
Si pensamos en una imagen mítica de los Dolomitas, pensaremos sin duda en las Tre Cime di Lavaredo (Tres cimas de Lavaredo), el gran icono de la cordillera. Estos tres colosos de roca vertical, que rozan los tres mil metros de altitud, se yerguen en un entorno fascinante y suponen un grandioso reto para los escaladores que pretenden hollar su cumbre.
El resto de los mortales nos podemos plantear objetivos más discretos, pero igualmente apasionantes como, por ejemplo, recorrer la preciosa ruta senderista circular que las rodea. Sin grandes dificultades y transitando por unos parajes espectaculares, la ruta circular a las Tre Cime di Lavaredo es uno de los imprescindibles en cualquier viaje a los Dolomitas. ¿Nos acompañas a saber un poco más?
Índice de contenidos
¿Cómo llegar?
La ruta circular a las Tre Cime di Lavaredo comienza en el Rifugio Auronzo, a 2330 metros de altitud.
Hasta dicho refugio se puede llegar en vehículo propio por una carretera en perfecto estado, que parte de Misurina y que finaliza en un amplísimo aparcamiento.
Dicha carretera es transitable, por la nieve, sólo de finales de mayo a finales de octubre o principios de noviembre, aproximadamente. Se trata de una carretera, a partir del Lago Antorno, de peaje: 30€ por coche, incluyendo el aparcamiento junto al Rifugio Auronzo. En temporada alta es probable que dicho aparcamiento se llene y cierren el acceso por carretera en vehículo particular (lo cual suele ocurrir sobre las nueve o nueve y media de la mañana).
Existen otras dos opciones para llegar al Rifugio Auronzo:
– Caminando desde el Lago Antorno: por el sendero 101, son unos 4,5 kilómetros y unos 500 metros de desnivel, sólo ida (unas 2 horas).
– En autobús: se puede acceder al Rifugio Auronzo en autobús, aunque en temporada alta puede ser necesario esperar un buen rato dado que los autobuses se llenan con facilidad. Se pueden consultar horarios y tarifas aquí. Nota: si se desea aparcar en Misurina los aparcamientos son de pago (y caros), por lo que mucha gente madruga e intenta aparcar en los huecos del arcén de la carretera (gratuitos).


Datos técnicos
Fecha: 5 de septiembre de 2020.
Inicio y fin de la ruta: Rifugio Auronzo.
Itinerario: Rifugio Auronzo – Rifugio Lavaredo – Forcella Lavaredo – Rifugio Locatelli – Col Forcellina – Col de Mezzo – Rifugio Auronzo.
Distancia: 10,13 km.
Desnivel acumulado: 450 metros de desnivel, tanto positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 2181 metros.
– Máxima: 2452 metros (Forcella Lavaredo).
Duración sin paradas: 2 horas y 50 minutos.
Duración, por partes:
– 25 minutos hasta el Rifugio Lavaredo (5 minutos de descanso).
– 45 minutos hasta la Forcella Lavaredo (5 minutos de descanso).
– 1 hora y 30 minutos hasta el Rifugio Locatelli (15 minutos de descanso).
– 2 horas y 40 minutos hasta el Col Forcellina.
– 3 horas hasta el Col de Mezzo.
– 3 horas y 15 minutos para finalizar la ruta.
Dificultad/recomendaciones:
– Se trata de una ruta que transcurre por senderos cómodos, amplios y bien señalizados, sin dificultad. No existen pasos complicados ni expuestos.
– El acceso al Rifugio Auronzo, en coche, es de peaje (30 €). Si se desea llegar en coche es conveniente madrugar puesto que a veces el aparcamiento se llena y cierran la carretera de acceso.
– El Rifugio Locatelli tiene unas vistas espectaculares de las Tres Cimas. Un atardecer allí debe de ser espectacular (si se quiere reservar en el refugio hay que hacerlo con muchísimo tiempo de antelación).
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.




Nuestra experiencia en la Ruta circular a las Tre Cime di Lavaredo
Suena el despertador en un día señalado, de manera especial, en nuestro calendario. Hoy, a pesar del inaudito madrugón (a las siete menos cuarto de la mañana) no se nos pegan las sábanas, ya que es el día de visitar las Tre Cime di Lavaredo.
Desayunamos rápidamente y tomamos la carretera que nos lleva desde Cortina d’Ampezzo, donde nos alojamos, a la zona de Misurina. Allí comprobamos que el desvío hacia la carretera de las Tre Cime está abierto (son las 08:30 aproximadamente), por lo que tomamos la carretera de montaña y, tras pagar los 30 € de peaje, llegamos al gran aparcamiento situado junto al Rifugio Auronzo. Vemos que, aunque hemos madrugado, hay centenares de personas que han madrugado más que nosotros.
El día ha amanecido con un sol radiante, y la temperatura no es tan fresca como esperábamos. Así, nos calzamos las botas y nos preparamos para una emocionante jornada.
Iniciamos la ruta junto al Rifugio Auronzo, a 2330 metros de altitud, acompañados de decenas de personas que comienzan la ruta a la par que nosotros. Seguimos las indicaciones pertinentes (sendero 101, Rifugio Lavaredo) y caminamos en dirección este.


La pista inicial, ancha y cómoda, se halla repleta de gente que toma la misma dirección que nosotros. Aunque caminamos más rápido que la mayor parte de ellos, nos detenemos constantemente a tomar fotografías puesto que el paisaje que nos rodea es magnífico. A nuestra derecha destacan las esbeltas cumbres de los Cadini di Misurina; algo más adelante el profundo Valle Marzon y, a unos pocos metros a nuestra izquierda, las formidables paredes que conforman las Tre Cime di Lavaredo.


Caminamos, pues, bajo las torres, llaneando o en muy suave descenso y pasando junto a una pequeña ermita (Capella degli alpini). Seguimos la pista principal mientras rodeamos progresivamente las torres hasta alcanzar, sin apenas esfuerzo, el Rifugio Lavaredo (1,7 km; 25 minutos; 2348 metros de altitud). En este punto mucha gente se detiene a tomar algo o, simplemente, a contemplar las vistas. Hasta aquí, sin duda, es una ruta para todos los públicos con impresionante panorámica.


Desde el refugio parten dos claros senderos hacia el evidente collado que tenemos enfrente. Aunque ambos son buena opción para ganar dicho collado, quizá es mejor tomar el de la derecha, puesto que es más cómodo y alejado de las torres, ofreciendo mejores vistas.


Enseguida nos topamos con el desvío al sendero 104, que nos llevaría a una ruta circular mucho más amplia, pasando por la Forcella Pian di Cengia. Nosotros, no obstante, continuamos por el sendero 101, que nos deja en la Forcella Lavaredo en unos pocos minutos más (2,7 km; 45 minutos; 2452 metros). Este tramo, ya en ascenso, no impide que casi todos los visitantes se acerquen hasta el collado (ruta sencilla también, para casi todos los públicos).


En dicho collado, la Forcella Lavaredo, nos juntamos con decenas de personas que contemplan el paisaje y toman cientos de fotografías. El lugar lo merece, puesto que ante nosotros se ha abierto un valle espectacular. A nuestra izquierda observamos la célebre y absolutamente vertical cara norte de las Tre Cime di Lavaredo, monumental. A nuestra derecha se alza el Monte Paterno (2744 m), surcado y atravesado por senderos imposibles. Frente a nosotros el extraordinario Valle de la Rienza, tras el cual destacan paredes espectaculares, como las de la Torre di Toblin (2617 metros), la Punta dei Tre Scarperi (3151 m) o la Croda dei Rondoi (2969 m). La lista de afilados picos es, prácticamente, interminable.


Tras unos minutos de contemplar el paisaje, decidimos continuar la ruta, por la clara senda (sigue siendo sendero 101) que desciende hacia la derecha, bajo las paredes del Monte Paterno, en dirección al Rifugio Locatelli, que parece una miniatura bajo semejantes colosos rocosos

Conforme descendemos por el sendero vamos ganando ángulo y dejando las Tre Cime a nuestra izquierda, lo que nos permite tomar unas excelentes fotografías desde un pequeño promontorio que ejerce de magnífica atalaya. La vista de las torres desde aquí es, sin lugar a dudas, impresionante.

Continuamos la ruta por el cómodo sendero, que ahora alterna pequeños tramos de subida con otros más pronunciados de descenso, hasta llegar al desvío al Rifugio Locatelli. Si bien la ruta circular no transcurre exactamente por dicho refugio, merece la pena acometer los escasos cinco minutos extra que nos separan del mismo (4,7 km; 1 hora y 30 minutos; 2402 metros).

En el Rifugio Locatelli nos detenemos un rato a descansar y, sobre todo, a tomar fotografías de la nueva vertiente del valle que se ha abierto ante nosotros, con dos hermosos lagos y un paisaje más verde que el recorrido hasta ahora. Merece la pena acercarse hasta este punto sólo por contemplar los lagos brevemente.
Desde dicho refugio las vistas de las Tre Cime son magníficas, sobre todo con las luces del atardecer. Aunque nuestra intención inicial era quedarnos a dormir aquí, intentamos reservar para pasar la noche, pero nos resultó imposible (está muy solicitado y las plazas se suelen agotar con bastante tiempo de antelación).



Partimos del refugio para regresar al sendero por el que veníamos y desviarnos en el primer cruce, tomando el sendero 105, indicado como “Rifugio Auronzo, 1h 20 minutos”. Llaneamos durante unos cuantos minutos en dirección a las torres, perfecto telón de fondo. Pronto vemos que el sendero debe descender unos cuantos metros hasta alcanzar un gran prado herboso; este tramo, de descenso algo más pronunciado, se encuentra habilitado con algunos escalones de madera, que facilitan el descenso.



Una vez llegamos al prado toca ascender por la, probablemente, subida más dura de toda la ruta. Sin ser larga ni muy pronunciada, se hace algo dura. Sin embargo, dado que nos detenemos cada pocos minutos a tomar fotografías, se hace llevadera.


Alcanzamos una suerte de collado (Col Forcellina: 7,98 km; 2 horas y 40 minutos; 2240 m) , amplio, que nos deja en una zona llana de prados salpicados de árboles, a través de los cuales serpentea nuestro camino. Ante nosotros se presenta una nueva cara de las Tre Cime di Lavaredo, tan impresionante como las previas. Muy cerca del collado encontramos la cabaña Langalm (Malga Langalm), habilitada como bar-restaurante en un entorno sin par. Mucha gente aprovecha para tomar algo con excelentes vistas.


Nosotros, en cambio, continuamos la marcha. Dejando a nuestra izquierda unos pequeños lagos de montaña, seguimos por el magnífico sendero principal. Nos toca remontar unos cuantos metros más hasta el siguiente collado, al cual llegamos tras realizar una travesía a media ladera por un terreno de roca descompuesta, por un sendero cómodo y carente de dificultad. Así, llegamos al Col di Mezzo (9,24 km; 3 horas; 2320 metros).
Desde este punto, nuevo cruce de caminos, adquirimos una diferente perspectiva del valle. Al fondo, incontables agujas compiten por ser la más alta y esbelta.


Tras las fotos de rigor continuamos por el sendero 105, llaneando y descendiendo suavemente, y atravesando un feo tramo repleto de hitos de piedra creados por otros excursionistas que pasaron antes (¡qué fea costumbre!).
Al fondo ya asoma nuevamente el Rifugio Auronzo y el gran aparcamiento, lleno ya de coches. Apenas unos pocos centenares de metros y alcanzamos el coche, finalizando esta excelente ruta.
En conclusión, una excursión hermosísima y apta para cualquier con cierta forma física, que transcurre por senderos cómodos y sin ninguna dificultad técnica, ofreciendo unas formidables vistas panorámicas de las Tre Cime y las montañas que las rodean. ¡Imprescindible!

Rutas alternativas
– Sólo hasta el Rifugio Lavaredo: para todos los públicos; corta, llana y por un sendero comodísimo. Regala buenas vistas de los Cadini di Misurina y del Valle Marzon.
– Sólo hasta la Forcella Lavaredo: ligeramente más larga que la previa, supera un poco más de desnivel, siendo para casi todos los públicos. Excelentes vistas del otro valle y de la cara norte de las torres. Hasta este punto debería ser imprescindible.
– Hasta el Rifugio Locatelli: la mejor alternativa si no se realiza la ruta circular. Dormir en el refugio ya es la guinda del pastel.

Buenos días,
Menudos paisajes!!! Que envidia… me lo voy a apuntar para un futuro. La guía nos vendrá genial!
Un saludo.
¡Nos alegramos mucho! La idea de todo lo que escribimos es que sea útil a los demás y que invite a viajar y conocer nuevos lugares…
Salud y montaña,
Pedro y Paula