Blog de viajes y montaña
 
Un día en el Gran Cañón: geología a lo grande

Un día en el Gran Cañón: geología a lo grande

El Gran Cañón es uno de esos lugares que no necesitan presentación. Una de esas maravillas de la naturaleza, mundialmente conocido, destino soñado de cualquier viajero inquieto. Centenares de kilómetros de tierra horadados pacientemente por el Río Colorado, maestro escultor. Colores, formas, luces y sentimientos. Una leyenda, pasión y sueño. La naturaleza grandiosa por antonomasia.
En la entrada de hoy os presentamos todos los datos prácticos y consejos para aprovechar al máximo la visita al Gran Cañón en un día. ¡Esperamos que lo disfrutéis igual que hicimos nosotros!
El Gran Cañón con las luces del atardecer.

¿QUÉ ES EL GRAN CAÑÓN? BREVES NOCIONES GEOLÓGICAS

El Gran Cañón del Colorado, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad según la UNESCO en 1979, es un cañón situado en el estado de Arizona (EEUU). Con 446 km de largo, hasta 1600 metros de profundidad y 29 km de anchura en algunas zonas, es uno de los más imponentes del mundo y, sin duda, el más famoso. Aunque mucha gente cree que es el cañón más profundo del planeta, lo cierto es que existen varios que lo superan con creces.
El Gran Cañón es, geológicamente hablando, como un libro abierto en el que se nos muestran unos 2000 millones de años de las historia de la Tierra.
En los diversos miradores encontramos paneles explicativos.
Antiguamente la zona estaba cubierta por mares poco profundos, que fueron depositando sedimentos desde hace unos 2000 millones de años hasta, aproximadamente, 200 millones de años. A finales del Mesozoico, 75 millones de años atrás, la zona comenzó a levantarse debido a la subducción de la costa oeste de norteamérica; se estima que la meseta del Colorado se elevó unos 3000 metros.
Hace unos 6 – 10 millones de años ocurrieron dos hechos fundamentales para la formación del Gran Cañón. Por un lado se comenzó a formar el Golfo de California, mientras que por otro se hundió ligeramente la parte oeste de la meseta del Colorado. Ambos hechos provocaron que los riachuelos y torrentes de la zona comenzaran a drenar hacia el oeste, confluyendo progresivamente en ríos más grandes que acabarían formando el Río Colorado primigenio.
Fijaos lo que ha creado el Río Colorado.
El tiempo frío y húmedo de las edades de hielo hace 2-3 millones de años (en el Pleistoceno) provocó inundaciones y un aumento del caudal de dicho río que erosionaron las rocas con mayor velocidad, alcanzando la profundidad actual hace 1,2 millones de años.
El final del Pleistoceno y el paso al Holoceno supuso un cambio climático en la zona, convirtiéndose en una zona semi árida tal y como lo conocemos actualmente.
Además de la erosión del agua, en la zona oeste del cañón se produjo gran actividad volcánica desde hace 3 millones de años hasta, aproximadamente, unos 100000 años. Los flujos de lava produjeron embalses naturales en el curso del río, modificando y reteniendo su curso temporalmente.
A todo ello le podemos sumar la actividad sísmica en la zona, leve pero relativamente frecuente, que continúa todavía en nuestros tiempos.
Así, como podéis ver, la formación del Gran Cañón tal y como lo conocemos hoy en día es un proceso complejo y multifactorial, cuyos resultados podemos ver a simple vista si nos acercamos a conocerlo en persona.
Obra maestra de la naturaleza.

¿CÓMO LLEGAR AL GRAN CAÑÓN?

La mayor parte de los viajeros que se acercan al Gran Cañón lo hacen para conocer su parte sur, conocida como South Rim, abierta todo el año. La parte norte (North Rim), más remota, es mucho menos visitada que la parte sur.
Mapa de todo el parque de Grand Canyon.
En la zona oeste se encuentra el famoso Grand Canyon Skywalk, y también sirve de punto de partida para los paseos en helicóptero y para hacer rafting.
Para resumir:
South Rim: tanto si venimos realizando la Ruta 66 desde Los Ángeles o Las Vegas, como si nuestro origen es Chicago, debemos llegar hasta la localidad de Williams, en que nos desviaremos al norte por la 64. Desde esta localidad son, aproximadamente 95 km (1 hora). Si venimos realizando la Ruta 66 desde Chicago, otra opción es tomar el desvío por la 180 al llegar a la localidad de Flagstaff, que posteriormente se une a la 64.
Williams es el principal punto de partida para llegar al South Rim.
North Rim: si venimos desde Page (Antelope Canyon, Horseshoe Bend) apenas tenemos 200 kilómetros (2 horas y 25 minutos) hasta nuestro destino. Si venimos realizando la Ruta 66 nos tenemos que desviar, en dirección norte, a la altura de Flagstaff y recorrer los 335 km (3 horas y 42 minutos) que nos separan de la entrada del North Rim.
Cómo llegar al North Rim si venimos realizando la Ruta 66.
Desde Page la entrada al North Rim es más cercana.

