
No exageramos nada al decir que Islandia es uno de los países que más nos ha fascinado. Salvaje y con una naturaleza espectacular, los paisajes que pudimos contemplar en este país nos parecieron incomparables. Cascadas furibundas, enormes ríos, glaciares infinitos, volcanes y campos de lava…geología a lo grande en el apodado “país de hielo y fuego”.
Islandia puede ser recorrida por libre sin mayor dificultad, alquilando una furgoneta o un turismo convencional, descubriendo la mayor parte de los parajes que esconde, en una completa ruta por dos semanas. En nuestro caso, eso incluyó el adentrarnos en zonas más remotas y menos turísticas, como los sorprendentes fiordos del oeste y la Península de Snaeflness, así como el realizar una de las rutas de trekking más notables del planeta: el Laugavegur.
Hoy te contamos todos los preparativos, consejos y recomendaciones para preparar un viaje por libre por Islandia, así como nuestra ruta recorriéndola en su totalidad durante dos semanas. ¿Quieres saber algo más?¡Sigue leyendo!

Índice de contenidos
¿Cómo llegar a Islandia?
Islandia es una isla de algo más de 100000 km² situada en el Atlántico Norte, justo al sur del círculo polar ártico. Debido a su carácter insular, las dos únicas posibilidades de llegar son mediante barco o avión.
El principal punto de entrada al país es por vía aérea, por el Aeropuerto de Keflavik (KEF), con numerosos vuelos internacionales y más de seis millones de pasajeros al año. Existen vuelos directos a/desde Canadá, EEUU y gran parte de países europeos.
Los vuelos desde España a Islandia tienen una duración aproximada de cuatro horas y precios que parten de los 250 euros, ida y vuelta.
Una opción mucho menos popular pero que en ocasiones también es empleada por algunos viajeros es llegar a Islandia en ferry. Si bien permiten ahorrarse el dinero de alquilar coche al llegar, los trayectos son más largos (pudiendo alargarse hasta dos o tres días según el puerto de partida) y los precios son bastante elevados. Puedes consultar rutas y precios, partiendo desde Dinamarca, aquí.
En nuestro caso volamos Barcelona – Keflavik y Keflavik – Barcelona, por unos 260 euros por persona.

¿Cómo llegar desde el Aeropuerto de Keflavik a Reykjavik?
Dado que Islandia, a diferencia de la mayor parte de destinos que visitamos, no posee trenes, las dos maneras de llegar desde el Aeropuerto de Keflavik a la capital del país, Reykjavik, son el autobús y el taxi.
El aeropuerto se halla a unos cincuenta kilómetros de Reykjavik, por lo que un trayecto en taxi hasta dicha ciudad tiene unos precios elevados (y más teniendo en cuenta lo cara que es la vida en Islandia). Así, tranquilamente podríamos pagar una carrera de 150€ o más, por lo que sólo es una opción para bolsillos más pudientes.
Por tanto, la mejor opción para el viajero habitual es tomar un autobús. Existen diversas compañías turísticas: Flybus (la más conocida y que para en el centro de la capital), Gray Line (parada algo más lejos del centro) o Airport Direct (mini buses, más caros pero más flexibles). El trayecto dura unos 45 minutos, aproximadamente, y los precios rondan los 27€ por persona.
Por último está la opción de tomar el autobús público, sin duda la opción más barata de todas. La línea 55 parte desde un gran aparcamiento en la zona de “Salidas” del aeropuerto, y el trayecto cuesta 15,75€ por persona a fecha de octubre de 2023, llevando a la estación BSI de Reykjiavik en algo más de una hora. Como principal ventaja su precio, sin duda; sin embargo, tiene menor frecuencia, sobre todo en fines de semana (sale cada dos horas). Toda la información aquí .
En nuestro caso tomamos el autobús público, que partía cada hora del aeropuerto, y nos acercó a nuestro hotel en Keflavik.

