Blog de viajes y montaña
 
Valle de Otal desde el Refugio de Bujaruelo

Valle de Otal desde el Refugio de Bujaruelo

Bujaruelo es, para muchos, uno de los valles más hermosos y salvajes de todo el Pirineo aragonés. Rodeado por cumbres que alcanzan los 3000 metros, teñido en mil tonalidades verdosas por bosques y prados y decorado por las artísticas aguas del Río Ara, es un remanso de paz en pleno corazón pirenaico. Aunque quizá se vea algo eclipsado por su hermano mayor, Ordesa, no resultaría del todo exagerado decir que Bujaruelo le hace una merecida competencia en cuanto a belleza y grandiosidad.
Una de las excursiones más populares es la que lleva al Valle de Otal, situado a los pies del pico del mismo nombre y rodeado por un circo glaciar idílico. Se trata de una ruta apta para toda la familia, que regala, sin apenas dificultad (salvo la distancia recorrida) unos paisajes memorables.
Hoy te contamos la ruta al Valle de Otal desde el Refugio de Bujaruelo. ¿Nos acompañas?

¿Cómo llegar?

El punto de partida se encuentra en el Refugio de Bujaruelo, en el término municipal de Torla.
Para llegar al refugio, debemos atravesar la localidad de Torla en dirección norte y, una vez se llega al Puente de los Navarros, tomar el desvío hacia la izquierda (el de la derecha nos llevaría al Valle de Ordesa). Desde el cruce asciende una pista forestal, inicialmente asfaltada, que más tarde se convierte en pista de tierra y nos lleva al Refugio de Bujaruelo.
Junto a él existe un camping y una gran zona de aparcamiento.
La pista, en época estival, se encuentra en buen estado y es apta para cualquier tipo de vehículo.

Datos técnicos

Fecha: 4 de julio de 2020
Inicio y fin de la ruta: Refugio de Bujaruelo.
Itinerario: Refugio de Bujaruelo – Pista Valle de Otal – Cabaña/Refugio de Otal – Cascada -Cabaña/Refugio de Otal – Puente de Oncins – Puente de Bujaruelo – Refugio de Bujaruelo.
Distancia: 14,79 kilómetros.
Desnivel acumulado: 333 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 1341 metros (Refugio de Bujaruelo).
– Máxima: 1641 metros (Cascada).
Duración sin paradas: 3 horas y 25 minutos.
Duración total, por partes:
– 17 minutos al desvío a la Pista de Otal.
– 1 hora y 5 minutos al inicio del Valle de Otal (5 minutos de descanso).
– 1 hora y 35 minutos al Refugio/Cabaña de Otal.
– 1 hora y 40 minutos a la cascada (40 minutos de descanso).
– 3 horas y 35 minutos al Puente de Oncins (5 minutos de descanso).
– 4 horas y 15 minutos hasta el coche.
Dificultad/recomendaciones:
– Ruta muy sencilla, con muy poco desnivel y superado sencillamente por la cómoda pista. Apta para (casi) todos los públicos, cuyo único escollo es la distancia a superar.
Track GPS: descárgalo aquí.

*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.

Ruta sobre el mapa del IGN.
Ruta según el reloj GPS.
Perfil de la ruta. Ascenso cómodo y suave.
Escala MIDE de dificultad. Salvo la distancia, ruta muy sencilla.

Nuestra experiencia en el Valle de Otal

Siempre es agradable juntarte con viejos amigos y descubrirles esos pedacitos de paraíso cercanos al lugar en el que vives, disfrutando a la par de una grata compañía y de paisajes de cuento. Así, enseguida surge la excelente idea de visitar el Valle de Bujaruelo que, tras este año de lluvias más abundantes, pensamos que nos mostrará su versión más colorida.
Así, llegamos al Refugio de Bujaruelo en torno a las nueve de la mañana. Tomamos un café rápido (el termómetro marca tan solo seis grados…) y emprendemos la marcha por la pista que transcurre por la margen derecha del Río Ara.
Superada la primera curva el valle se abre y se muestra en todo su esplendor, con un verde intenso iluminado por la todavía tímida luz matutina.

La luz de la mañana comienza a iluminar el verde valle.

En poco más de 15 minutos llegamos a un desvío. Hacia la derecha nos llevaría hacia el Puente de Oncins (lo haremos a la vuelta); nosotros continuamos por la pista que se dirige hacia la izquierda (noroeste) y que comienza a ascender por terreno boscoso realizando amplias lazadas.