HORARIOS Y PRECIOS

El South Rim, mucho más visitado, está abierto todo el año; mientras que el North Rim está cerrado en temporada invernal (desde el 1 de diciembre hasta el 15 de mayo, aunque su apertura puede retrasarse en función de la nieve).
En el South Rim existe un «pequeño pueblecito» con hoteles, restaurantes, tiendas y algún museo, así como el centro de visitantes. Este último abre de 09:00 a 17:00 horas, y es donde podemos obtener toda la información que necesitemos sobre el parque. Las tiendas y restaurantes tienen un horario de apertura más amplio, hasta las 21:00 o 22:00 horas.
El precio de entrada al parque (coche + ocupantes) es de 35$, y tiene una validez de 7 días, permitiendo visitar tanto el North como el South Rim. Si disponemos del Anual Pass de los Parques Nacionales (recomendadísimo si vamos a realizar un viaje que incluya visitas a diversos parques), la entrada al Grand Canyon va incluida y nos saldrá gratis.
Majestuoso panorama.

¿DÓNDE DORMIR?

Tal y como decimos en el punto anterior, el South Rim es realmente un pequeño pueblecito con todo tipo de comodidades. Y eso, evidentemente, incluye hoteles. ¿El problema? Su elevado precio. Con alguna excepción, según fechas y alojamiento, la noche asciende a 150$ o más. Que sí, que estamos en un enclave excepcional, pero el precio es muy elevado.
Si, por el contrario, nos apetece ir de acampada, el Mather Campground Site ofrece parcelas por 18$ la noche.
En ambos casos conviene reservar con varios meses de antelación puesto que es habitual que todos los alojamientos cuelguen el cartel de «completo».
Existe la posibilidad de alojarse fuera del parque, lo cual hace que los precios disminuyan sensiblemente. En nuestro caso nos alojamos en la localidad de Williams, a una hora de allí. Nuestra elección fue El Rancho Motel, a 65,5€ la noche, que nos gustó bastante. Si estamos realizando la Ruta 66 y nos escapamos al Grand Canyon, es una opción ideal.

¿CÓMO ORGANIZAR LA VISITA?

Como la mayor parte de los Parques Nacionales en EEUU, el Grand Canyon nos ofrece actividades para conocerlo, si queremos, en varios días.
Dado que la mayor parte de los viajeros se acerca únicamente al South Rim, vamos a intentar resumir todo lo que podemos visitar y conocer en esta zona del parque. Para moverse entre todos estos lugares lo podemos hacer en nuestro vehículo, aunque en determinadas temporadas, dada la gran afluencia de gente, lo mejor será utilizar el autobús gratuito que pone el parque.
Mapa del Grand Canyon Village y del South Rim (ojo, no está a escala).
Los principales lugares y actividades son los siguientes:
Grand Canyon Visitor Center: es, habitualmente, la primera parada a realizar. En el centro de visitantes podemos obtener información sobre el parque y los amables trabajadores ayudan a planificar la visita. Además de las exposiciones temporales, el vídeo «Grand Canyon: a journey of  wonder» es de especial interés.
Yavapai Geology Museum: un museo con excepcionales vistas panorámicas en el que podemos adquirir nociones de la formación del Gran Cañón. Todos los días un ranger ofrece una pequeña lección sobre geología. Ideal para los más jóvenes.
Verkamp’s Visitor Center: una pequeña tienda y museo donde contemplar exhibiciones sobre la historia del pueblo de Grand Canyon.
Grand Canyon Visitor Center: parada obligatoria.
Kolb Studio: antiguo edificio en el que se realizan exposiciones de arte.
Backcountry Information Center: el lugar ideal para pedir información acerca de las rutas de senderismo. En este mismo edificio es donde expiden los permisos para acampar en el interior del parque si realizamos rutas de más de un día.
Desert View Drive: desde el centro de visitantes parte, en dirección este, una carretera que nos acerca a varios miradores del cañón. El último de ellos, denominado Desert View, cuenta con una torre desde la que hay unas excepcionales vistas del cañón al atardecer.
Conduciendo por el Desert View Drive.
Hermit Road: carretera de 11 kilómetros que nos lleva a nueve miradores distintos. Se puede recorrer en el autobús gratuito que pone el parque (que circula con bastante frecuencia), en bicicleta o caminando. Únicamente en los meses de invierno puede realizarse con vehículo particular. Es una de las atracciones más populares del parque.
Senderismo: a pesar de que puede parecer algo temerario aventurarse a caminar en estos desérticos parajes, existen numerosas rutas que se adentran en el cañón. Las más populares son el Bright Angel Trail, el South Kaibab Trail y el Hermit Trail. Todos ellos son largos, salvan gran desnivel y exigen llevar agua abundante (en muchas épocas no podemos encontrarla en el camino). Nosotros hicimos el Bright Angel Trail (21,2 km; 1260 metros de desnivel) y nos resultó una experiencia memorable.
Primeros pasos en el Bright Angel Trail.

NUESTRA EXPERIENCIA EN EL GRAND CANYON

Nos levantamos muy temprano en la localidad de Williams, y tomamos la carretera en dirección norte que nos lleva, en una hora, a la entrada del Grand Canyon. Mostramos nuestro Anual Pass y entramos al parque. Tenemos que reconocerlo: hoy es uno de los días grandes del viaje, uno de los más esperados. Y no es para menos, ¡estamos en una de las maravillas naturales del mundo!
Nos hacemos con un mapa en el centro de visitantes, con la idea de realizar senderismo. Ya sabéis: no podemos estar quietos y nos encantan las excursiones por la naturaleza. Así, nos dirigimos a la zona este del pueblo de Grand Canyon, junto al Kolb Studio, donde parte el Bright Angel Trail.
Realizamos esta fabulosa ruta de más de 21 kilómetros y 1260 metros de desnivel, lo cual nos lleva unas 6 horas. Aunque es dura y acabamos bastante fatigados, nos encanta, puesto que disfrutamos de unas vistas del cañón incomparables.
Haciendo una ruta de 21 km por el Bright Angel Trail llegaremos a este espectacular mirador.
Ya de regreso tomamos el coche y decidimos hace el Desert View Drive. Se trata de una carretera que nos lleva a diversos miradores. Nosotros nos detenemos en todos; en algunos más brevemente y en otros durante bastante rato, admirando el paisaje. Desde cada uno de ellos la vista varía, siendo realmente impresionante.
Juegos de luces y sombras.
– Pues aquí estoy, disfrutando del paisaje.
Nuestra última parada del día es en el mirador conocido como Desert View, bajo una antigua torre de vigía. En esta zona, donde se encuentra el camping, tienda, restaurante, etc… se congrega gran cantidad de gente para contemplar el atardecer. Motivos no faltan, puesto que la panorámica es inmensa y nos permite disfrutar del cañón en su máxima expresión. Las luces del atardecer magnifican sus infinitas tonalidades, creando una estampa de ensueño, un momento mágico. Inenarrable.
Llegando a la torre del Desert View, para contemplar el atardecer.
Últimos rayos de sol.
Paisajes infinitos.
Una vez se pone el sol nos despedimos del parque y emprendemos el regreso a Williams.
– ¡Hasta siempre, Grand Canyon!
¿Hasta siempre? Bueno, pues mientras vamos de camino a Williams decidimos que necesitamos contemplar esos paisajes una vez más, por lo que acordamos irnos a dormir pronto y madrugar para contemplar el amanecer en el Gran Cañón.
Dicho y hecho: suena el despertador cuando todavía es noche cerrada en Williams. Sin embargo, no nos cuesta nada levantarnos. En pocos minutos estamos vestidos y tomamos el coche de regreso al Gran Cañón.
Contemplamos un amanecer fabuloso desde el Mather Point, situado junto al centro de visitantes. Se trata de un mirador muy popular, por lo que conviene llegar pronto para coger buen sitio.
Bellísimo amanecer.
Detalles de la verticalidad de Grand Canyon.
Inolvidable.
No contentos con ello, más tarde tomamos el autobús gratuito que realiza la ruta por Hermit Road. Por falta de tiempo no visitamos todos los miradores; aunque nos gustan especialmente Powell Point y Hopi Point.
Vistas desde alguno de los miradores de Hermit Road.
No alcanzamos a ver el final.
Finalmente, y con mucha pena, debemos decir adiós al Grand Canyon. Aunque, en nuestro interior, tenemos claro que más que un «adiós» es un «hasta la próxima». Volveremos algún día, segurísimo.
En la próxima entrada del blog, la ruta de senderismo Bright Angel Trail, que nos llevó casi hasta el fondo del Grand Canyon, ¡no os la perdáis!
Posando ante la inmensidad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *