
¡Min ga la ba!¡မင်္ဂလာပါ! (¡hola! en birmano) ¿Cuántas veces oiríamos esa expresión, acompañada de una sincera sonrisa, a lo largo del viaje?
Myanmar, la antiguamente conocida como Birmania, es un país de esos que marcan, que dejan una profunda huella en la mente y el corazón del viajero. País de profundas convicciones religiosas, majestuosa historia, gentes amables y auténticas, naturaleza desmedida y antiquísimas tradiciones, Myanmar ofrece una infinita cantidad de experiencias genuinas al viajero.
Nosotros tuvimos la oportunidad de recorrerlo en noviembre y diciembre de 2018 siendo, desde entonces, uno de nuestros viajes favoritos. ¿Nos acompañas a conocer un poco más?

Introducción sobre Myanmar
Oficialmente denominada República de la Unión de Myanmar, aunque más popularmente conocida como Birmania (o Burma, en inglés), Myanmar es un país del sudeste asiático de unos 54 millones de habitantes, situado entre Tailandia, Laos, China, India y Bangladesh, y con el Mar de Andamán al sur.
Cercada por las montañas Shan al este y por las estribaciones del Himalaya al norte (donde se encuentra su pico más elevado, el Hkakabo Rabi, de 5581 metros de altitud), Myanmar tiene una extensión de más 670000 kilómetros cuadrados, siendo el centro del país una vasta llanura surcada por varios grandes ríos y estuarios que desembocan en el Mar de Andamán.
El clima es tropical, con abundantes lluvias en la época de monzones (de mayo a octubre) en las regiones costeras y algo más seco en el interior del país.

Si bien Myanmar ha sido poblada desde tiempos pretéritos, la primera civilización notable que habitó sus tierras fueron los mon, provenientes del este de China. Por otro lado se encontraban los pyu, que formaron una serie de pequeños reinos y ciudades-estado en la zona central de lo que actualmente es Myanmar.
Sin embargo, todo cambió a partir del siglo IX. Fue entonces cuando en Pagan (actualmente denominada Bagan) se estableció un asentamiento fundado por bamares, que provenían del reino de Nanzhao (en la actual China más meridional).
Esa pequeña ciudad fue creciendo y prosperando a lo largo del siglo X, absorbiendo a los estados vecinos, hasta que alrededor del año 1050 el rey Anawrahta fundó el Reino de Pagan, unificando todas las tierras que circundaban el Río Irrawaddy. Poco a poco, su cultura, el lenguaje birmano y el budismo theravada fueron expandiéndose hasta eclipsar por completo a los antiguos mon y pyu.

La época del Reino de Pagan fue, sin lugar a dudas, de una gran bonanza. Prueba de ello son los más de 10000 templos que se erigieron en su capital, muchos de los cuales todavía resisten en pie y constituyen uno de los enclaves más visitados de Myanmar. Dicha civilización comenzó un progresivo declive en el siglo XIII, con una serie de revueltas y disputas internas y, más tarde, invasiones a cargo de los mongoles.
Resulta difícil (y va más allá de la intención de esta entrada del blog) resumir, aunque sea someramente, la historia de Myanmar en siglos posteriores. Sucesivas dinastías, guerras, invasiones y reunificaciones conformaron la base de lo que hoy en día es este interesante país.

El siglo XX no fue para menos, y vio cómo la por entonces Birmania obtenía la independencia del Imperio Británico el 4 de enero de 1948, de la mano del carismático líder socialista U Nu.
A pesar de haber obtenido la independencia, Birmania continuó viviendo años convulsos, con una sublevación comunista, un golpe militar y, posteriormente, un régimen unipartidista liderado por el Partido del Programa Socialista de Birmania, de Ne Win.
Este gobierno fue puesto en jaque por una rebelión en pro de la democracia llevada a cabo el 8 de agosto de 1988 por monjes y estudiantes, que fue duramente reprimida y que llevó al fallecimiento de miles de civiles.
Tras ella, un nuevo golpe de estado militar instauró un gobierno que inició algunas reformas económicas, cambió el nombre oficial del país a Myanmar y permitió unas elecciones democráticas en 1990.

Sin embargo, la clara victoria en dichas elecciones de la líder de la Liga Nacional para la Democracia, Aung San Suu Kyi, no contentó a los militares, quienes anularon los resultados de las elecciones y establecieron un arresto domiciliario para la popular líder y activista (quien, en 1991, recibiría el Premio Nobel de la Paz).
El férreo régimen se mantuvo hasta el año 2008, en que se celebró un Referéndum constitucional. Tras adoptar la nueva constitución, y, hasta la fecha, se han producido varias elecciones democráticas y se han establecido profundas reformas económicas, administrativas y políticas. No obstante, todavía persisten fuertes conflictos entre el gobierno y algunas de las etnias del país, siendo especialmente crítico el existente con la minoría musulmana rohingya, quienes se han visto obligados a exiliarse a países vecinos.
En los últimos años, todas las reformas y el carácter aperturista del gobierno birmano han permitido dar a conocer este país al resto del mundo, siendo uno de los destinos del sudeste asiático más desconocidos, encantadores y auténticos. Ello ha llevado a que cada vez más viajeros dirijan sus pasos a este auténtico mosaico de lenguas, etnias y culturas.
¿Quieres saber un poco más? No te pierdas las siguientes entradas en el blog.


Preparativos para el viaje a Myanmar
Vuelos: en el momento actual no existen vuelos directos desde España hasta Myanmar, por lo que siempre tendremos que hacer, al menos, una escala (y, muy probablemente, dos). Los vuelos no son excesivamente caros, y buscados con tiempo pueden rondar los 550 – 650€ ida y vuelta. En nuestro caso hicimos la ida Barcelona – Estambul – Bangkok – Mandalay; tomamos un avión desde Yangon a Krabi (sí, además pasamos unos días en Krabi y alguna isla tailandesa) y desde Krabi a Barcelona vía Estocolmo. El precio total de todos los vuelos fue de 1673 € (836,5 € por persona).

Vacunas/salud: nunca nos cansaremos de decir que es imprescindible planificar estos viajes con tiempo, acudiendo a un Centro de vacunación internacional donde te facilitarán información y te pueden administrar las vacunas necesarias. Además del importantísimo botiquín de viaje y de las vacunas habituales (que todos llevamos puestas desde pequeños), son aconsejables las vacunas de hepatitis A y fiebre tifoidea. El CDC americano recomienda, asimismo, una dosis extra de sarampión y de polio para potenciar la inmunidad contra estas enfermedades dada la epidemia existente en el país desde mediados de 2019. Con respecto a la malaria, está ampliamente extendida en el país en altitudes inferiores a los 1000 metros, lo que incluye la mayor parte de los lugares turísticos; por dicho motivo, es precisa la profilaxis con atovacuona-proguanil (Malarone®), doxiciclina o tafenoquina. Si, por otro lado, quieres evitar la diarrea del viajero, no te pierdas estos consejos.

Época del año para viajar: Myanmar tiene un clima subtropical/tropical que se puede dividir en tres periodos: cálido y seco de marzo a mayo, lluvioso desde junio a octubre (con largos periodos de lluvia continuada, sobre todo en la zona de la costa y Yangon) y fresco de noviembre a febrero. Esta última es la temporada alta para viajar y la que nosotros elegimos. Las temperaturas en el día son agradables y, en según qué zonas cálidas; por la noche refresca bastante (abrigarse bien en los amaneceres de Bagan).

Documentación: para viajar a Myanmar los ciudadanos españoles precisan de un pasaporte con validez mínima de 6 meses y un visado, que se puede solicitar por internet en la página web http://evisa.moip.gov.mm, cuesta 50$ por persona y tiene una validez de 28 días (si se desea permiso para 70 días cuesta 70$) . Desde el 1 de octubre de 2019 dicho visado se puede obtener también al llegar a alguno de los aeropuertos del país.
Guías de viaje: la guía de viaje de Myanmar de Lonely Planet está disponible en castellano, recientemente actualizada (octubre de 2017) y ofrece todo lujo de detalles. Además de la información de blogs, también es interesante echar un vistazo a la web oficial de turismo de Myanmar y a la completísima Go-Myanmar.