Desvío. Nosotros, en este momento, hacia la izquierda. Para la vuelta nos dirigiremos al Puente de Oncins.
La pista es cómoda. Muy, muy cómoda.

Aunque la pista va ganando altura, lo hace de manera muy progresiva, por lo que no exige especial esfuerzo y permite ir disfrutando de las vistas y del entorno. Así, a lo lejos, no nos cuesta nada distinguir el Puerto de Bujaruelo y las impresionantes paredes de los Gabietos, cuyas cumbres superan los míticos tres mil metros de altitud. En algún momento también asoma el majestuoso Vignemale/Comachibosa, la gran cima del Pirineo francés.

De vez en cuando merece la pena detenerse a contemplar la vista. Al fondo, el Puerto de Bujaruelo.

Cuando llevamos poco más de una hora de camino llegamos a la entrada del Valle de Otal. Sabíamos que era bonito, sí, pero nos parece una auténtica delicia. Con su característica forma glaciar, el fondo del valle es un perfecto tapete herboso decorado con millones de flores; en las alturas las cumbres todavía nevadas lo contemplan todo, vigilantes. Definición perfecta de “paisaje de postal”.

Estampa de postal.
Caminando por medio del valle.

Desde este punto también vemos que la pista se dirige, llaneando, hacia el fondo del valle, donde distinguimos una pequeña cabaña, a la que llegamos tranquilamente en unos 25 minutos más (1 hora y 35 minutos desde la salida).

Refugio/Cabaña de Otal, con el pico del mismo nombre arriba a la izquierda.

No nos detenemos aquí, puesto que unos pocos metros más adelante un riachuelo salta desde la montaña formando una coqueta cascada. A los pies de la misma varios árboles originan la sombra perfecta donde parar a reposar y comer un ansiado bocadillo.

Esa sombra nos dice: ¡sentaos aquí!
Hermosas flores junto al río.

Descansamos durante unos cuarenta minutos y decidimos regresar, puesto que poco a poco comienza a llegar más gente a este bucólico emplazamiento (recomendamos madrugar puesto que en verano es una ruta muy frecuentada).

Aunque aquí se está de maravilla, toca regresar.

Regresamos por la pista, conversando de mil temas y disfrutando de las amplias vistas, con calma.

El Valle de Otal, precioso, de regreso.

Al llegar al cruce de pistas decidimos no regresar por donde habíamos venido y optamos por tomar el desvío de la izquierda, que nos lleva, en apenas un par de centenares de metros, al Puente de Oncins.
Cruzamos dicho puente, sobre el Río Ara, que forma en este lugar unas espléndidas pozas de aguas turquesas. Artista incomparable la naturaleza.

¡Vaya colores nos muestra el Río Ara!

Desde aquí no nos queda más que seguir la senda, que ahora transcurre por la margen izquierda del río, entre arbustos y tramos de bosque, hasta llegar al puente románico que nos deja en el Refugio de Bujaruelo.
En resumen, la ruta al Valle de Otal desde el Refugio de Bujaruelo es, a pesar de la distancia (14,79 km) una ruta muy sencilla y que ofrece unos paisajes de ensueño, ideal para disfrutar en familia.

¡Hasta la próxima, Bujaruelo!

6 comentarios

  1. Hola.

    Es un recorrido sencillo, perfecto para hacer en familia por su escaso desnivel y un entorno de postal. Yo he tenido la suerte de verlo desde abajo y también desde arriba (pico Otal).

    Una buena alternativa para no volver por el mismo lugar, es hacer una circular, uniéndolo con el valle de Ordiso, también es interesante continuar subiendo hasta alcanzar un precioso valle colgado (valle de Ferreras)

    Un saludo

    1. Conbotasymochila

      Hola, Eduardo, gracias por comentar.
      Lo cierto es que es un recorrido sencillo, para toda la familia, ¡nos gustó mucho!
      Nos anotamos lo de la ruta circular por Ordiso, que debe de ser muy solitaria y seguro hermosa.
      Un saludo,

      Paula y Pedro.

    1. Conbotasymochila

      Hola, Edu.
      Pues aunque quizá el propio Valle de Otal no presenta su mejor cara en otoño, el entorno de Bujaruelo es realmente hermoso en esta época, por lo que sí que te recomendaríamos acercarte por allí.
      Un saludo,

      Pedro y Paula

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *