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Tuca de Salvaguardia (2738 m), desde Llanos del Hospital

Tuca de Salvaguardia (2738 m), desde Llanos del Hospital

Alzándose majestuosa en una de las zonas más bellas del Valle de Benasque, la Tuca de Salvaguardia (también conocida como Tuca de Cabellut) es una de las cumbres más visitadas y conocidas de toda la zona.
Situada estratégicamente frente a la cara norte del Macizo de las Maladetas, nos permite contemplar los glaciares de las montañas más altas del Pirineo.
La ruta clásica parte desde los Llanos del Hospital (Plan de l’Espital), ascendiendo hasta el fronterizo paso del Portillón de Benás y hollando, poco después, la cumbre del Salvaguardia. En nuestro caso, planteamos una ruta circular que se alarga en el descenso hasta los Ibones de Villamorta y la Besurta para regresar por el fondo del valle.
Hoy nos acercamos a una cumbre espectacular, un gran mirador del Valle de Benasque. Hoy realizamos la ruta a la Tuca de Salvaguardia desde los Llanos del Hospital. ¿Nos acompañas a conocerla?

¿Cómo llegar?

El punto de partida de la ruta es en los Llanos del Hospital, situados al fondo del Valle de Benasque. Tras superar la localidad, debemos conducir por la carretera que sigue rumbo norte para, unos metros antes de que esta acabe, tomar el desvío (bien indicado) a los Llanos del Hospital.
En función de la temporada del año, podremos llegar hasta el propio hotel en nuestro vehículo o bien tendremos que aparcar en el gran aparcamiento que hay unos centenares de metros antes.
El inicio de la ruta no se encuentra expresamente señalizado, pero es evidente y transcurre en un primer momento por el fondo del valle.

Aparcamiento donde debemos dejar el coche. A la derecha el tramo de pista que lleva al Hospital de Benasque.

Datos técnicos

Fecha: 21 de agosto de 2016
Inicio y fin de la ruta: Hospital de Benasque.
Tipo de ruta: circular.
Itinerario: Hospital de Benasque – Portillón de Benás – Tuca de Salvaguardia – Portillón de Benás – Ibón inferior de Villamorta – La Besurta – Hospital de Benasque.
Distancia: 17,34 kilómetros.
Desnivel acumulado: 1060 metros, tanto de desnivel positivo como negativo.
Altitud:
– Mínima: 1752 metros (inicio de la ruta).
– Máxima: 2738 metros (cima de la Tuca de Salvaguardia).
Duración sin paradas: 5 horas y 45 minutos.
Duración, por partes:
– 1 hora 45 minutos hasta el Portillón de Benás (10 minutos de descanso).
– 2 horas 45 minutos hasta la Tuca de Salvaguardia (40 minutos de descanso).
– 4 horas hasta el Portillón de Benás.
– 5 horas y 20 minutos hasta el Ibón Inferior de Villamorta (descanso 15 minutos).
– 5 horas y 45 minutos hasta La Besurta.
– 6 horas y 50 minutos hasta el coche.
Dificultad/recomendaciones:
– El tramo de la sirga, poco antes de llegar a la cima de la Tuca de Salvaguardia, está dotado de una cadena para ayudarse; no obstante, no es complicado pero puede resultar algo peliagudo para quienes tengan vértigo. En caso de estar mojado extremar la precaución.
– Excelente mirador del Macizo de las Maladetas, lo que le lleva a ser una cima muy concurrida.
– Ruta sin sombras en todo el camino.
– Ausencia de agua para beber durante el camino (hay algún riachuelo y los ibones, pero por lo transitado de la zona no parecen aguas adecuadas para el consumo).
– Si se realiza la ruta propuesta hasta el Ibón inferior de Villamorta, se caminará durante un rato por una senda bastante desdibujada.
Track GPS: descargar aquí.
*NOTA: los tiempos, distancia y dificultades encontradas están basados en nuestra experiencia, teniendo en cuenta la climatología, nuestra forma física y experiencia en montaña. Hay que salir al monte siempre bien equipado, con el material y una preparación adecuados, y consultando previamente la previsión meteorológica.

Ruta realizada.
Perfil de la ruta realizada.
Escala MIDE de dificultad.

Nuestra experiencia en la ruta a la Tuca de Salvaguardia

No, no es la primera vez que acometemos el ascenso al incomparable mirador que es la Tuca de Salvaguardia. Pero sí, esta vez resulta especial, porque sí es la primera que la ascendemos juntos. Y este día radiante de agosto es una excelente ocasión para ello.
Son apenas las ocho y media de la mañana cuando comenzamos a caminar en dirección este, junto al Hospital de Benasque, siguiendo el cartel indicador que nos dirige hacia La Besurta y el Forau d’Aiguallut. Atravesamos verdes prados por los que transcurre caprichoso el todavía joven Río Ésera. Bucólico paisaje para empezar la jornada

Salimos del aparcamiento por esta senda, con la esbelta figura del Salvaguardia al fondo.
Pasamos junto al hotel, enclavado en un paraje idílico.
Pronto encontramos el primer cartel que nos confirma que vamos bien. Nosotros hacia el Portillón de Benás.

Caminamos a buen ritmo, a modo de calentamiento, y en unos veinte minutos llegamos a otro letrero que ya marca nuestro desvío hacia el Portillón de Benás. Así, tomamos la senda que surge hacia la izquierda, rumbo este/noreste. Desde aquí apreciamos ya la altiva cara oeste del Salvaguardia, y más cerca la Peña Blanca, por donde más adelante pasará nuestro camino.

Importante desvío: hacia la izquierda iremos al Portillón.
Pues a esa imponente cumbre de la izquierda debemos ascender.

El sendero empieza ahora, progresivamente, a adquirir pendiente, aunque sin llegar a ser muy dura. Son numerosas las pequeñas lazadas que nos ayudan a remontar la Peña Blanca, cuyo nombre (dada su coloración) resulta más que acertado. A nuestras espaldas, mientras ganamos altitud, vamos divisando cumbres de numerosos picos, cuyas nevadas y afiladas cumbres pretenden rasgar el cielo.

Toca subir, siempre con la sonrisa puesta.
Espectacular tramo del sendero, sin mayor dificultad..
Ya gozamos de amplias vistas.

Superado este tramo más duro llegamos a una zona de prados, más agradable, en torno a la cota 2200. Frente a nosotros asoma la Tuca de la Mina y se intuye la hendidura que conforma el Portillón de Benás. Se nota ya el ambiente de alta montaña.

Parece que suaviza un poco la pendiente.

Llevamos algo más de una hora y media de ruta cuando llegamos a un nuevo cruce señalizado con un poste de madera, en el que nuestro camino confluye con el que viene del Portillón de Benás y con el que asciende desde La Besurta.

Nuevo desvío. ¡Ya casi estamos!

Apenas nos quedan cinco minutos de marcha hasta llegar al Portillón de Benás (5,1 km; 1h 45 minutos; 2444 metros de altitud). Paso fronterizo, antaño frecuentado por comerciantes y contrabandistas, así como por exiliados de la Guerra Civil, se trata de un mítico enclave pirenaico. Merece la pena detenerse brevemente a leer la placa conmemorativa, echar un vistazo a los Ibones de Boums du Port (en territorio francés) y contemplar la panorámica hacia el sur, copada por el grandioso Macizo de las Maladetas.
Aprovechamos el lugar para tomar unas cuantas fotografías, comer algo e hidratarnos, puesto que el sol nos golpea con fuerza. Saludamos a numerosos montañeros que, tanto desde la vertiente sur como desde la norte, se han decidido a visitar este emblemático lugar en el día de hoy.

Ahí delante se encuentra ya el Portillón de Benás.
Placa conmemorativa de tan célebre paso.
Nos asomamos a la vertiente norte.
¿Qué te parece la vista desde el Portillón?

El camino hacia la Tuca de Salvaguardia surge unos metros antes de llegar al Portillón, por su parte izquierda (rumbo oeste). Se trata de una senda bien marcada, que gana metros con rapidez por terreno herboso salpicado, de vez en cuando, de algunas zonas rocosas.
Pronto llegamos al único paso que se podría considerar peligroso en la ruta, aunque no debería entrañar dificultad alguna a quien esté habituado a moverse por terrenos de montaña. Se trata de una zona de piedra que, sin ser demasiado aérea, posee cierto desnivel hacia la izquierda. Una sirga metálica, en buenas condiciones, nos permite aferrarnos y pasar el tramo con mayor tranquilidad. Precaución, eso sí, si el terreno se encuentra mojado.

(Vistazo hacia atrás) Tramo equipado con la sirga. No resulta excesivamente difícil, pero hay que tener precaución.

Superado este tramo, apenas nos quedan unas pocas lazadas de la senda, en continuo ascenso, hasta alcanzar la cima de la Tuca de Salvaguardia/Tuca de Cabellut (6,5 km; 2 horas y 40 minutos; 2738 metros).

Tenemos la cumbre al alcance de la mano.
¡Cima!

Las vistas desde la cima son espectaculares en todas las direcciones. Hacia el norte, sobresaliendo del mar de nubes, algunas cimas cuyos nombres desconocemos. Hacia el resto de direcciones sí que aparecen algunas cumbres que podemos reconocer: Perdiguero, Posets, Aneto, Maladeta, Pico de Alba… La lista, huelga decirlo, podría alargarse casi hasta el infinito.
Podríamos afirmar que nos encontramos en el mejor mirador del macizo de las Maladetas, y uno de los más espectaculares del Pirineo. Y no, no estaríamos exagerando.

Grandioso el Macizo de las Maladetas.
Mar de nubes hacia el norte.
Tirando de zoom hacia el Aneto.
¿Cuántos tresmiles cuentas en la foto? Hay bastantes…
Pero qué bien se está aquí arriba.