¿Cómo moverse por Islandia?
Islandia es un país que, a pesar de su climatología en muchas ocasiones adversa, presenta unas infraestructuras más que notables y resulta ideal para moverse por libre conduciendo un vehículo de alquiler.
Así, la mayor parte de los viajeros que se acercan a la isla alquilan un vehículo, bien sea turismo, furgoneta o incluso caravana, y se lanzan a recorrer las carreteras islandesas. Todas las opciones tienen sus ventajas e inconvenientes, que pasamos a describir:
– Turismo: sin duda la opción más económica, con precios bastante variables entre temporada baja y temporada alta. Como principal desventaja con el resto de opciones, será necesario buscar alojamientos para dormir, lo que supone un importante presupuesto en este país.
– Furgonetas: posiblemente la opción, en estos momentos, más utilizada. Las hay de diversos tamaños, para más o menos personas, 4×4 o normales… Existen numerosas compañías que alquilan este tipo de vehículos, perfectamente acondicionados para poder dormir en su interior, y todas ellas con buenas opiniones. Precios elevados, en general, pero con el consiguiente ahorro de alojamientos y la independencia que permiten este tipo de vehículos.
– Autocaravana: quizá sean más cómodas para pasar las noches que una furgoneta convencional; sin embargo, su precio se dispara. Como punto negativo, además, los fuertes vientos que asolan Islandia con frecuencia hacen que conducir estos vehículos sea más complicado (e incluso esté prohibido según la velocidad del viento).

Para adentrarse en las tierras altas son precisos vehículos 4×4. Para ir a Landamannalaugar, punto de partida del célebre trekking Laugavegur, existen compañías de autobuses que llevan hasta dicho destino (precio bastante caro, eso sí).
En nuestro caso alquilamos una pequeña furgoneta con la compañía CampEasy, que nos gustó muchísimo y nos pareció una experiencia gratísima y más que recomendable. Hablaremos de ello, con más detalle, en nuestra entrada sobre Alquilar furgoneta y conducir en Islandia. A Landamannalaugar fuimos con el autobús de Reykjavik Excursions, la mejor manera de llegar hasta allí.

Dinero en Islandia
Sí, Islandia es un país caro. Podríamos decir que muy caro, y quizá el más caro en el que hemos estado. Por tanto, es necesario contar con un presupuesto bastante importante a la hora de plantear el viaje; una correcta organización, reservar con antelación y algunos pequeños trucos nos permitirán ajustarlo al máximo posible. En una próxima entrada del blog hablaremos más detalladamente sobre el dinero y el presupuesto de nuestro viaje a Islandia.
Cabe destacar aquí, eso sí, que no es preciso cambiar demasiado dinero en efectivo puesto que resulta sencillísimo pagar con tarjeta, en prácticamente todos los sitios en que estuvimos.

Mejor época para viajar a Islandia
Todas las guías que puedas encontrar en internet te dirán que cualquier época del año es buena para viajar a Islandia y, aunque con muchos matices, tienen razón.
No obstante, lo cierto es que el verano es la mejor época puesto que es cuando el tiempo es más benévolo (o menos malo, siendo más precisos) y los días son más largos (en junio hay días en que el sol casi no se llega a poner). Se trata, por tanto, de la temporada alta.
Cabe destacar que, a pesar de su latitud, encontrándose justo por debajo del círculo polar ártico, Islandia presenta un clima relativamente suave debido a la cálida corriente del Golfo que se acerca a sus costas y que, por otro lado, produce más lluvias en la parte oeste y sur que en el resto de Islandia.

Dicho esto, todas las épocas del año tienen su encanto:
– Invierno: apenas hay horas de sol y las temperaturas son bastante frías. Así, por ejemplo, la temperatura máxima en Reikiavik entre los meses de noviembre a abril está en torno a los 4ºC, estando las mínimas unos pocos grados bajo cero. Es frecuente que las carreteras estén cubiertas de nieve y/o hielo y el acceso a algunas zonas del país sea difícil o imposible. Sin embargo, la belleza de la naturaleza islandesa vestida de blanco es algo soberbio. Además, es buena época para intentar ver la aurora boreal (entre los meses de septiembre a abril).
– Verano: temperaturas algo más moderadas, pero que difícilmente van a superar los 10ºC en los días soleados, pudiendo descender notablemente en días nublados y apenas llegar a los 0ºC grados algunas noches. Como principal ventaja, los días alargan mucho y permiten exprimir mucho más las jornadas. Es la única temporada del año en que se puede acceder a determinadas zonas del interior de Islandia (las tierras altas), y la mejor para realizar senderismo.
– Otoño: los días acortan rápidamente y pronto comienza a llegar el frío. A partir de septiembre ya se pueden contemplar auroras boreales.
– Primavera: el día va alargando, pero las temperaturas se mantienen frías hasta bien entrado el mes de abril o incluso mayo.

Por otro lado, es preciso saber que, además de las temperaturas bajas, en Islandia es frecuente que los cielos se encuentren cubiertos y que soplen vientos, en ocasiones con una furia intensa, descendiendo drásticamente la sensación térmica y pudiendo ocasionar problemas con la conducción.
Puedes consultar la climatología islandesa y la previsión del tiempo en esta web.
Preparativos para el Viaje a Islandia
Como cualquier viaje que tengamos que preparar, el viaje a Islandia ha de ser organizado concienzudamente, teniendo en cuenta muchos detalles y particularidades; en el caso de Islandia una de las principales recomendaciones es organizarlo con bastante tiempo de antelación.
Se trata de un país que en los últimos años está viviendo una auténtica eclosión del turismo y, por tanto, preparar el viaje con tiempo nos va a permitir disponer de mejores precios y mayores alternativas a la hora de moverse, alojarse o realizar determinadas actividades en el país. Unos tres meses de antelación serían el mínimo que consideramos necesario aunque, como siempre, cuanto antes podamos zanjar algunos asuntos mejor que mejor.
Vamos a detallar, brevemente, algunos de los puntos a tener en cuenta:
– Documentación: en el momento actual para entrar a Islandia únicamente es preciso el pasaporte o DNI, con una validez mínima de tres meses. No olvidar el carnet de conducir y el carnet de conducir internacional.
– Transporte: una de las cosas que primero se deben mirar es el tema de cómo moverse por el país. Las opciones son variadas, pero mucha gente se decanta por hacerlo en furgoneta camperizada. El parque de estos vehículos es limitado, por lo que reservando con tiempo la disponibilidad de las mismas es mayor. En nuestro caso reservamos con tan solo mes y medio de antelación y algunas de las furgonetas que se adaptaban a nuestros requerimientos ya no estaban disponibles. Prever un notable gasto para ello.

– Refugios en el trekking Laugavegur: muchos de los viajeros que se acercan a Islandia lo hacen también para disfrutar del senderismo en unos parajes espectaculares. Y no son pocos los que se aventuran a realizar el trekking de Laugavegur, que transcurre por las tierras altas de Islandia, desde el paraje de Landmannalaugar a Thorsmork, una ruta que suele durar tres o cuatro días. La disponibilidad de plazas en los refugios también es limitada, por lo que se aconseja reservar con tiempo para asegurar lugar donde pernoctar. En nuestro caso, tuvimos que hacer el trekking en tres días en lugar de cuatro, puesto que uno de los refugios estaba lleno cuando lo intentamos reservar. Toda la información que necesitas sobre los refugios en el trekking está aquí.
– Alojamientos: aunque los vamos a detallar en una próxima y completa entrada del blog, quizá los alojamientos es uno de los pocos asuntos que no requiere tanta antelación para reservar. Quienes se muevan por Islandia en autocaravana o furgoneta camperizada pueden encontrar un gran número de campings donde alojarse (no está permitido pasar la noche en cualquier sitio…); por otro lado, la disponibilidad de hoteles o alojamientos en casas de campo, granjas, etc. también es amplia.

