llevar un filtro de agua, pastillas potabilizadoras o ambos es una excelente opción para beber agua con seguridad.
Papel higiénico: los baños de los alojamientos y restaurantes no tienen papel higiénico, por lo que los viajeros lo deben llevar a lo largo de la ruta. Se puede comprar en muchos sitios; lo ideal es llevarlo ya desde el inicio.
Documentación/dinero: hay puntos de control en la ruta donde piden el pasaporte, por lo que resulta imprescindible. Por otro lado, no se puede pagar con tarjeta en (casi) ningún lugar, por lo que conviene llevar suficiente efectivo. Además de en Katmandú, hay casas de cambio en Lukla y en Namche Bazaar.
Varios: barritas energéticas, baraja de cartas, diario de viaje, mapa del trekking, bolsa para la ropa sucia… también iban incluidas en nuestras mochilas.

En caso de no realizar el trekking por libre, y hacerlo con guía y/o porteadores, conviene seguir las recomendaciones que ellos digan.

Que no te engañe el día soleado…¡hace un frío que pela!

¿Cómo orientarse y seguir el camino adecuado?

La verdad es que, antes de comenzar el trekking, era una de las preguntas que más asaltaba nuestra mente: ¿cómo nos orientaremos?¿Sabremos seguir el camino? Una vez finalizada la ruta podemos afirmar que no hay ningún problema.
Bien es cierto que las señalizaciones no abundan, más allá de algunas muy puntuales que indican los desvíos a determinadas poblaciones o valles. Pero no, no esperes encontrar carteles en los desvíos que te indiquen por dónde se va al Campo base del Everest. En la mayor parte de las poblaciones, eso sí, hay algunos carteles en los que indica la distancia y tiempo a otras poblaciones o al Campo base (aunque poco fiables esas distancias y tiempos…).
El camino, aunque no señalizado, resulta evidente en la mayor parte de la ruta. Es el camino principal que recorre el valle, y los desvíos importantes resultan sencillos de tomar. Por otro lado, al ser una ruta muy transitada, en caso de duda se puede esperar en el desvío y preguntar a algún lugareño o guía (o, simplemente, seguir a los otros grupos que hacen el trekking).
Conviene, como siempre, llevar un mapa (venden en Lukla, Namche y otras poblaciones), brújula y, a ser posible, la ruta en algún dispositivo GPS. En nuestro caso llevábamos un reloj con la ruta ya cargada, aunque no nos fue necesario utilizarla en ningún momento.

Aunque muy escasos, algún panel indicador hay.

Si se dispone de conexión a internet (en las primeras etapas del trekking) se puede consultar Google Maps, donde está toda la ruta bien documentada. Sin embargo, nos resultó mucho más útil llevar descargado el mapa de la zona en la aplicación Maps.me, que funciona perfectamente sin conexión a internet y en la que se ven reflejados todos los caminos de la zona. Nos sirvió, en múltiples ocasiones, para confirmar que estábamos en el camino adecuado, así como para ver la distancia aproximada que nos quedaba a nuestro destino.
Desde octubre de 2022 se ha puesto en marcha la Trek Card, que sirve para controlar de manera rápida y cómoda el paso de los senderistas por los diversos puntos de control. Cuando fuimos nosotros la daban a la salida de Lukla y únicamente se controlaba en la población de Tok Tok, en la primera etapa. En el futuro suponemos que se implantará en todo el recorrido. El pasaporte, eso sí, se comprueba en algún punto más de la ruta (antes de llegar a Namche Bazaar, en la etapa de Namche a Tengboche…).

Caminos evidentes, sin pérdida.

Presupuesto para el trekking al Campo base del Everest

Si hay algo que todos tenemos en cuenta cuando viajamos es el presupuesto de nuestro viaje. En el caso del trekking al Campo base del Everest, este puede variar de manera notable.
Indudablemente, la primera diferencia va a radicar en si el trekking se realiza por libre o con guía/porteador. En este último caso deberíamos contar con un presupuesto de en torno a 25-30€ por día en caso de llevar guía, a los que se sumarían unos 20-25€/día en caso de contar también con porteador. Además, hay que tener en cuenta que se suele dar un 10% en concepto de propina al finalizar el trekking. En caso de realizar la ruta por libre el presupuesto es notablemente inferior.
Gran parte del mismo se debe al precio del vuelo entre Katmandú (o Ramechhap, como fue nuestro caso). En octubre de 2022 el precio de los mismos, ida y vuelta, ascendía a 315$ (315,48€) por persona. A ello hay que sumar el transporte desde Katmandú a Manthali (ida y vuelta) y, si se precisa, alojamiento en la población de Manthali.
La entrada al Parque de Sagarmatha supone 3000 rupias (24€) por persona, y el permiso del trekking 2000 rupias (16€) por persona. Precios que podrían parecer algo caros, pero que resultan baratísimos si pensamos que vamos a recorrer algunos de los parajes más espectaculares del mundo. Ambos permisos y pagos se realizan in situ, en efectivo.

Entrar al Parque nacional de Sagarmatha cuesta 3000 rp (unos 24 €) por persona.

Los alojamientos, que detallaremos en el próximo apartado, supusieron un total de 80,8€, a los que hay que añadir 447,52€ gastados en desayunos, comidas, cenas y tés varios.
Es recomendable tener conexión a internet durante el trekking, por lo que pueda pasar. En nuestro caso compramos una tarjeta SIM en el Aeropuerto de Katmandú (compañía Ncell) que nos costó 500 rupias (4 €) y una tarjeta Everest Link (600 rupias/4,8€) para las últimas etapas de la ruta.
Otros gastos, como pueden ser un mapa de la ruta o las entradas al Museo sherpa de Namche Bazaar sumaron 6,4 € al presupuesto.
Así, el presupuesto total del trekking, sin contar el transporte a Manthali/Aeropuerto de Ramechhap ni el vuelo hasta Lukla, asciende a 77440 rupias, 619,52€ dos personas durante 12 días (25,81€ por persona y día). Si sumamos el transporte hasta el Aeropuerto de Ramechhap, el hotel allí y el vuelo hasta Lukla supone un total de 1315,06€.
* No detallamos aquí, por excederse del propósito de esta entrada, los vuelos hasta Nepal y el visado para entrar en el país (55€ por persona).

Las comidas y bebidas van a suponer el grueso de nuestros gastos.

Los precios a lo largo del trekking van aumentando conforme se alcanzan lugares más remotos. Esto es lógico: cuanto más alejado está el destino más difícil es transportar las mercancías (habitualmente mediante porteadores o burros/vacas/yaks). Para que sirvan como datos orientativos:
Platos principales: 400 – 900 rupias ( 3,2 – 7,2 €)
Tortillas (desayuno): entre 300 y 600 rupias (2,4 – 4,8 €)
Un litro de té negro: de 350 a 700 rupias (2,8 – 5,6 €)
Agua mineral: el litro parte de las 100 rupias (0,8 €) a las 500 rp (4 €) que cuesta en Gorakshep, el lugar más remoto de la ruta. Nosotros recomendamos, sin embargo, ir con pastillas potabilizadoras y/o filtro (más barato y se ahorra una gran cantidad de plásticos).
Duchas: si bien al comienzo de la ruta pueden ir incluidas en el precio de la habitación, más arriba son de pago (a partir de 500 rp/4 €).
Cargar baterías/teléfonos: también gratuito en algunos alojamientos al inicio de la ruta; a partir de 300 rp/2,4€ más adelante.

Un ejemplo de jarra de «ginger, honey, lemon». El precio aumenta conforme vamos ascendiendo en la ruta.

Alojamientos en el trekking al Campo base del Everest

El tema de los alojamientos es uno de los que más gratamente nos sorprendió a lo largo de la ruta. A pesar de caminar por un valle recóndito, con clima extremo y condiciones de vida difíciles, por el camino pasamos por varios pueblos y asentamientos en los que se encuentra un buen número de alojamientos. De hecho, en las primeras etapas del trekking los alojamientos son verdaderamente abundantes.
La mayor parte de ellos son sencillos alojamientos que no ofrecen grandes comodidades, pero que están regentados por amables familias sherpa que hacen sentirse como en casa. Habitaciones, en general, de pequeño tamaño pero con zonas comunes muy agradables.

Habitaciones sencillas, con gruesas mantas para protegernos del frío.

No hay calefacción en ninguno de ellos, por lo que resulta imprescindible llevar ropa de abrigo para dormir y proveerse de un buen saco de dormir (la temperatura dentro de la habitación, por la noche, puede bajar de los cero grados). En las zonas comunes, sin embargo, suele haber una estufa alimentada con leña (o con excrementos de yak); a pesar de ello, la temperatura es realmente fría.
Con respecto al precio, en general es barato (hasta 1000 rp/8 € por noche), siempre y cuando se desayune y cene en el propio alojamiento; en caso contrario, se cobra un suplemento (unas 2500 rp por noche).
En próximas entradas del blog detallaremos todo sobre los alojamientos en el trekking al Campo base del Everest.

Las zonas comunes de los alojamientos son realmente agradables.

Comida y cómo conseguir agua

Uno de los temas que más nos planteábamos y que mejor conviene organizar es el tema de la provisión de agua durante la ruta. Para comenzar, es importante saber que Nepal es uno de los países con riesgo más alto de diarrea del viajero y que, por otro lado, es imprescindible hidratarse de manera muy abundante para ayudar a prevenir el mal de altura.
Así, vamos a tener que ingerir mucha agua, pero va a tener que ser agua segura.
Aunque en todos los alojamientos y restaurantes que encontremos a lo largo de la ruta vamos a poder adquirir botellas de agua, esta es la opción menos recomendable. Por un lado, por el precio: desde 100 rp (0,8 €) el litro en las primeras etapas hasta las 500 rp (4 €) en Gorakshep. Por otro lado, y el más importante, por su impacto medioambiental. Toda la basura que se genera a lo largo de la ruta posteriormente alguien la tendrá que bajar, y las botellas de plástico no son una excepción.
Así, para reducir el consumo de plástico y no generar basura en un entorno así, lo ideal es llevar pastillas potabilizadoras o filtros de agua (nosotros llevamos ambos).

Pequeña parada a beber agua de nuestro filtro.

Llevábamos botellas metálicas en las que llenábamos el agua (en cualquier alojamiento, restaurante o incluso en algunas de las fuentes que encontrábamos por el camino), echábamos la pastilla potabilizadora (las más recomendadas son las Micropur Forte) y, posteriormente, las pasábamos a una botella con filtro, de la cual bebíamos. Aunque con uno solo de los métodos hubiera sido suficiente, preferimos utilizar ambos para reducir todo lo posible el riesgo de tener diarrea del viajero, la cual nos podría haber arruinado el viaje. Si estás buscando un filtro de agua para tu viaje, puedes echar un vistazo al bonito proyecto de The Social Water

En las primeras etapas de la ruta encontramos varias fuentes donde rellenar nuestras botellas.

Con respecto a la comida, fue otra de las cosas que nos sorprendió. Aunque la variedad no es extraordinaria y muchos platos se basan en huevos, arroz y unas pocas variedades de verduras, lo cierto es que comimos bastante bien.
Los desayunos, abundantes, se basan en tortillas, pan tibetano/pan sherpa, patatas y las exquisitas french toast (no dejes de probarlas si no las conoces). Para comer/cenar las opciones son mucho más variadas, y van desde sopas (no dejar de probar el sherpa stew) hasta pizzas (sencillas y pequeñas), pasando por noodles, arroz o los omnipresentes momos (similares a empanadillas, deliciosos).
En las primeras jornadas del trekking las casas de té, restaurantes y alojamientos son muy frecuentes y, por tanto, se puede parar a comer en prácticamente cualquier sitio. Sin embargo, en las últimas etapas esto no será posible, por lo que conviene llevar algo de comida para poder tomarla a lo largo de la ruta. En nuestro caso llevábamos barritas energéticas, que cumplieron perfectamente su función.
Por último, sería imperdonable no hablar del té. Es la bebida por excelencia del viaje, y no hay nada más reconfortante y placentero que sentarse en la zona común de los alojamientos, tras una larga caminata, a conversar mientras se ingiere un té bien caliente. El más básico es el té negro, pero la variedad es amplia (nuestro preferido el ginger honey lemon). Se sirven en tazas individuales o en grandes jarras de uno, dos o cuatro litros (ideales para compartir en grupos).

Imprescindible degustar los momos y el sherpa stew.

Mal de altura y otros peligros en el trekking al Campo base del Everest

Vale, esto es necesario reconocerlo: realizar el trekking al Campo base del Everest no está exento de riesgos. Y, aunque el camino carece de cualquier paso complicado o expuesto (es una senda buena sin dificultades técnicas), a lo largo de la ruta podemos tener una serie de dificultades que conviene conocer y, en la medida de lo posible, prevenir:
Mal de altura: debido a la disminución del oxígeno en altitud pueden surgir problemas como cefalea, cansancio, náuseas o pérdida de apetito, sueño irregular… y en casos graves dificultad para respirar, confusión e incluso el fallecimiento. Para prevenir el mal de altura es preciso aclimatarse, lo que implica no ascender más de 400-500 metros por día, incluir días de descanso cada 3-4 días (durmiendo a la misma altitud), ascender lentamente y beber abundante (evitando siempre el alcohol). En caso de que el dolor de cabeza no ceda con analgésicos habituales (Paracetamol, Ibuprofeno), se note sensación de falta de aire en reposo, confusión o inestabilidad al caminar hay que descender inmediatamente y, posiblemente, buscar ayuda médica. En casi todas las localidades de la ruta hay alguna pequeña clínica y en muchos alojamientos encontramos carteles con información sobre el tema; no obstante, es mejor leer también algo sobre el mal de altura antes de emprender la aventura.
Frío: durante el trekking, y sobre todo por las noches, hace frío. En nuestro caso, temperaturas nocturnas en torno a -12 o -15ºC. Por tanto, es imprescindible llevar buena ropa de abrigo, incluyendo gorro y guantes. Además, en tantos días de ruta también puede llover, por lo que la ropa impermeable no puede faltar en nuestra mochila.

Hay que llevar ropa de abrigo. De mucho abrigo.

Riesgos naturales: estamos caminando por el Himalaya, una región de notable actividad geológica y en la que pueden desencadenarse fenómenos naturales que conlleven riesgo para quienes se encuentran en la zona. Así, es fácil recordar el terrible terremoto del año 2015. Otros riesgos son los desprendimientos de rocas y, en caso de realizar la ruta en meses invernales, los posibles aludes de nieve.
Animales: a lo largo de la ruta nos cruzaremos, en incontables ocasiones, con rebaños de burros, vacas o yaks. Aunque se trata de animales pacíficos y que siempre están supervisados por sus pastores, dichos animales suelen llevar grandes cargas y pueden golpearnos o empujarnos si nos cruzamos con ellos en una zona estrecha del camino. Precaución y cederles siempre el paso son la mejor manera de evitar problemas.
Heridas/traumatismos: si se camina más de 100 kilómetros por montaña es fácil que nos rocen las botas, nos golpeemos con alguna piedra o nos hagamos un esguince, entre otras incidencias más graves. Conviene ir bien preparado (mejor botas que zapatillas de senderismo), llevar un completo botiquín e, idealmente, estar formado en primeros auxilios.

En el camino siempre hay que ceder el paso a los rebaños de animales.