Compartimos cima con una docena de montañeros, que charlan entretenidos. Tomamos las fotografías de rigor y comemos algo, aprovechando el día soleado y sin apenas viento. Nos quedamos tres cuartos de hora en cima, decidiendo descender pronto para prolongar un poco la ruta visitando, quizá más tarde, el Ibón inferior de Villamorta.
El camino de regreso del Salvaguardia se hace cómodo, por lo que bajamos rápidamente. Llegamos de nuevo al Portillón de Benás, continuando ahora en dirección este, llaneando o en suave descenso. Echamos, cada pocos minutos, un vistazo atrás, ya que la imagen del Salvaguardia desde este punto es impactante. ¡Parece mentira que hayamos subido por ahí!

Iniciamos el descenso. Frente a nosotros, la Tuca de la Mina y, a su derecha, el Puerto de la Picada.
¡Venimos de ahí arriba!

Superamos una pequeña charca (que, a finales de verano, puede estar seca) y, pronto, el camino comienza a perder altitud con decisión, realizando amplias lazadas.
Debemos prestar atención, puesto que justo en una de dichas curvas surge una senda, poco pisada y sin señalizar, que nos llevará en claro descenso hasta el Ibón inferior de Villamorta. Dicha senda alterna tramos sencillos con otras zonas en que se desdibuja bastante, aunque no nos resulta difícil saber en qué dirección debemos caminar.

Descendemos y llegamos a este bello tramo salpicado de pinos.

Así, en unos quince o veinte minutos alcanzamos las orillas del ibón. Se trata de un pequeño lago de montaña, de tonalidad azul oscura, relativamente escondido aunque bastante popular dado su sencillo acceso desde La Besurta.
Nos sentamos durante unos breves minutos a descansar un poco, junto con numerosas personas que se han acercado a disfrutar de este soleado día.

Ibón inferior de Villamorta, con el Aneto al fondo.

Reemprendemos la marcha por un camino suave y ahora bien señalizado, hasta llegar a la Besurta. Optamos por regresar, a ritmo ligero, al Hospital de Benasque por la pista (en lugar de por la senda), ya que resulta más cómodo y así podemos disfrutar de las espectaculares vistas del valle.

Regresamos por el fondo del valle, con esta espectacular panorámica.
Por la pista se camina a buen ritmo.

Llegamos de nuevo al coche tras casi siete horas de camino.
Ha sido una jornada espectacular, visitando la célebre Tuca de Salvaguardia (uno de los mejores miradores del Pirineo aragonés) y alargando la ruta hasta el bucólico Ibón inferior de Villamorta. Sabemos, sin duda, que volveremos en más ocasiones. Y tú… ¿te animas a conocerlo?

¿El mejor mirador del Valle de Benasque?

10 comentarios

    1. Conbotasymochila

      Hola, Pablo, gracias por comentar.
      Pues lo cierto es que nunca hemos salido al monte con perro, por lo que quizá no somos los mejores para opinar.
      La zona de la sirga no es complicada, únicamente es un paso algo más estrecho por un tramo de roca que en seco no supone más problema. La sirga sirve para dar más seguridad.
      No obstante, siempre está la posibilidad de que llegues hasta allí y lo veas en persona para decir si lo puedes pasar con el perro o no.
      Aunque no llegues a cima, las vistas desde el camino son espectaculares, por lo que merecerá la pena 😉
      ¡Un saludo y que lo disfrutes!
      Pedro y Paula

    1. Conbotasymochila

      ¡Hola! Jo, pues difícil elección, ¡porque los dos nos encantaron! Quizá le tenemos más cariño al Salvaguardia, y por eso lo elegiríamos. Es un poco más alto y las vistas hacia el Macizo de las Maladetas son más directas.
      De todas maneras, échale un vistazo a nuestra entrada del Pico Sacroux, y así te puedes hacer una idea.
      Un saludo,

      Pedro y Paula

    2. María y Pablo

      Qué ganas de hacer esta ruta. Está superbien explicada. Muchas gracias! A ver si podemos hacerla este mes de agosto. Recomendáis hacerla circular o mejor lineal, volviendo por el mismo camino?
      Gracias por vuestro blog, hemos sacado un montón de excursiones de aquí. Es toda una referencia en casa!
      María y Pablo

      1. Conbotasymochila

        ¡Hola, chicos!
        En primer lugar, gracias por vuestras palabras 🙂
        Sin duda, si tenéis ganas de alargar un poquitín la ruta, la opción circular, con un descanso en el Ibón de Villamorta nos parece mucho mejor, para completar la jornada de una manera espectacular.
        ¡Gracias de nuevo!
        Un besico,
        Paula y Pedro

  1. Jose E.

    Hola, chicos, muchas gracias por vuestras detalladas explicaciones. Nos gustaria saber si merece la pena hacer la ruta circular que decis o es mejor hacer ida y vuelta por el mismo camino.
    Gracias,

    1. Conbotasymochila

      Hola, José.
      Bueno, siempre es una decisión personal, pero si tienes tiempo y ganas sí que creemos que merece la pena (aunque suponga alargar en tiempo y distancia bastante la ruta). Permite ver diversas panorámicas del valle, y eso siempre es interesante.
      Un saludo,
      Paula y Pedro.

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