– Ropa y equipaje: hay que tener en cuenta que Islandia es un país con una meteorología extrema, en que en cualquier época del año puede hacer frío helador, lluvia, nieve, niebla o vientos huracanados. Por tanto, hay que tener en cuenta a la hora de preparar la mochila: la ropa impermeable y de (mucho) abrigo no puede faltar en ella. Guantes, gorro, e incluso mallas térmicas deberían ser también obligatorias. Para los pies, imprescindibles zapatillas de trekking o, todavía mejor, botas. A todo ello hay que sumarle el material necesario para poder estar cómodos en la furgoneta o autocaravana, en caso de que este sea nuestro medio de transporte. Por último, hay que tener en cuenta que en Islandia los precios son muy elevados e, incluso en los supermercados, los precios son notablemente superiores a lo que estamos habituados. Por ello, puede resultar una buena idea el llevar algo de comida en la mochila desde casa; algunos alimentos, como el aceite de oliva y las latas de atún o similares son, quizá, los más recomendables para traer desde casa. La pasta/noodles/etc.. tiene precios similares o sólo ligeramente más caros, por lo que no compensa acarrearlos. Se puede consultar información sobre alimentos permitidos/restringidos en esta web . En el siguiente apartado de esta entrada vamos a detallar todo lo que nosotros llevamos.

Nuestro equipaje para el viaje a Islandia
En nuestro caso el viaje a Islandia incluía un trekking de tres días por las tierras altas (el célebre Laugavegur), lo que condicionaba en buena medida la ropa y material que debíamos llevar. En esencia, ropa de montaña, muy abrigada e impermeable, así como material por las posibles vicisitudes que nos ocurrieran por el camino (mapas, brújula, GPS, etc.). Además, el resto del viaje lo íbamos a realizar en una furgoneta camperizada, por lo que parte del material también tenía que estar pensado para ese fin. Muy recomendable algo de ropa cómoda y limpia para estar en la camper. Con esta última van incluidos todos los utensilios para cocinar, por lo que no es necesario traerlos desde casa.
Así, este fue el listado, no exhaustivo, de lo que llevamos para un viaje de dos semanas por Islandia:
– Mochilas 45 litros + funda impermeable.
– Mochilas pequeñas.
– Ropa interior, incluyendo calcetines de invierno (lana de merino o similares).
– Camisetas.
– Camisetas térmicas.
– Forro polar: útil para dormir.
– Mallas térmicas: o para dormir o como segunda capa.
– Chaquetas de plumas: lo más abrigadas posible.
– Chaqueta impermeable + cortavientos: en Islandia hace frío, pero el viento puede ser todavía peor.
– Pantalones de montaña: idealmente de invierno.
– Sobrepantalones impermeables.

– Guantes: finos y de invierno/montaña.
– Gorro de lana + buff.
– Botas de montaña: tanto las de invierno como las de verano.
– Linterna frontal.
– Reloj GPS + cargador.
– Toalla microfibra.
– Bolsa para la ropa sucia.
– Bolsa para la basura del trekking.
– Sandalias.
– Botiquín: más amplio de lo normal, puesto que vamos a estar varios días por zonas aisladas.
– Neceser: intentar ser minimalistas en el trekking.
– Baterías externas.
– Teléfono móvil + cargador: mejor llevarlo en modo avión durante el trekking para no gastar tanta batería.
– Cámara de fotos + baterías de repuesto + cargador.
– Saco de dormir: en los refugios no hacía demasiado frío, en la furgoneta había mantas. Recomendable de invierno, de todas maneras.

Además, llevábamos algo de comida que nos podría ser útil para el trekking y nuestro recorrido por el resto del país, como latas de atún y aceite de oliva, entre otros.
Tras esta pequeña introducción sobre este fascinante país, toca profundizar un poco más. Y, para ello, vamos a hablar de ese tema que tan poco gusta pero que resulta imprescindible: el presupuesto necesario para llevar a cabo este viaje. Pero eso, ya sabes…¡lo contaremos en la próxima entrada del blog!