
Hay rincones en el Pirineo aragonés que enamoran. Bujaruelo es uno de ellos, sin duda. Verde, salvaje y recóndito, esconde un buen puñado de excursiones que pueden satisfacer tanto a montañeros expertos como a familias que buscan una escapada en la naturaleza.
Una de las excursiones más populares en el Valle de Bujaruelo es la que lleva al Ibón de Bernatuara. Considerado por muchos uno de los ibones más bonitos del Pirineo, se halla escondido en un enclave precioso, rodeado de cumbres majestuosas y enormes valles. Por todo ello, resulta más que recomendable (por no decir imprescindible), completar la ruta asomándose al Puerto de Bernatuara y finalizando en la cumbre del Pico de Bernatuara, un mirador excepcional.
Hoy te contamos la ruta al Ibón y el Pico de Bernatuara, partiendo desde el Refugio de Bujaruelo. ¿Nos acompañas?

Índice de contenidos
¿Cómo llegar?
El punto de partida de la ruta de hoy se encuentra en el Refugio de Bujaruelo. Para llegar a dicho refugio es preciso atravesar la localidad de Torla, en dirección norte y tomar el desvío hacia la izquierda al llegar al Puente de los Navarros.
Desde allí una pista forestal, a tramos asfaltada (en época estival es apta para cualquier tipo de vehículo), nos conduce hasta el Refugio de Bujaruelo, donde existe un camping y una gran zona para aparcar.
Datos técnicos
Fecha: 31 de julio de 2020
Inicio y fin de la ruta: Refugio de Bujaruelo.
Itinerario: Refugio de Bujaruelo – Ibón de Bernatuara – Puerto de Bernatuara – Pico de Bernatuara – Puerto de Bernatuara – Ibón de Bernatuara – Refugio de Bujaruelo.
Distancia:
– 9,52 kilómetros ida y vuelta, si se llega únicamente hasta el Ibón de Bernatuara.
– 11,54 kilómetros ida y vuelta, si se llega hasta el Pico de Bernatuara.
Desnivel acumulado:
– 950 metros, tanto de desnivel positivo como negativo, si se llega hasta el ibón.
– 1204 metros, tanto de desnivel positivo como negativo, si se asciende hasta el pico.
Altitud:
– Mínima: 1338 metros (Refugio de Bujaruelo).
– Máxima: 2517 metros (Pico de Bernatuara).
Duración sin paradas: 5 horas y 10 minutos (ruta completa hasta el Pico de Bernatuara, ida y vuelta), a buen ritmo.
Duración total, por partes:
– 35 minutos al desvío hacia Bernatuara.
– 2 horas y 30 minutos al Ibón de Bernatuara (incluyendo 10 minutos de descanso en la subida).
– 2 horas y 45 minutos al Puerto de Bernatuara.
– 3 horas y 15 minutos al Pico de Bernatuara (50 minutos de descanso).
– 4 horas y 20 minutos al Puerto de Bernatuara.
– 6 horas y 10 minutos hasta el coche.
Dificultad/recomendaciones:
– Ruta sencilla, sin pasos complicados, pero ascenso duro y exigente (hasta el ibón casi 1000 metros de desnivel, a los que hay que sumar 250 metros más si queremos llegar al pico).
– Excursión por cara sur, muy expuesta al sol. Madrugar, llevar agua y crema solar.
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.




Nuestra experiencia en el Ibón y Pico de Bernatuara
Caluroso fin de semana veraniego que invita a salir al monte en busca de temperaturas más suaves. Por ello, nuestra elección es el Valle de Bujaruelo, rincón idílico donde existe un camping y un refugio donde disfrutar de noches frescas rodeados de parajes espectaculares.
Suena el despertador temprano y nos desperezamos mientras calentamos agua para hacer un té.
Abrigados, puesto que la mañana comienza fresca antes de que el sol rebase las montañas, comenzamos la ruta cruzando el célebre puente de San Nicolás de Bujaruelo.

Nada más atravesarlo vemos el primer poste indicador, que nos señala el camino ascendente hacia el Puerto de Bujaruelo y, tan solo unos metros más allá, otro poste que indica el Ibón de Bernatuara. Seguimos, pues, dichas indicaciones.

La senda, inicialmente, asciende con decisión realizando lazadas por un tramo de bosque, a ratos frondoso. Se agradece la temperatura matutina, pero el esfuerzo enseguida nos hace despojarnos de la chaqueta.
En poco más de media hora encontramos un desvío (1,07 km; 35 minutos; 1621 m), bien indicado, que nos separa del camino principal (que en este punto es el GR-11) y nos lleva por una senda algo más estrecha y que llanea durante unos metros hasta llegar al cauce de un riachuelo y que podemos atravesar por un pequeño puente metálico.

Superado este cauce el bosque se abre y comenzamos a caminar por prados herbosos, donde las vacas del valle pacen tranquilamente. Dejamos a un lado el Refugio de Sandaruelo (1,67 km; 50 minutos; 1708 m) y, tras esquivar unas cuantas vacas que se cruzan en nuestro camino, comenzamos a ascender por una senda (en todo momento excelentemente señalizada y marcada) que cada vez adquiere más pendiente.
Los rayos de sol comienzan a golpearnos sin piedad, por lo que debemos detenernos unos minutos para embadurnarnos en crema solar, algo siempre imprescindible.


Vamos ganando altitud y, por ende, vistas en todas las direcciones. Pronto comienzan a asomar los primeros tresmiles, los Gabietos y el Taillon, que ya insinúa parte de su abrupta cara norte.
La senda es más que evidente, aunque en muchos puntos se bifurca para volver a unirse unos metros más arriba. Si seguimos los hitos de piedra tomaremos en todo momento la opción más cómoda, que nos permite ascender con mayor facilidad.

Tras atravesar un par de riachuelos, sin mayor dificultad, comenzamos otro tramo de ascenso duro, serpenteando por medio de las laderas herbosas. Echamos la vista atrás y vemos que son cuantiosos los montañeros que hoy se han animado a realizar esta misma excursión.

Superadas las duras rampas, y ya en torno a la cota 2300, el camino suaviza, e incluso desciende ligeramente en busca de un evidente collado herboso, tras el cual ya se intuye la cubeta del ibón.
Apenas nos quedan unos minutos hasta alcanzar dicho collado, donde el viento que asciende por el valle sopla con fuerza moderada y nos refresca.

Una vez en el collado ya podemos contemplar el Ibón de Bernatuara (4,76 km; 2h y 30 minutos; 2271 m), situado unos cuantos metros por debajo. Aunque quizá desde este punto no es el mejor lugar, no podemos evitar detenernos a tomar unas cuantas fotografías.

Rodeamos el lago por su izquierda, contemplando sus aguas azul intenso, mecidas constantemente por el viento.
En apenas diez minutos más llegamos al Puerto de Bernatuara (5,12 km; 2h y 45 minutos; 2330 m), señalizado con una placa en la que se indica que es un lugar fronterizo histórico. No en vano, todavía en nuestras fechas el ganado procedente del Valle de Broto cruza estos montes por este lugar en busca de los fértiles prados del lado francés.
Aquí sí nos detenemos un poco más, puesto que las vistas hacia el norte son bonitas, pero la panorámica hacia el ibón es espectacular.


Desde el propio puerto advertimos una senda, bien pisada y señalizada por hitos de piedra, que asciende en dirección oeste. Poco a poco, paso a paso, recorremos los últimos metros de desnivel hasta alcanzar la cima del Pico de Bernatuara, a 2516 metros sobre el nivel del mar (5,76 km; 3 h y 15 minutos).



Magnífico mirador en todas las direcciones. Gabietos y Taillon; a lo lejos otras cumbres de Ordesa e incluso la cima del Monte Perdido. Hacia el suroeste el Pico Otal y Tendeñera, cerrando por el sur el Valle de Otal. Hacia el norte una miríada de montañas francesas; la única que reconocemos, alzándose majestuosa, es el Vignemale, conocido como Comachibosa en la vertiente aragonesa.
Y, a nuestros pies, el bucólico Ibón de Bernatuara, estampa de postal desde esta cumbre.
El día soleado, sin viento en cima (a diferencia del ibón), nos permite disfrutar de la cima durante casi una hora.