Enchufes: en Myanmar hay enchufes de varios tipos, aunque en la mayor parte de los hoteles se pueden encontrar los de tipo C (como en Europa). Conviene, no obstante, llevar adaptador por si acaso.
Dinero: la moneda de Myanmar es el kyat (MMK); 1€ equivale a unos 1650 MMK. No resulta difícil encontrar bancos y cajeros automáticos en las principales ciudades, aunque puede resultar más difícil en lugares menos turísticos y, desde luego, imposible a lo largo del trekking del Lago Inle. Es habitual pagar casi todo en efectivo, salvo algún hotel. No obstante, los precios son muy baratos y los gastos del viaje no suben demasiado.

Seguro: como siempre, es más que recomendable viajar con un seguro de viaje. El nuestro lo hicimos con Mondo. Si tú también deseas contratar un seguro de viaje, haciéndolo a través de este link obtendrás un 5% de descuento.
Seguridad: Myanmar es un país que se puede considerar seguro para el turista. Sin embargo, cabe destacar una serie de consideraciones muy importantes. El riesgo de atentados terroristas o conflictos entre ejército y grupos insurgentes es elevado, fundamentalmente en zonas cerradas al turismo o restringidas (Rakhine, Kachin y algunas zonas de Sagaing y Shan próximas a las fronteras). Conviene recordar que los birmanos son, en su mayoría, fervientes budistas, por lo que se recomienda ser sumamente respetuoso en templos y edificios religiosos (siempre descalzos, con hombros tapados, pantalones por debajo de las rodillas y nunca dar la espalda a las imágenes de Buda). Se han dado casos de problemas serios por llevar tatuajes de Buda o imágenes budistas, por lo que se recomienda llevarlos siempre tapados.

Alojamientos: a pesar de ser un país de precios relativamente baratos, los alojamientos supondrán una buena parte de nuestro presupuesto (los típicos hostels no se estilan mucho por allí). Eso sí, muchos de los hoteles están más que bien, por lo que la relación calidad-precio es muy buena. En una entrada próxima os contamos todos los detalles. Cabe destacar que, si se realiza el trekking desde Kalaw hasta el Lago Inle se pasarán dos noches en humildes casas de regiones agrícolas o monasterios, donde las comodidades son prácticamente nulas. Quizá los más escrupulosos no lo pasen bien; a nosotros nos pareció una experiencia inolvidable.

Ropa y material: a pesar de haber viajado en temporada “fresca”, lo cierto es que la temperatura diurna era agradable o incluso cálida, pero refrescaba mucho por la noche. No es preciso, como en otros viajes, llevar gran cantidad de ropa de abrigo. Para que os hagáis una idea, esto fue lo que llevamos para dos personas:
– Mochilas grandes (55 litros).
– Mochilas plegables e impermeables multifunción (las “de bola”).
– Ropa interior.
– Camisetas.
– 2 pantalones largos desmontables/mallas.
– Pantalón corto.
– Pantalones tela finos (tipo “tailandés”).
– Chaqueta impermeable.
– Chaqueta de plumas plegable.
– Bañador.

– Toalla de microfibra.
– Chanclas.
– Sandalias.
– Botas/zapatillas de trekking (2 pares cada uno).
– Gafas de sol.
– Neceser.
– Botiquín: si quieres saber qué llevamos en un botiquín de viaje, haz clic aquí.
– Protector solar y loción anti mosquitos: ambos abundantes.
– Paraguas.
– Almohada para el cuello.
– Frontal + pilas de repuesto.
– Cámara de fotos + cargador + baterías.
– Trípode para la cámara.
– Cámara de acción + palo selfi.
– Teléfono móvil + cargador + carcasa. (si quieres personalizar la carcasa de tu móvil, totalmente a tu gusto, puedes hacerlo fácilmente aquí: Fundas móvil personalizadas
– Paquetes de pañuelos/rollo de papel higiénico.
– Baraja de cartas.

– Libros de lectura.
– Libreta + bolis para escribir el diario.
– Guías de viaje.
– Adaptadores.
– Powerbank: muy útil para el trekking, donde es difícil/imposible encontrar un enchufe. Si quieres una powerbank personalizada, no dudes en echar un vistazo aquí: Powerbank personalizada
– Pasaporte.
– Monedero oculto tipo cinturón.
– Bolsa para la ropa sucia.
– Auriculares.
– Carpeta de plástico con todos los papeles y documentos.

Tras esta pequeña introducción, y con todo el equipaje preparado, no queda más que salir a descubrir este fantástico país. Así, en la próxima entrada del blog, detallaremos la ruta de 15 días por Myanmar. ¡No te la pierdas!