Varios: internet, enchufes, baterías…

Existen otra serie de cuestiones que pueden surgir a la hora de preparar el trekking al Campo base del Everest por libre, y que pasamos a detallar:
Conexión a internet: sí, en un entorno tan remoto como este vamos a poder tener internet. En las primeras etapas de la ruta, hasta Pangboche aproximadamente, llega la conexión a internet con una tarjeta SIM normal. Más adelante es necesario comprar unas tarjetas especiales que nos permiten la conexión únicamente en los diferentes asentamientos (Dingboche, Lobuche, Gorakshep…). Se trata de la tarjeta Everestlink (1 Gb=600 rp/4,8€; 10 Gb =2000 rp/16€; 20 Gb=3000 rp/24€), válida por 30 días y que se vende en diversos alojamientos y tiendas a lo largo de la ruta. En nuestro caso compramos, nada más llegar, la tarjeta SIM Ncell en el Aeropuerto de Katmandú (500 rp/4 € por 20 Gb) y que nos sirvió hasta Pangboche; posteriormente adquirimos la Everestlink de 1 Gb, teniendo así conexión en las últimas etapas. En algunos alojamientos hay wifi gratuito, pero suelen ser en las primeras etapas y, generalmente, no funciona demasiado rápido (salvo en Namche Bazaar, donde hay buena conexión de internet).
Enchufes/adaptador: aunque el tipo de enchufe es ligeramente diferente en Nepal (clavijas tipo D o tipo M), lo cierto es que en todos los lugares en que estuvimos no precisamos de adaptador puesto que el enchufe europeo (el tipo F o C) funciona en Nepal sin problema. No obstante, no encaja a la perfección (se mueve un poco), por lo que si se dispone de adaptador encajará mucho mejor. En las primeras etapas de la ruta se pueden encontrar enchufes en la habitación (hasta Namche Bazaar seguro que sí), posteriormente puede haber en las zonas comunes (gratis/de pago); en las últimas etapas el uso de enchufes es de pago (el precio varía según el lugar y lo que se desea cargar en el enchufe).

Si queremos inmortalizar estos paisajes debemos tener muy en cuenta las baterías de nuestra cámara de fotos.

Baterías: hoy en día todos viajamos con un gran número de aparatos electrónicos. En el trekking al Campo base del Everest al menos llevaremos teléfono móvil y cámara de fotos, y muy probablemente algún tipo de reloj o dispositivo GPS que nos ayude a orientarnos. Como decíamos antes, en las primeras etapas de la ruta es fácil poder cargar nuestros dispositivos electrónicos de manera gratuita; sin embargo, más adelante va a ser de pago (precios elevados) o mucho más difícil. Hay que tener en cuenta, además, que las frías temperaturas que viviremos en algunos momentos harán que la vida útil de las baterías se reduzca, por lo que conviene planificar de manera exquisita el uso y la carga de todos estos dispositivos (no gustaría quedarse sin cámara de fotos en la cima del Kala Patthar, por ejemplo). En nuestro caso llevábamos un teléfono móvil apagado todo el día (salvo para conectarnos a internet al finalizar la ruta) y el otro en modo avión para poder tomar fotos/grabar vídeo y, si lo precisábamos, para orientarnos en la ruta. Llevamos siempre la cámara de fotos con dos baterías de respuesto; y el reloj GPS funcionó siempre a pleno rendimiento. De este modo, cargando siempre que podíamos (y era gratis) y con dos powerbank adicionales tuvimos de sobra para toda la ruta.
Idioma: como siempre que se viaja, el inglés es el idioma más útil para comunicarse, y en Nepal casi todo el mundo que tiene contacto con turistas se comunica bien en inglés. En los alojamientos pequeños y más familiares puede ser que sólo un miembro de la familia hable inglés; en Gorakshep nos costó un poco más comunicarnos, pero al final nos apañamos. Siempre que se viaja conviene aprender algunas palabras en el idioma local, como por ejemplo hola (नमस्ते, “namasté”) o gracias (धन्यवाद, pronunciado “danyavad”).

Aprender un sencillo «gracias» u «hola» en el idioma local siempre es una buena idea.

Una vez finalizados los preparativos vamos a pasar a enumerar todas y cada una de las etapas realizadas en el nuestro trekking al Campo base del Everest por libre. Pero eso, ya sabes… ¡lo contaremos en la próxima entrada del blog!

¡Ha sido una experiencia grandiosa! (Cima del Kala Patthar, a 5645 metros de altitud).

15 comentarios

  1. Un excelente y útil post sobre uno de los lugares más míticos del planeta. Vaya, una aventura con mayúsculas. He disfrutado muchísimo leyéndolo, y me dan ganas de realizar esa excursión, aunque creo que de momento me abstendré 🙂 Saludos!

  2. Ana

    Hola!
    Genial vuestro relato del viaje.
    Tengo en mente hacerlo en un par de años, peeeero… los puentes! Nombráis los puentes vertiginosos y paso pánico. ¿Son muchos? ¿Dan mucho miedo? ¿Mejor me quedo en casa???

    saludos! y gracias

    1. Conbotasymochila

      Hola, Ana, ¿qué tal?
      En primer lugar, gracias por tus palabras.
      Pues, a ver… Paula sí que tiene bastante vértigo y, aunque en un primer momento le daban un poquillo de respeto, finalmente los pasó todos sin problemas y al final hasta disfrutaba cruzándolos y haciéndose fotos en ellos.
      A lo largo de la ruta se cruzan un total de 6 o 7 (y a la vuelta los mismos), pero todos ellos son suficientemente anchos y están bien construidos (con cables muy gruesos de acero), por lo que no se mueven mucho y dan sensación de seguridad. Vértigo posiblemente te puedan dar, pero lo que te decimos, Paula los pasó sin problema.
      Y no, ¡no te quedes en casa que si te planteas esta aventura te encantará!
      * En próximas semanas iremos describiendo, etapa por etapa, la ruta, por lo que si vas leyendo el blog podrás ver más fotos de los puentes.
      Un saludo,
      Pedro y Paula

      1. Ana

        Gracias!!!! eso quería oir! La gente que no tiene vértigo, no entiende que te puedas quedar bloqueado en una situación así. Pero sabiendo que Paula sabe de lo que hablo, ya me quedo tranquila respecto a los puentes!
        Deseando seguir leyendo vuestro trekking!

  3. Hola.

    Para todos los que nos gusta la montaña, este trekking o cualquier otro de los que se hacen por la zona, es algo que nos apetece hacer por lo menos, una vez en la vida.

    Un post muy interesante, bien detallado y con muchos datos, que siempre, cuando leemos o vamos a preparar, nos gusta saber de antemano. Yo, por la gente que lo ha realizado, me han comentado que con una mochila de 32-35 litros es más que suficiente, ahora, por suerte, el material pesa poco y es muy reducido, venden sacos de dormir, que ocupan muy poco espacio (eso sí, el precio también es muy superior), no como antes, que solo para el plumas, ya ocupaba media mochila.

    Seguiré atento al resto de entradas.

    Salud y montaña.

    1. Conbotasymochila

      Hola, Eduardo, ¿cómo estás?
      Muchas gracias por tus palabras.
      Pues, a ver, sí que tienes razón en que mucha gente lo hace con mochilas algo más pequeñas (de hecho, Paula llevaba de 35 litros); pero si se hace el trekking por libre y no se dispone de material de primerísima calidad (sobre todo el saco, que es lo más voluminoso), puede ser necesaria una mochila algo más grande, como era mi caso.
      Gracias por comentar, seguiremos contando el trekking poco a poco.
      Salud y montaña
      Pedro y Paula

      1. David

        Hola, enhorabuena por la crónica porque sirve realmente como una guía para los que estamos a punto de ir y hacerlo por libre. En abril tenemos planeado el viaje y me quita el sueño el tema de no llevar reservados los lodge sobre todo por encima de dingboche que es donde hay más problemas por lo que he visto, he leído que vosotros los llevabais todos reservados, como los reservasteis???

        Muchas gracias por vuestra aportacion

        1. Conbotasymochila

          Hola, Davida, gracias por comentar y por tus palabras.
          Qué bien que tengáis planeada esta ruta; para nosotros ha sido algo increíble, en el top de viajes y rutas senderistas sin duda alguna. Los paisajes que vimos allí nos dejaron, en todo momento, sin palabras.
          Es cierto que en temporada alta (y abril lo es) puede haber mucha gente en la ruta y que no resulte tan fácil encontrar alojamientos. Tengboche, Lobuche y Gorakshep pueden ser los que menos alojamientos tengan y, por tanto, resulte más complicado.
          Esta semana subimos la entrada al blog sobre los alojamientos en el trekking, donde lo explicamos todo.
          Te dejamos por aquí el enlace y te animamos a que, si te apetece, estés atento al blog porque en las próximas semanas iremos subiendo todos los detalles de la ruta, etapa por etapa (mañana la primera).
          Aquí el enlace a los alojamientos:
          https://www.conbotasymochila.com/alojamientos-en-el-trekking-al-campo-base-del-everest/
          Un saludo y que vaya muy bien vuestro viaje.

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