Comemos, bebemos, conversamos y repasamos las cimas que alcanzamos a reconocer. Magnífico, una vez más, el Pirineo.
Toca emprender el camino de vuelta, el cual hacemos a ritmo ligero y deteniéndonos, únicamente, a tomar alguna fotografía de vez en cuando.
El sol, que creaba unos incómodos contraluces mientras ascendíamos, ahora se encuentra en su cénit y nos permite luces más claras, pudiendo tomar las fotografías con mayor facilidad.

El descenso nos lleva, desde el pico, un poco más de dos horas. Buen ritmo, sin duda.
Así, tras seis horas y diez minutos de jornada, llegamos nuevamente al Refugio de Bujaruelo, donde finalizamos la excursión.
En conclusión, el Ibón y el Pico de Bernatuara son quizá la excursión más clásica en la zona de Bujaruelo, moderadamente dura pero que ofrece unas panorámicas envidiables. Mucho más que recomendable.

Gracias, expectacular
Muchas gracias por tus palabras, Carmelo.
Un saludo,
Paula y Pedro.
Hola.
Sin duda uno de los ibones más bellos de los Pirineos. Para otra ocasión que vayáis por Bujaruelo, os aconsejo echar un ojo a la web del refugio, tiene muchos recorridos, pero dándole una vuelta de tuerca más, como en este caso que la tienen en circular.
Un saludo
Hola, Eduardo.
Sí, es un ibón precioso.
Hemos estado este verano unos días por Bujaruelo y también hicimos la circular Ordiso-Otal, que aún tenemos que subir al blog.
¡Gracias por comentar!
Un saludo,
Paula y Pedro
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Hola!! Me ha encantado lo bien que describís todo. He estado muy has veces en Pirineos, pero nunca he ido a este Ibón (al menos que yo recuerde, jaja, porque mis padres nos llevaban al monte desde los 3 años).
Esta semana vamos a la zona, y ya tenemos varias rutas en mente. Pero este año…estoy embarazada de 7 meses. Soy deportista y acostumbrada a la montaña. De hecho sigo corriendo y nadando. Pero me da algo de cosa que haya alguna zona que sea difícil por tema caída o así. ¿Cómo lo veis para hacer?
Mil gracias
Hola, Alba. Pues la ruta al ibón es bastante dura, y por esa zona hay más cómodasy sencillas (la del Valle de Otal, por ejemplo). Consulta con tu médico,de todas maneras, pero pensamos que para un embarazo de 7 meses es excesiva.
Pedroo y Paula
Hola, tenemos pensado hacer este mes de agosto la ruta hasta el ibón y me gustaría saber si con calzado de trail es suficiente o es aconsejable llevar botas.
Un saludo
Hola, Javier.
Nosotros siempre vamos (y recomendamos) salir al monte con botas de montaña puesto que confieren más protección. No obstante, para la ruta que nos indicas, carece de pasos complejos y la senda es sencilla, por lo que no creemos que sea ningún problema ir con zapatillas de trail.
Un saludo,
Pedro y Paula
Hola!
Ayer hicimos esta magnifica ruta. Muchas gracias por el post tan bien indicado. Llevo muchos años por los pirineos y este ibón no lo conocía. Es precioso, aparece como una sorpresa desde el collado y te acompaña su vista hasta el pico. El baño en el ibón muy recomendable, mucha profundidad desde la orilla, pero la entrada es muy fácil y el agua azul y cristalina. Muy, muy recomendable. Iniciar pronto la marcha y así además de subir con el fresco al bajar se puede buscar un rincón al lado del río para estar disfrutando en bujaruelo.
Hola, Pilar.
Nos alegramos mucho de que disfrutaras de la ruta y de que el blog te fuera útil para prepararla.
Un saludo,
Pedro y Paula